Para
finales de los años 60s el Ford Falcon era uno de los coches de mayor éxito en
Argentina. Pero la marca quería tener un producto para incursionar en el
segmento de los coches “grandes”, el cual se lo repartían los IKA Rambler y
Chrysler Valiant. Para eso recurrieron a la gama Ford que se producía en
Detroit. El elegido fue el modelo Torino, que en Estados Unidos presentaba
variantes de cuatro y dos puertas, convertibles y coupés, estas últimas
militando en el segmento de los “muscle cars” del país del norte.
El Torino
era un coche que encajaba perfectamente en los planes de Ford Motor de
Argentina para pelear el nicho elegido. Pero IKA ya tenía registrado el nombre,
por lo cual la terminal local usó el nombre Fairlane, propiedad de Ford.
En 1969 se
lanzó el nuevo Fairlane, sólo en versiones sedán cuatro puertas. En el mismo
año del publicitado alunizaje, la filial local promovía al auto con el lema “La
serenidad espacial”. Habían tres versiones disponibles: Standard, Fairlane 500
y Fairlane LTD, este último como tope de gama. Dos motores los equipaban: el 6
cilindros en línea de 3.620cc que compartía con el Falcon más potente, y el V8
de 4.875cc., que no era el mismo que equipaba en Estados Unidos, sino que era
el que la marca disponía localmente para usar en las pickups F100.
Con ese
impulsor, el LTD lograba una potencia de 185HP y una velocidad máxima de 175 km/h , con un alto
costo en el consumo: 5 km
por litro de promedio. Tenía caja de tres velocidades sincronizadas con palanca
al volante, suspensión delantera independiente y doble circuito de frenos. A
partir de 1971 se introdujo el motor V8 Fase II que incorporaba nuevos tapa de
cilindros, cigüeñal, bielas y pistones.
Exteriormente
era un auto realmente grande e imponente, de líneas rectas y sobrias. Por
dentro el LTD presentaba tablero acolchado, aire acondicionado integral, y
butacas delanteras separadas por un apoyabrazos. La variedad de combinaciones
entre colores de carrocería, de techo vinílico y de interiores era muy amplia. Si bien era
un coche muy cómodo y de confort de marcha superlativo, en principio presentó
problemas en su motor, que no estaba decuado al vano del coche sino al de la
pickup, presentando problemas y contratiempos mayúsculos para tareas tan
sencillas como cambiar las bujías.
Los frenos también se mostraban deficientes
para detener sus 5,10 metros de largo. Con el motor Fase II se resolvieron los problemas
mecánicos, y con el andar del tiempo también aparecieron frenos a disco
delanteros y dirección de potencia.
El Fairlane
se produjo hasta 1981, año en el que los importados fueron una competencia
imposible de afrontar por el veterano modelo, que había tenido un restyling en
1973 pero que acusaba el paso del tiempo. Salió de las líneas de montaje luego
de haber sido fabricadas 29.602 unidades.
La
miniatura de la serie “Autos Inolvidables Argentinos” de Salvat, tiene muchos
detalles encomiables, en parrillas, faros, calcos identificatorios, detalles en
color aluminio, y la excelente pintura del techo vinílico. Sin embargo presenta
problemas de proporciones, que son mas notables en el sector trasero y en la
línea “botella de Coca Cola” lateral. El tercer volumen se ve un tanto corto, y es el
defecto más apreciable, que lo aleja bastante de lo que el Fairlane era en
realidad.
A mi
miniatura le hice los retoques acostumbrados oscureciendo llantas y pintando el
centro rojo de las mismas, pintura de interiores, recorte de escapes (eran
demasiado largos y sobresalientes), y levanté un poco el tren delantero, ya que
una de las características del coche era que su línea lateral a la altura del
capó quedaba casi horizontal respecto al suelo, y la de la miniatura quedaba un
poco apuntando hacia abajo, lo que le restaba un poco de presencia. También ensanché las trochas, que eran demasiado angostas y las ruedas estaban demasiado metidas dentro de los guardabarros.
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