A
principios de la década de los 80s, una exótica "mini pickup" comenzó a poblar las
calles argentinas. La Toyota Hilux
(aún la marca Toyota nos resultaba una novedad) comenzó a verse cada vez mas
seguido en las ciudades y en el campo. Se trataba de la tercera generación del
utilitario (nunca conocimos aquí las dos primeras) cuyas raíces se remontaban a
mediados de los años 60s.
Importada
de Japón, la Hilux
tenía el tamaño de las camionetas Peugeot, las únicas producidas localmente de
esa categoría, pero por su capacidad de carga competía también con las
tradicionales pickups “grandes” como las F100 o Silverado de Ford y Chevrolet
respectivamente.
El éxito de
la Hilux fue
inmediato, aún ante otras importadas desde Japón como Isuzu, Nissan, Daihatsu, Mitsubixhi
o Mazda. Se planteó como una fuerte rival para las Peugeot, y el públio dejó de
lado los prejuicios contra la nueva marca, que se ganó la confianza de los
consumidores en base a un producto noble, resistente y casi irrompible. De
hecho aquellas Hilux ingresadas al país en los 80s todavía se ven circular por
las calles.
Conforme a
las modas, el tamaño de la Hilux
fue creciendo, dejando el nicho de las pickups chicas para incursionar en el de
las grandes. No sólo peleó contra la histórica y reverencial F100 sino que puso
fin a su historia en Argentina. Ford debió empezar a competir localmente con el
modelo Ranger para intentar frenar a la arrasadora Hilux.
Toyota
decidió producir la pickup en Argentina. En 1997 salió de fábrica el primer
ejemplar. Correspondía a la sexta generación del modelo. Su tamaño estaba en
plena evolución entre la pequeña camioneta que fue en sus orígenes y el
vehículo de gran porte que es hoy.
Inmediatamente se posicionó en el primer
puesto de ventas siendo hasta el día de hoy líder en su segmento, a pesar de
que la industria argentina prácticamente se especializó en este tipo de
vehículos, produciendo en este momento localmente no menos de media docena de
modelos de marcas distintas.
La versión
SR5 que estamos viendo, perteneciente a la serie “Autos Inolvidables
Argentinos” de Salvat, era la mas bonita y completa de aquella primera tanda
producida aquí. Exteriormente se distinguía por unos calcos que dinamizaban una
figura por demás de sobria y conservadora. Tenía doble cabina y era un perfecto
vehículo para compatibilizar el trabajo y los viajes en familia.
Esta
versión tenía la posibilidad de conectar la doble tracción mediante unas llaves
situadas en el centro de las ruedas delanteras. Su caja era de cinco
velocidades. La suspensión era independiente delanera y de eje rígido atrás.
Los frenos de disco adelante y de tambor
atrás eran suficientes para lidiar con la escasa potencia del motor, uno
de sus puntos débiles. El impulsor de 2,8 litros Diésel
atmosférico no contaba con turbocompresor, y los 78HP que podía desarrollar
eran escasos, principalmente para los sobrepasos en ruta, y su máxima apenas
llegaba a los 140 km/h.
Líder
mundial en su segmento y fabricada en muchos países del mundo, la Hilux sobrepasó el millón de
unidades producidas en Argentina y ya se posicionó como el vehículo más
fabricado en nuestro país en toda la historia
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