GURGEL X12 TR (1979)

Antes de fundar “Gurgel Industria e Comercio de Vehículos Ltda”, en 1969, el ingeniero Joao Augusto Conrado do Amaral Gurgel tenía una empresa que fabricaba carteles publicitarios de plástico. Con las ganancias de esa empresa fabricaba karts de competición, con los que renombrados pilotos de Fórmula 1 iniciaron sus carreras, como el caso de José Carlos Pace y los hermanos Fittipaldi. En su afán de construír coches genuinamente brasileños en competencia desigual con las grandes fábricas instaladas en el país, él decía que la suya no era una “multinacional” sino una “muitonacional”.

Luego de algunos modelos como los buggys Ipanema de 1969 y Xavante de 1973 (solía utilizar nomenclaturas referidas a tribus indígenas locales),Gurgel produjo una cantidad de estos últimos destinada al ejército brasileño. Se trataba de una versión techada del Xavante (que hemos visto ya aquí).

El vehículo tenía claras aptitudes off road, y un ingenioso sistema de bloqueo de tracción que le permitía semejante comportamiento de un 4x4 sin serlo, con el consiguiente ahorro de peso, recursos y dinero. La versión civil de ese todoterreno se llamó X 12. Su motor era de 1,6 litros, de 49CV y ubicación posterior. Detrás de las puertas había pequeñas rejillas plásticas que permitían ventilarlo.

La velocidad final no era su fuerte: apenas alcanzaba los 108 km/h. Pero su principal virtud era su desempeño en caminos en mal estado o inexistentes, donde se las arreglaba para pasar, incluso con cierto confort de marcha y manejo.

Su estabilidad tampoco era para destacar, aunque su limitada velocidad disminuía los riesgos en las curvas cerradas. Su hábitat natural eran barro, agua, arena, montaña y bosques. Era sencillo de manejar y ágil también para la ciudad y para estacionar.

Como el resto de los coches producidos por la marca, su estructura era de Plasteel, perfiles de hierro tubulares reforzando una carrocería de fibra de vidrio. Todos los vidrios eran planos. Sus líneas eran rectas y el techo era rígido. En el frente disponía de un cabrestante manual con un cable de 25 metros de largo como equipamiento de serie. En la parte trasera, sobre la pequeña tapa por la que se accedía al motor, había un pequeño tanque auxiliar de combustible con 20 litros extra. Adelante estaba el tanque principal de 40 litros de capacidad, y apenas lugar para equipaje. El salpicadero sólo presentaba la información imprescindible.

Estos particularísimos coches que fabricaba Gurgel eran muy sencillos pero tenían el mérito de no ser parecidos a ningún otro. Sus diseños eran originales y no copiaban a ninguno. En 1979, toda la línea fue exhibida en el Salón del Automóvil de Ginebra.

La miniatura pertenece a la colección “Carros Inesqueciveis do Brasil”.

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