Ya hemos dicho algo acerca de la controversia
planteada ente Fiat y SEAT acerca del producto español Ronda. Los ibéricos
sostenían que se trataba de un modelo nuevo e independiente del anterior Ritmo,
mientras que los italianos sostenían que a pesar del maquillaje, claramente se
advertía que se trataba de un Ritmo disimulado. El controversial artículo 5.1
del convenio decía que a partir del final del convenio, los modelos SEAT debían
tener cambios en “aspectos significativos en la panelería externa”.
Para dirimir si los cambios en el Ronda eran
lo suficientemente “significativos”, Fiat llevó el caso ante la Cámara Internacional
de Comercio de París, y al mismo tiempo ordenó a sus abogados intentar impedir
la homologación del Ronda para la venta fuera de España, ya que iría a competir
en algunos países contra el propio Fiat Ritmo, al cual aún no le habían
realizado restyling alguno, y ello perjudicaría sus ventas.
Los españoles obtuvieron en Luxemburgo la
homologación para la venta en la Comunidad
Europea antes de que los abogados de Fiat pudieran trabarla.
Sin embargo, la Justicia
se preparó para allanar la sede de SEAT a fin de corroborar la denuncia que
decía que allí se ensamblaban partes de origen Fiat para venderlas como SEAT. Pero
enterados de esta maniobra, en SEAT prepararon la defensa.
Pintaron totalmente de blanco y quitaron las
identificaciones exteriores a un Ritmo, un Ronda, y algunos coches más de la
misma categoría y forma, a fin de intentar advertir a los peritos judiciales de
que todos los coches del segmento se parecían significativamente.
Además, y en una recordada maniobra, pintaron
un Ronda totalmente de negro, y sobre esa pintura colorearon en amarillo todos
los elementos que lo diferenciaban del Ritmo. Este coche aún se conserva, y el
el de las fotos que acompaña este artículo.
El 25 de Noviembre de 1983, el tribunal
decretó que los cambios sí eran lo suficientemente "significativos" como para
considerar al Ronda un auto “distinto” del Ritmo, y SEAT ganó la controversia.
No obstante sus finanzas estaban muy mal y su destino era la desaparición,
hasta que VW se hizo cargo de la mayoría del paquete accionario, y reposicionó
la marca como “low cost” con productos de entrada de gama. Desde allí en
adelante los productos SEAT comenzaron a parecerse a los VW.
Estamos viendo en las miniaturas de Ritmo
(celeste) y Ronda (bordó) las similitudes y diferencias entre ambos modelos.
Evidentemente todo pasa por definir la palabra "significativas" en cuando a las diferencias entre ambos coches. Si bien hay cambios, son los usuales y esperables entre una versión y un restyling. Y como es habitual en los restylings, se trabaja sobre capó, portón trasero, ópticas, guardabarros y paragolpes, dejando las puertas y el techo, que son las partes más difíciles y costosas de construír y reemplazar. Para los parámetros usuales en la industria automotriz, no hay dudas de que se trata del mismo coche, para los términos absolutos que manejó la Justicia, no fue así, ya que una mímima variante los convierte indiscutiblemente en coches distintos según el sentido común. _
El caso es que el SEAT encarnó un concepto más moderno, que para bien de la empresa y a criterio de la Justicia derivó en un coche distinto. Lo negativo es que la imagen original y única (discutida también) del Ritmo original se perdió, y el nuevo producto se asemejó a muchos contemporáneos.
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