La empresa
Bugre se estableció a fines de los años 60s, de la mano del ex constructor y
preparador de autos de carrera, Francisco Cavalcante Bonsucesso, en Río de
Janeiro. También era representante de una red oficial de servicio Volkswagen,
la “Servi Volks”.
Brasil era
una plaza muy adecuada para estos pequeños Buggys playeros. Su clima tropical,
sus miles de kilómetros de playas y la abundancia de mecánicas de VW Escarabajo
disponibles hacían el ambiente perfecto para estos coches de estilo lúdico.
Pronto se
pusieron de moda en Brasil los kits Buggys procedentes de California, el precio
de los mismos eran muy altos, por lo que Bugre decidió construír sus propios
moldes en plástico reforzado con fibra de vidrio, a precios asequibles.
Rápidamente
los kits nacionales fabricados por Bugre dominaron el mercado y desplazaron a
los importados. El utilitario fue muy apreciado y al igual que su inspirador
americano tuvo mucho éxito y su presencia despertaba simpatías por doquier.
El objetivo
de Bugre era fabricar automóviles resistentes, durables, económicos, que
cumplieran con los requisitos legales y funcionales para circular tanto en
carretera como fuera de ellas, y también en las ciudades, donde los Bugre
tuvieron también gran aceptación.
El Bugre I se
construyó en 1970. A
partir de 1971 nuevas series se agregaron, debido a la gran cantidad de
variantes que se podían lograr en la carrocería plástica.
La
miniatura es marca IXO para la colección de Altaya Brasil, aunque es una
primicia ya que aún no fue editada en el vecino país.
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