El coche
producido por la empresa SIAM, originario de la British Motor
Corporation, resultó ser un éxito inmediato. Producido en la planta de Monte
Chingolo, provincia de Buenos Aires, algunas partes de su carrocería se
estampaban en Avellaneda. Siam Di Tella llegó a tener trece plantas
industriales y nueve mil empleados. El complejo industrial producía además de electrodomésticos,
motoniveladoras, cargadores frontales, locomotoras Diésel y eléctricas.
Por sus
excelentes cualidades, el coche fue elegido por los taxistas. De hecho, de las
14.500 unidades producidas, 3.870 fueron taxis. Se trataba de un coche orientado
a la familia y el confort, de gran capacidad interior y comodidad.
Tenía un
excelente servicio de service de posventa, avalado por una extensa red de
concesionarios a lo largo y ancho del país. Al ser un coche familiar, su
velocidad máxima era escasa: 117
km/h. A cambio de eso tenía un buen rendimiento,
demandando apenas poco menos de 10 litros cada cien kilómetros en el uso
citadino.
Sus
asientos eran cómodos y su baúl, amplísimo. Como curiosidades, tenía en su
interior tres ceniceros: uno en el tablero y dos en los respaldos de los
asientos posteriores, pero carecía de encendedor. Otra de las críticas era que
no poseía apoyabrazos en puertas delanteras, que el embrague era un tanto
celoso y que la distancia de los asientos de las plazas traseras al techo hacía
un tanto incómodo el viaje de personas de más de 1,75m de altura.
En la
ciudad de Buenos Aires, en el proceso de recambio de los coches de tracción
animal a los de motor de combustión, el taxi fue muy importante. En 1923 había
en las calles mas taxis que autos particulares. El primer modelo utlizado
masivamente como taxi en Buenos Aires fue el Mercedes 170, apodado “Hormiga
negra”. Luego los modelos Siam Di Tella y Peugeot 404 tomaron la posta.
Tan popular
fue el Siam entre los taxistas que la cultura popular le dedicó algunos
homenajes. Los más conocidos son una estatua de bronce que inmortaliza a un
taxista con su Di Tella, en la ciudad de Buenos Aires, y la famosa telenovela
“Rolando Rivas, taxista” que paralizaba el país las noches en las que era
emitida.
El Siam Di
Tella que estamos viendo, que pertenece a la colección “Vehículos Inolvidables
de Reparto y Servicios” de la editorial Salvat, rescata aquel ícono de las
calles porteñas. Por más que el Di Tella común ya hubo aparecido en la
colección “Inolvidables”, esta unidad es una muy agradable sorpresa.
Tiene los
aditamentos típicos que se utilizaban en los taxos de principios de los 70s,
como ser la visera sobre el parabrisas, los deflectores en las ventanillas
laterales, que permitían llevar las ventanillas apenas abiertas en días de
lluvia sin que la misma penetre al interior, para evitar el empañamiento de los
cristales.
También
posee los típicos “filetes”, líneas doradas que recorren el frente y los
laterales, una cinta argentina pintada en el capó, el emblema luminoso de Taxi
en el techo y las matrículas en las puertas, ambos elementos que fueron
obligatorios y reglamentarios a partir de los meses previos al mundial de
fútbol de 1978. Complementan
el conjunto las bandas blancas en los neumáticos y un elemento estético cromado
que forraba los pilares C. Lo complementé con sombreado de parrilla y pintura
en interiores.
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