La industria automotriz soviética apuntaba bien
alto en los años 30, y el caso del Leningrad L-1 es una de las exquisitas
perlas de la historia del automóvil.
Antes que la Segunda Guerra Mundial redireccionara
forzosamente las políticas de producción de la industria de aquél país, sus
factorías se encontraban abocadas al desarrollo automotor, inspirado
principalmente en los modelos norteamericanos.
La factoría de Krasny Putilovets se dedicaba a
la fabricación de tractores Fordson. Allí se comenzó a fabricar un automóvil de
lujo basado en el Buick 32-90 de 1932.
Era un coche de siete plazas, con motor de 5.650
cc, que rendía 105 CV, con una carrocería de estructura de madera y láminas de
metal.
El objetivo era fabricar 2.000 unidades de ese
lujoso coche, que era el máximo exponente en tecnología y lujo de la industria
americana contemporánea. Los jerarcas del Partido habían conocido los coches de
representación en sus viajes a los países occidentales, y pretendían que la
industria local los produjera también.
Quizás precisamente los soviéticos, en
su orgulloso afán de mostrar el triunfo de su industria automovilística apuntaron demasiado alto con sus pretensiones y ese sofisticado modelo no fue la mejor
elección. Sus mas de 5.500 piezas constitutivas y su tecnología de punta era muy difícil de reproducir con escasez de medios materiales y técnicos.
Se construyeron seis unidades con el objetivo de
ser presentadas en el desfile conmemorativo de la revolución bolchevique, a
celebrarse en la Plaza Roja
de Moscú en octubre de 1933.
Las seis unidades estuvieron listas, y se
dirigirían por sus propios medios recorriendo la distancia desde Leningrado hasta
Moscú para tal acontecimiento.
Sucesivos problemas mecánicos fueron
afectándolas, al punto de que ninguna de las máquinas pudo completar el
recorrido, no pudiendo participar del desfile. Es la historia de uno de los más
grandes fracasos de la industria automovilística mundial. Los seis Leningrad se despidieron a la manera del Titanic, sin completar su primer viaje. La fábrica de Krasny
Putilovets volvió a fabricar tractores y maquinaria pesada.
La miniatura es Hongwell.
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