El VW Pointer fue un
coche mediano inédito, diseñado por técnicos brasileños en el estudio Ghia de
Italia, y producido por el holding Autolatina para el mercado regional
Mercosur. Fue fabricado en Brasil y Argentina entre los años 1994 y 1996.
Autolatina era la empresa que resultaba de la fusión entre Ford y Volkswagen, y
durante esos años desarrolló extraños modelos que mezclaban elementos de una y
otra marca.
El Pointer estaba
apoyado en la plataforma del Ford Escort. El nombre “Pointer” ya había sido
utilizado por VW de Brasil para el nombre de una serie especial del Passat. La aparición del
Pointer vino a ocupar un nicho nunca antes aprovechado por VW en Sudamérica.
Tradicionalmente la marca de origen alemán se encargó de tener coches populares
y de venta masiva en la parte baja e inicial de la banda, quienes aspiraban a
su primera motorización. Modelos como el Escarabajo, Brasilia y luego Gol
cumplieron con creces con ese cometido durante décadas. Los modelos Senda/Gacel
y Voyage tenían mas aspiraciones pero no dejaban de ser versiones “plus” de
aquellos sencillos Gol. El Pointer con
su concepto de auto moderno y competitivo apuntaba a luchar con modelos
regionales del segmento C, como Chevrolet Astra, o Renault 19. Se pretendía
también ocupar la franja que existía entre los Gol y derivados y los
Carat/Santana.
El Volkswagen
Pointer, llamado Logus en Brasil, era un fastback/liftback que no se parecía en
nada a los modelos europeos de la marca. Fue calificado por alguna prensa y por
el presidente de la casa matriz alemana como “El Volkswagen más lindo jamás
fabricado”.
Sus líneas eran
fluídas, y llamaba la atención la continuidad de las molduras laterales, que se
prolongaban al sector trasero generando un alerón sobreelevado y volvían a
retomar el sector lateral opuesto. No tenía ángulos rectos, y se notaba el
cuidado y armonioso diseño de elementos complementarios como manijas de puertas
y espejos retrovisores. Las primeras unidades que salieron a las calles
llamaban mucho la atención, a quienes no estaban acostumbrado a ver un coche de
esa categoría con el logo VW en los mercados regionales.
Los interiores
también hacían gala de la fluidez de líneas del exterior. Tablero y consola
eran envolventes y tenían líneas curvas armoniosas y sobrias. La información
era completa y contaba con elementos de serie como columna de dirección
regulable, levantavidrios y retrovisores eléctricos, techo solar corredizo,
aire acondicionado y equipo de música con frente desmontable.
En Brasil existió en
versiones de dos, tres, cuatro y cinco puertas. Los de dos y cuatro puertas
eran tricuerpos, y se comercializaban como Ford Verona. Disuelta Autolatina en
1997, Ford de Brasil lanza la nueva línea Escort y VW de Argentina el modelo
Polo Classic. La carrocería del
prototipo del Pointer, que había sido construída por Ghia, fue testeada en el
túnel de viento de VW de Wolfsburg, Alemania, donde se corrigió una turbulencia
en el sector trasero mediante un pequeño alerón incorporado a la carrocería en
la terminación del portón. El coeficiente aerodinámico logrado era de 0.35, el
cual era bueno para su clase.
Las versiones eran
Cli 1.6, Gli 1,8 y Gti 2.0. Las dos primeras se fabricaron simultáneamente en
Argentina y Brasil, mientras que la última exclusivamente en el país vecino. El
comportamiento dinámico del coche era muy bueno, con gran estabilidad. Las
prestaciones eran casi deportivas. Las suspensiones eran lo suficientemente
duras como para ser firmes pero sin dejar de ser cómodo en el tránsito citadino
diario. Las versiones Cli y Gli tenían frenos delanteros de discos. La
dirección era hidráulica de accionamiento progresivo, las cajas de velocidades
de todas las versiones eran producidas en la planta de Córdoba por la
autopartista Transax, era de las mejores del mundo y la mejor del mercado. La
inyección de combustible multipunto con sistema digital y comando electrónico
era de origen alemán y de última generación.
El Volkswagen Pointer
tuvo una vida efímera, según también lo fue el holding Autolatina. Sin dudas
era un excelente producto, que mereció tener su evolución. Lamentablemente
desapareció sin haber alcanzado el objetivo de ser un referente del mercado.
Sus ventas fueron marginales al menos en Argentina, donde el público prefirió
referentes probados del segmento, como Renault o Peugeot.
La miniatura es de
Salvat, pertenece a la colección “Autos Inolvidables Argentinos 80s-90s” y no
tiene retoques, ya que sale del blister con pintura en los interiores,
seguramente será utilizada también en la colección Volkswagen regional, que
presenta miniaturas con ese nivel de acabado.
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