Entre 1963 y 1965, IKA produjo la segunda generación del Rambler, con una imagen muy distinta y mas moderna que la de su antecesor. El diseño de su parrilla, con una hendidura central longitudinal, le valió el apelativo de “Boca de pescado”.
Fue galardonado como “Auto del año” 1962”, un año antes de que recibiera ese mismo premio en Estados Unidos, su país de origen, donde era producido por AMC. Se basaba en la mecánica Continental que la marca IKA había utilizado ya para otros vehículos como Estanciera, Kaiser Carabela y Bergantín en su versión de seis cilindros.
Estaba disponible en tres versiones de equipamiento: Classic Custom 660, Classic Deluxe 550 y Ambassador 990. Se produjeron 20 mil unidades de esta segunda generación del Rambler, antes de que fuera reemplazado por la siguiente.
Tenía 4,92m de largo, con una distancia entre ejes de 2,84m. Tenía la capacidad de alojar cómodamente a seis pasajeros gracias a su butaca delantera corrida.
El impulsor Continental de 3.707cc y seis cilindros en línea, asociado a una caja manual de tres marchas, desarrollaba 119HP. Tenía suspensiones delanteras independientes y traseras de eje rígido con ballestas, con frenos de tambor tanto adelante como atrás.
El interior era muy cómodo, aunque con el volante (que carecía de regulaciones) ubicado demasiado cerca del pecho del conductor.
Sobre el final de su vida comercial incorporó el motor Tornado, el primero con válvulas a la cabeza fabricado en el país. Otra curiosidad era que, como solía suceder con los modelos de origen AMC, poseía piezas intercambiables con otros de la marca, como el caso de puertas, ventanillas y parabrisas, que serían comunes con el Torino, que llegaría a presentarse unos años después.
A pesar de haberse producido sólo por dos años, el “Boca de pescado” es un modelo muy recordado de nuestra industria automotriz. Auto de gran nobleza y construcción de alta calidad, se los vió circulando por las calles argentinas décadas después de haber sido fabricado.
La miniatura es de la serie Autos Inolvidables
Argentinos de Salvat. Tiene retoques en los interiores, y un rediseño en base a
limado, del sector correspondiente a los bajos delanteros, que en la maqueta
eran cuadrados, cuando en realidad debieron ser curvados. Ese trabajo le dio más
realismo a la maqueta. Además, y con el mismo objetivo procedí a levantarle
ligeramente el despeje al piso.
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