En
Argentina la historia del 2CV se remonta a 1958, cuando arribó importado desde
Francia y Bélgica. Prontamente se empezó a producir en el país, En 1960 salió
el primer 2CV de la planta que la marca francesa tenía en la localidad de
Jeppener, producción que luego se trasladó a Barracas.
En 1969
aparece el primer 3CV. Este nombre fue utilizado sólo en Argentina. Se
diferenciaba del 2CV porque incluía varias mejoras. Su motor era el de 602cc
también utilizado en los Ami 8 y Dyane 6, reemplazando al de 425cc que equipaba
el 2CV.
El 3CV coexistió
con el 2CV en la oferta de la marca durante dos años. Entre los elementos que
lo distinguían del 2CV también estaban los pilotos traseros (provenientes del
Dyane, que nunca se fabricó en Argentina). También tenía butacas más mullidas y
tapizadas en cuerina, aperturas de puertas delanteras en sentido “normal” (el
2CV las tenía de tipo “suicida”).
Otra
característica distintiva del 3CV era la tercera ventana lateral en el parante
“C”. Esta innovación se presentó aquí tres años antes que en Francia.
Con el paso
del tiempo también recibió otra mejora que lo hizo único en el mundo en cuanto
a su apariencia exterior: un portón trasero que incluía la luneta, al estilo
del Dyane 6 europeo.
Con el
nuevo motor, el 3CV llegaba a desarrollar 115 km/h con un rendimiento
promedio de 17,8
kilómetros por litro de nafta.
Entre 1969
y 1979 se fabricaron un total de 79.164 unidades de 3CV por parte de Citroën.
Cuando estaban manejando la posibilidad de producir localmente el modelo GS,
los avatares económicos decidieron a la empresa abandonar el país. Unos años
mas tarde, en 1982, el autopartista Eduardo Sal-Lari adquirió el remanente del
paquete accionario y con las partes de stock construyó el 3CV ahora bajo la
marca IES.
IES siguió
fabricando una evolución del 3CV hasta 1990, pero ésa es otra historia, que
también esperamos que sea contada por Salvat en esta colección que tanto está
entusiasmando en Argentina.
El modelo
correspondiente a esta edición corresponde a 1971, y da la impresión de que al
igual que otros, es una apuesta de bajo riesgo de la editorial para tantear el
mercado. Han representado el primer 3CV, aquél de 4 puertas, cuando hubiera
sido mucho mas interesante para todo aficionado local y del resto del mundo,
contar con la versión de portón trasero integral, es decir, el 3CV de 5
puertas, que en momento de su presentación (1978) se llamó
“Prestige”. El color elegido generó alguna polémica entre los aficionados, ya que se supone que no existió en la oferta real. Sí los hubo de color rojo y marrón, pero no de este color intermedio entre aquéllos.
Pero a
favor de los que “argentinizaron” la miniatura se pueden apuntar algunos
detalles que se agradecen, y que a juzgar por adaptaciones poco felices que se
han hecho en otras partes del mundo, bien se les pudieron haber escapado. Afortunadamente los pilotos traseros son los
correctos, son diferentes a los del 2CV.
Los
delanteros están apenas pintados en los guardabarros, pero respetan el diseño
rectangular de aquéllos años, que luego fue reemplazado por unos redondos. Las
tazas en las llantas también corresponden a la versión “Especial”, que dentro
de lo austero y sencillo del coche, era la más equipada.
Los
paragolpes también son típicos de aquí, con esas defensas delanteras
adicionales que se imponían por aquellos años. Los interiores son completamente
negros, por lo que elegí colorearlos para representar la cuerina de color
beige. Pinté
también el caño de escape, las hendiduras de la parrilla y le dí un color rojo
adicional a los pilotos traseros para que se distingan mejor lso extremos donde
se ubicaban las luces de giro color ámbar.
Adicionalmente
le retiré los vidrios de las ventanas delanteras y los representé abiertos,
utilizando un recorte de acrílico transparente.
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