jueves, 24 de diciembre de 2020

CRESPI TULIA GT (1969)

 

A finales de la década de los 60s, el joven preparador Tulio Crespi cosechaba los primeros de su larga lista de éxitos en las categorías de automovilismo deportivo argentino. Su actividad se desarrolló en Fórmula Renault, TC y TC2000.

 


Cuenta la historia que a raíz de un accidente sufrido por el piloto Nasif Estéfano a bordo de un Torino en el Turismo de Carretera, los restos deformes de ese coche fueron a parar a los talleres de Crespi. A partir de esa coupé, el talentoso artesano de los “fierros” desarrolló un prototipo llamado Crespi Torino, que el público y la prensa no tardaron en denominar “El Petiso”.

 


Tomando los principios del “Petiso”, Crespi desarrolló lo que luego se llamaría “Tulia GT” y se convertiría en el primero de una camada de coches “fuera de serie” que se construirían en Argentina para intentar cubrir la demanda del público amante de los autos más extremos al estilo de los Muscle Cars americanos. Aquel prototipo tenía el motor retrasado 30 cm respecto a sus homólogos, y una caída de techo tipo fastback. Su potencia y comportamiento dinámico pronto lo llevaron al triunfo en la máxima categoría del automovilismo argentino. Tenía una altura total de un metro desde el piso y un despeje de 12 centímetros. 

 


A partir de aquel auto de competición, Crespi consideró que una versión de calle del mismo tendría éxito comercial, en un contexto en el que en el país las terminales no producían ese tipo de coches deportivos, sino que los que se consideraban como tales no dejaban de ser versiones de dos puertas de sedanes familiares. El Tulia GT fue el primer vehículo artesanal derivado de un Torino producido por un carrocero independiente en Argentina. Luego llegaron otros como Tiwle o Comahue. Y pudieron haber llegado otros locos inventos como las Liebre, Liebre II y Liebre III GT.

 


En 1975 Crespi se dio el lujo de exhibir en el Salón de París sus modelos Tulia y Tulietta, obteniendo gran repercusión, y el plan de Renault Argentina de apoyar comercialmente el lanzamiento de este último modelo como reemplazo del Renault 12 Alpine, proyecto que al final quedó trunco.


El Tulia GT tenía motor Tornado de 3.770cc y seis cilindros en línea. Rendía 176 HP y llegaba a los 200 km/h. La caja era la ZF de cuatro velocidades. Como opcional existía la posibilidad de equiparlo con carburador Weber y múltiple Macagno, lo que elevaba su velocidad máxima a los 230 km/h.


La carrocería había sido reducida en 40 centímetros. Las llantas eran de diseño específico producidas por la firma Ruedas Argentinas. 

 


La miniatura es de la serie “Autos Inolvidables Argentinos” de Salvat, y es una de las inesperadas y muy bienvenidas sorpresas de la colección. Tiene buenos detalles, aunque creo que debió ser distinta la caída del techo, que se asemeja mas a la del prototipo “El Petiso” que a los Tulia de producción. 

 


De todas maneras quise dejar esta entrada con la miniatura tal cual sale del blister y pensar en una modificación de la misma a futuro.

 

CRUISER

4 comentarios:

  1. Qué lindo auto!
    Qué lindos autos que tuvimos!
    Me gusta más la trasera del tuyo.

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  2. Me parece un híbrido muy acertado, teniendo en cuenta de donde deriva. Parece algo así como el frontal de un Lamborghini Urraco, soldado al cuerpo de un Ligier JS2... ...sino fuera porque éste último apareció después que el Tulia.
    La miniatura muy acertada, especialmente detallada en su primera mitad.
    Saludos.

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  3. Épocas en que despuntábamos el vicio con varios constructores artesanales de mayor o menor grado de profesionalidad. Con los toros, los Lutteral, Crespi, Winograd, etc (entre los que mas se vieron) y, obviamente, los chevrones y otros artesanales para otras marcas. Por supuesto, una mención especial se llevaban los fuoriserie...de serie, llámese Iava, Alpine, TN, GT90/100. El laburo de Crespi, como siempre, muy ambicioso, no se limitó a cambiar volante, llantas y alguna potenciación de motor, sino que hizo cirugía mayor, carrocería, modificación de chasis, casi un auto nuevo. No quisiera pecar de nostálgico, pero, que bueno si se apoyara, leyes mediante, la construcción de autos artesanales, con menos burocracia, etc, se genera mano de obra, exportaciones genuinas, etc, pero, mejor, dejo la política de lado. La miniatura, desde ya, pieza bienvenida, rareza que, de no ser por salvat, difícil encontrarla con cierta dosis decente en cuanto a calidad/precio, ni que hablar tu trabajo de hacerla 1ª y 2ª versión, eso ya es un lujo. Detalles?, seguro que sí, es de kiosco, creo ver un cierto conflicto en la línea del techo, y poco mas que eso, pero muy linda y original pieza. Un gran saludo y felicidades, Luis

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  4. Los focos traseros del Torino Comahue GT SE 80 1976/77, en vez de esos cuatro circulares, le daría una mejor visión atrás. Saludos.

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