El BMW 700
fue el coche que salvó de la quiebra a la empresa alemana en la Posguerra. Luego
de los experimentos con los microcoches Isetta y BMW 600, a los que el público ya
no quería, la Recuperación
Económica Alemana hizo que los usuarios reclamaran un coche
“de verdad”.
Al no tener
nada existente desde donde partir, la empresa arrancó de cero. Giovanni
Michelotti diseñó un pequeño coche de estructura monocasco y el autito fue
presentado a la prensa el 9 de junio de 1959. Nada tenía que ver con el BMW
600: ahora se trataba de un tricuerpo convencional, que aunque pequeño, tenía
buen espacio interior y en el maletero, buana visibilidad y líneas modernas.
A poco de
su lanzamiento en Alemania, la marca BMW firmó convenios para la producción del
coche en otros países. Uno de ellos, y el más lejano, fue Argentina. Aquí la
empresa Metalmecánica S.A.I.C., fundada por el ingeniero italiano Salvatore De
Carlo, que en un principio fabricaba electrodomésticos, fue la que lo construyó
y comercializó.
Se fabricó
en versiones sedán y coupé, ambos de dos puertas, con diferencias en la caída
de los techos, ventanas y lunetas. El cochecito, de 3,5 metros de largo y
motor de 697cc, presentaba destacadas virtudes entre las que sobresalían su
andar ágil y rápido. Tenía suave y potente aceleración, buena maniobrabilidad y
economía de combustible.
La potencia
del motor bicilíndrico bóxer de posición trasera, era de 35HP, con una caja de
cuatro velocidades sincronizadas. Tenía suspensión independiente en las cuatro
ruedas, todos elementos de vanguardia que no era común encontrar ni siquiera en
sus contemporáneos de mayor porte.
Era el
tercer modelo de coche producido por Metalmecánica S.A.I.C., que había iniciado
su aventura automotriz fabricando los BMW 600 pocos años antes. Tenía
butacas reclinables y regulables en profundidad, y radio con botonera de
presintonía. El tablero era al principio de forma rectangular, y en 1962
adoptó relojes circulares. Carecía de ventiletes y su imagen, a pesar de ser un
“microcoupé” tenía estilo y bellas proporciones.
La
distancia entre ejes era importante para un coche de su tamaño: 2,12 metros . Pesaba 630 kg y su tanque de
combustible tenía una capacidad de 33 kg , lo que sumado al rendimiento promedio de
14,3 km/l, le brindaba una interesante autonomía, teniendo en cuenta que se
trataba de un coche orientado principalmente el uso urbano. A pesar de su corta vida comercial, el cochecito tuvo mucho éxito en las competencias, alzándose con muchísimas victorias en su categoría, favorecido por sus virtudes técnicas y su excelente relación peso-potencia.
El De Carlo
700 se fabricó hasta 1965. Hubo un restyling de diseño local, fuertemente
inspirado en el Simca 1000, llamado De Carlo SL, que se lanzó en 1964, pero que
no sobrevivió mucho tiempo ya que al año siguiente la fábrica cerraba sus
puertas.
La
miniatura es de la serie “Autos Inolvidables Argentinos” de Salvat. Se trata
otra vez de un molde inédito y muy bien logrado. Realmente el trabajo en este
modelo demuestra un empeño y calidad sobresalientes, y se encuentra entre los
más interesantes de todos hasta el día de hoy.
En el caso de mi ejemplar, lo he complementado con pintura en interiores y escape, y
bandas blancas en los neumáticos, que son de diámetro y grosor muy acordes al
modelo real.
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