Esta versión tenía 26 caballos de fuerza, y a duras penas llegaba a los 100 km/h luego de 21 segundos.
No tenían medidor de combustible, más que una varilla que se insertaba en el tanque para verificar el nivel.
A pesar del aspecto negativo y contaminante del Duraplast, que contenía restos de fenólicos y fibras de algodón derivados de la industria soviética, el Trabant fue el primer coche de la historia construído con material reciclado.
Hubo prototipos para reemplazar este diseño, pero fueron desechados por los altos costos de inversión, de manera que el producto permaneció sin mayores cambios hasta el fin de su vida comercial.
CRUISER
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