El Renault
5 fue producido, en dos generaciones, entre 1972 y 1996. Fue fabricado en
Francia, España y México.
El
diseñador Michel Boué, se inspiró en los exitosos “superminis” europeos, coches
que se basaban en el Mini inglés, y que llevaron el concepto “todo adelante” al
continente europeo. Poseían motor y tracción delanteros, con gran espacio para
los ocupantes, en dimensiones externas mínimas.
El diseño
se hizo en tiempo récord, partiendo de una fotografía del Renault 4. Su
voladizo trasero se acortó al pasar la rueda de repuesto de estar colgada en
ese lugar, a su nueva ubicación en el vano motor. Se agrandó el habitáculo para
ganar espacio interior.
Los
parachoques eran de plástico, para integrarse mejor al diseño, y soportar
toques menores sin deformarse. Fue pionero en esta modalidad, que se trasladó
luego a la totalidad de los modelos del mercado.
Poseía dos
clases de motorizaciones, los “Billancourt”, con cilindradas de 782 y 845cc, y
los “Cléon Fonte”, de 956 y 1397cc, con mecánicas simples compartidas con otros
modelos de la marca.
La suspensión
era independiente en las cuatro ruedas, con barras de torsión. El desempeño, la
agilidad y la potencia del coche, lograda en base a su bajo peso, lo convirtió
en un modelo elegido para distintas categorías europeas de automovilismo.
Asimismo, en su vida comercial presentó muchas variantes potenciadas o
deportivas, desde simples aditamentos estéticos y retoques al motor, hasta
versiones radicalmente transformadas, como el caso de los Renault 5 Turbo.
La primera
generación se produjo hasta el año 19894, cuando fue reemplazado por el Renault
5 II, también llamado “Supercinco”.
La
miniatura que estamos viendo es de origen IXO y pertenece a la serie española “Nuestros
Queridos Coches”.
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