Casi veinte años
después de que General Motors hubiera abandonado su producción en Argentina, la
empresa volvió a producir una pickup grande en el país. Si bien en ese
intervalo hubo una pickup de la marca fabricada localmente, la misma era
producida por SEVEL bajo licencia de GM y otra versión posterior producida por
CIADEA basada en el modelo brasileño C20/D20.
Muchas autopartes
provenían de Brasil, porque en realidad bajo la vestimenta de la Silverado habían partes
mecánicas de las C20/D20, como la plataforma y las suspensiones. Ese “mix” hizo
factible la producción local y el abaratamiento de costos. El diseño de la Silverado no era nuevo,
en Estados Unidos se utilizaba desde 1987.
Su llamativo
frontal presentaba cuatro faros rectangulares alargados con sus
correspondientes pilotos laterales, en dos niveles. Carecía de ventiletes y los
espejos retrovisores estaban integrados. En las versiones mas equipadas,
parrilla y parachoques eran cromados, en las más básicas esos elementos eran
negros.
La nueva
Silverado heredaba la suavidad y el confort de manejo que habían hecho famosos
a esos productos y lo situaban un escalón por encima de las F100 en ese
aspecto. Se ofrecía con tres motores distintos: El viejo 4,1 litros de cuatro
cilindros, que en Brasil equipaba a la gama Opala y a todas las pickups desde
finales de la década de los 60s, ahora asociado a una inyección electrónica, un
Diesel aspirado Maxion der 4 cilindros y 4 litros de cubicaje, que
producía 88 caballos de fuerza y un MWM de seis cilindros turbo Diesel de 168
caballos, que mas tarde equipó también a la competencia, las Ford F100.
El eje delantero
era tipo paralelogramo deformable. La caja era ZF de cinco velocidades. Medía
4.930mm de largo, 1.950 de ancho y 1.788 de alto. La distancia entre ejes era
de 2.985mm. Pesaba 1.520kg y podía cargar hasta 1.110kg. La versión de motor
MWM de 4,2 litros
podía acelerar de 0 a
100 km/h
en 15,9 segundos y alcanzaba la máxima de 168 km/h . Consumía 10,1 litros cada 100 km en ruta y 17 en
ciudad, por lo que su tanque de combustible era muy generoso: 126 litros de capacidad.
Se fabricó localmente durante tres años, luego fue reemplazada por la nueva
categoría de pickups que representaba la Chevrolet S-10 .
La miniatura es
de la serie “Autos Inolvidables Argentinos 80/90”. Tiene algunas imperfecciones
en el molde, y una pintura que la desmerece un poco, ya que la cantidad de
detalles en negro (incluída la marca en el portón trasero) pasan realmente
desapercibidos. Un color mas claro le hubiera sentado mejor. Tiene retoques de
color gris en los interiores.
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