En 1962 se
presentó en Argentina el novedoso 404, sucesor del Peugeot 403, el cual había
instalado en el país una imagen de coche de estilo y lujo, distinguido y
elegante.
En 1960
había sido presentado en Francia y pocos meses después comenzó a fabricarse
localmente, por medio de la empresa IAFA (luego SAFRAR). La prensa y el público
lo recibieron con admiración y buenas críticas. El sofisticado diseño de
Pininfarina, su amplitud interior y la capacidad de su baúl eran los puntos más
valorados.
El motor de
1,6 litros
combinado con la caja de cuatro marchas y tracción trasera lo convertían en un
coche ágil y económico, apto tanto para ciudad como ruta.
La
aceptación del público fue tal, que se lo fabricó prácticamente sin cambios
hasta principios de 1980. La oferta
local incluía una versión equipada con un motor Diesel Indenor 1,9, muy
utilizada para taxi, y adaptaciones comerciales como pick ups y furgones,
además de una rural.
Tenía
frenos de disco delanteros, y suspensión independiente delantera. Su velocidad
máxima llegaba a los 150
km/h. Entre 1962
y 1980 salieron de fábrica 162.583 unidades.
La
miniatura de la colección “Autos Inolvidables Argentinos” de Salvat, es la
archiconocida que Ixo fabricó también para Altaya. Es una miniatura a la cual
le hemos criticado sus numerosos fallos. Los más notables radican en la
excesiva inclinación del parabrisas, la baja altura del techo, la falta de la
“visera” trasera sobre la luneta, la carencia de la línea superior de los
guardabarros delanteros que determinaba un arco apuntado en los aros cromados
de las ópticas, elementos que en esta miniatura han resuelto con elementos
circulares, lo que le quita parte de la personalidad típica del 404.
Las
cubiertas son tan anchas que las traseras ni siquiera giran. Le falta también
el techo corredizo, elemento típico del 404 local y que lo caracterizaba.
A favor
tiene algunos detalles que bien podría no haberlos presentado, y por tanto se
agradecen: Paragolpes “argentinos”, chapa patente local e histórica, pilotos
traseros pintados de dos tonos y unas buenas llantas.
La maqueta
tiene como siempre, algunas mejoras realizadas por mí. Los pilotos delanteros
venían muy mal ubicados, y eran sendas piezas transparentes. Las reubiqué, previo
pintado de plateado por atrás, y haberles dado un borde negro. Pinté también el
caño de escape y la parrilla.
Por dentro
pinté los tapizados en una combinación de negro y marrón, con detalles
plateados en tablero, manivelas, aro de bocina. También pinté de negro el
retrovisor. Agregué una antena de radio para completar el conjunto.
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