En 1955 se había inaugurado en Santa Isabel,
provincia de Córdoba, la planta fabril de Industrias Kaiser Argentina. Mediante
acuerdos con Kaiser y AMC de Estados Unidos, la IKA produjo en el país vehículos tan
trascendentes como los Jeep, Estanciera, Baqueano, Gladiator, Carabela,
Bergantín y varios modelos Rambler. Para mediados de los años 60s, las fábricas
locales tenían un ojo puesto en la actividad deportiva. El tradicional “Turismode Carretera” se renovaba y comenzaba a incorporar los modernos Falcon y
Chevrolet 400, y la IKA
no tenía un coche de perfil deportivo para incursionar en ese ámbito y en el
nicho de los coches potentes y veloces. Las carreras eran ya una
vidriera que potenciaba ventas y eso no era una cuestión para descuidar.
Se apuntó entonces a producir localmente un
modelo basado en la tercera generación del Rambler 440 “American”, un anodino
coupé norteamericano producido por AMC que la marca había presentado a fin de
competir en el nuevo segmento de los compactos entre los que estaban los Ford
Falcon, Chevrolet Corvair o Chrysler Valiant.
Sin embargo, al nuevo producto de
IKA se le quiso dar desde el principio un perfil distinto. El auto sería
revisado, reformulado e incluso rediseñado a fin de otorgarle un carácter propio
y diferenciado, más a gusto del perfil del comprador local. Debía tener la
fortaleza de un americano y el estilo de un europeo.
Formaba parte del proyecto el quíntuple
campeón de Fórmula 1, Juan Manuel Fangio, quien se supone que utilizó sus
contactos e influencias para encargar al estudio Pininfarina el trabajo de
pasar en limpio las líneas del Rambler 440. La labor del estilista italiano se
centró en las zonas frontal, posterior, y en los interiores.
Utilizando
recursos de diseño ya aplicados en anteriores creaciones de la casa, el Torino,
que así se llamó por la ciudad italiana donde se desarrollaba la labor de
Pininfarina, presentó un estilo propio y bien logrado.
La parte mecánica tuvo también un desarrollo
independizado de la de su mentor norteamericano. La suspensión delantera era
independiente y la trasera de ballestas fue reemplazada por resortes
helicoidales y amortiguadores de doble función. Se presentaron dos versiones,
una de cuatro puertas, basada principalmente en el Rambler Classic del 62/63. Algunas
partes, como las puertas, eran intercambiables con las de aquél coche, que
también producía IKA en nuestro país.
Pero la más interesante versión fue la
coupé, que presentaba la novedad a niver local de tratarse de una “Pilarless”,
es decir que carecía de pilar B y los vidrios de las ventanillas de las puertas
no tenían marcos.
El modelo de 4 puertas se llamó “Torino 300” y el coupé “Torino 380” . El primero con motor de
seis cilindros y 2.960cc, y el segundo con 3.770cc, con mayor entrega de
potencial. Pero la estrella de la marca fue el “380 W”, presentado en 1966 y
producido hasta 1970. El 380 W equipaba el motor “Tornado Superpower 230” con árbol de levas a la
cabeza agregaba esa letra para indicar que equipaba 3 carburadores Weber. Con
ese aditamento su potencia llegaba a los 174 HP y su máxima declarada, a 199 km/h . Aceleraba de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos.
El interior del coche destilaba buen gusto
italiano. Cuero en los tapizados y madera de nogal en el torpedo. Múltiples
relojes indicadores circulares acentuaban su carácter deportivo. Las butacas
tenían regulación y memoria, y presentaba palanca de cambios al piso, siendo el
primer coche local en adoptar esa novedad. Su potencia y su aspecto lo hacían
ver casi como un “muscle car” de los que empezaban a escribir una historia
grande en Estados Unidos.
Hábiles manejos publicitarios presentaron al
Torino como “El auto argentino”. En una época donde no abundaba la información,
muchos creyeron que eso era realmente así, aunque no es del todo cierto. Si
bien fue repasado y reconfigurado tanto estética como mecánicamente aquí, no se
podía negar su origen Rambler. A favor de quienes sostienen aquél dudoso
título, debemos decir que el Torino tal como lo conocemos no fue un auto igual
a ningún otro, sólo se fabricó en Argentina y a diferencia del intrascendente
Rambler American, aquí se convirtió en leyenda, con 16 años de vida comercial y
poco menos de cien mil ejemplares producidos.
Pareciera mentira, pero el momento de
presentar un icónico Torino en este blog ha llegado, gracias a la tan
largamente esperada y bienvenida colección Salvat. Si bien el esfuerzo es
plausible, la calidad de la reproducción deja bastante que desear en este caso.
Las armónicas líneas del coupé Torino están bastante desdibujadas en la
miniatura, que tiene errores bastante groseros.
Para mejorarla no bastaba con
retocar o pintar, había que “meter mano” en el molde, algo que nunca había
hecho hasta ahora. Para ello fue necesario despintar por completo y trabajar a
lima y lija. Los puntos mas conflictivos eran tres. Primero: la moldura que
arranca en el guardabarros trasero no seguía la línea horizontal del zócalo del
coche, sino que apuntaba hacia arriba. Era necesario limarla para llevarla a su
lugar. Segundo: La parte baja de los aventanamientos laterales debía seguir la
suave curvatura de la línea de cintura, de la cual es prácticamente
equidistante en todo su recorrido. La maqueta presentaba una línea recta en ese
lugar, que la llevaba a alejarse de la línea de cintura a medida que se iba
hacia atrás. Ese mismo defecto pudo haber incidido en el tercer punto, que es
el exiguo tamaño de la luneta.
Allí tuve que limar poco más de dos milímetros
en el encuentro de ésta con el volumen del baúl. Todo este trabajo era nuevo
para mí, lo que sumado a la difícil tarea de hacerse de estos primeros números
de la colección, lo hacían riesgoso porque temía fracasar y perder la única
maqueta que había conseguido para mí. Pero miraba y remiraba la miniatura y
lamentaba que no hubiera capturado el espíritu y las cautivantes líneas del
Torino original. Eso me decidió a intervenir. Prefería fracasar en el intento
antes de conformarme con esa pobre reproducción.
Una vez que reformé el molde me dediqué a los
trabajos más “normales” y habituales, aunque el tema de hacer una nueva luneta
de la nada tampoco es sencillo. En los laterales, los acrílicos de las ventanillas quedaron chicos
luego de bajar la línea inferior de los mismos, por lo cual decidí aprovechar
la característica del Torino y enfatizar la falta del pilar B, haciéndolo con
todos sus vidrios laterales bajos, a excepción lógica de los ventiletes, que tuve que rehacer debido a que en el proceso se arruinaron.
Una vez repintada la carrocería, pinté de
negro los bajorrelieves de la parrilla, y los zócalos. de plateado el escape y
le dí toques de color símil madera en interiores y volante, amén de una franja
cromada que recore los interiores del tapizado de las puertas. Retoqué las
ópticas traseras, cuyo diseño e implante en la carrocería no son de lo más
feliz de la miniatura. Había algo que seguía sin cerrar, y eran las ópticas
delanteras principales. En la maqueta tenían un aro cromado que estaba puesto
por encima del molde, haciéndolas sobresalir de un modo “antinatural”. Aquellos
faros no sobresalían, y el aro era cóncavo en lugar de convexo. Reemplacé todo
el grupo óptico (aro y acrílico) por un par proveniente de un donante, un
Peugeot 203. Las nuevas ópticas calzan justo dentro del vano del molde, y
quedan incrustadas de manera similar a las del Torino original. El conjunto
parrilla/faros auxiliares era de mucho espesor también, y sobresalía de la
chapa, por lo que tuve que desgastarlo desde atrás para que quede a ras de la
carrocería.
A raíz del repintado, todos los calcos
desaparecieron, por lo cual tuve que recurrir a AutoCAD y al papel para calcos
transferibles al agua, y volver a hacerlos y pegarlos en sus lugares. El color
plata original de la pintura de la maqueta lo reemplacé por el “Gris castillo”
de IKA, o mejor dicho el más parecido que pude hacer preparar, ya que esos
colores antiguos están descatalogados aún en las pinturerías especializadas. Tuve
que reconstruír todos los fliletes cromados de los bordes de las ventanillas,
zócalos y cola, mediante el limado de la pintura en esos lugares y su posterior
cubrimiento con barniz para evitar que la oxidación los torne oscuros a corto
plazo. Eliminé los espejos retrovisores, que no eran originales del modelo, y el pintor rellenó con masilla esos huecos de la carrocería.
El resultado ustedes lo pueden juzgar en las
fotos, particularmente me dejó satisfecho en líneas generales, aunque la lente de la cámara no perdona y aquí se ven detalles mejorables que a simple vista ya cuesta un poco notar. Fue un desafío nuevo al que sólo
me empujó la suma de defectos de la maqueta original. Esperemos que éste sea el
primero de los Torino de la colección Salvat, ya que todos quisiéramos ver a
los TS, TSX o GR en las vitrinas, pero si no fuera mucho pedir, sería bueno que
revean este molde, que con unos pequeños cambios mejoraría notablemente.
Para esta intervención de “cirugía mayor” he
tenido el valioso aporte de gente muy bien dispuesta, que mediante el
intercambio de ideas ha hecho posible el resultado. Quiero agradecer a mis
amigos Eduardo “Gaucho” Felizia, Julián “Orangeclockwork” Mancebo, Fernando
Bustos, el Cabo Reyes y Mauro Rossi, quienes vieron el proceso desde el principio y aportaron sus puntos de vista. Emilio Heymans y
su amigo Nacho Salvetti, que colaboraron en la cuestión del color, al especialista en chapa y pintura Fede Garnero y su paciencia, para lograr un trabajo de pintura perfecto.
A continuación algunas fotos de la maqueta original:
A continuación algunas fotos de la maqueta original:
Excelente laburo "quirúrgico" hiciste!!!
ResponderEliminarEste Torino tiene sus fallas en el molde, pero es el primer y único Torino en Die cast y en escala 1/43 hasta ahora. Y aprueba el rubro, sin dudas.
Me encanta el color, mas que el gris, como detallaste el interior y al sacárselos vidrios queda mas lindo todavía.
Saludos, amigo!
Gracias Mauro. Los vidrios los saqué porque no tenía otro remedio, habían quedado chicos luego del limado de los laterales, pero igual, sirve ver al Toro con esa característica, que sólo tuvo acá también la Dodge Coupé.
EliminarSaludos!
Volví a verlo, porque no me canso de mirarlo!!
ResponderEliminarTe mande un WP, haceme caso y hacele ese par de boludeces que te dije y te queda un lujo asiático, como decía un jefe mio.
abrazo!
Si si, ya charlamos de éso. Gracias!
EliminarMaravilloso resultado parece como si hubierais sido vos el creador de esta belleza si no es por que lo mencionas cualquiera acierta
ResponderEliminarEnhorabuena por el resultado
Saludos
Gracias. De hecho es mi creeación, aunque me hubiera gustado más no haber tenido que tocarlo y que el molde hubiera tenido un poquito mas de esmero.
EliminarSaludos!
Te felicito por el "curro"! Yo soy de los que se hubiesen conformado, sin duda. Y la cosa es que yo al Salvat lo veo bien y me gusta, pero claro, tú eres el que conoce adecuadamente al original y puedes saber lo que se debe cambiar y lo que no.
ResponderEliminarAfortunadamente también tuviste ayuda detrás!
Saludos y felicitaciones por tener, por fin, tu propio Torino versión 2.0.
Por supuesto, fueron varios a quienes consulté y tuve la ayuda invalorable del amigo que lo pintó, de pura "onda", como decimos acá. Siempre me pasa lo mismo cuando veo errores en los moldes de los coches que conozco bien, me pregunto cuántos errores tendrán los coches que tengo de Europa del Este, por ejemplo, los cuales nunca ví en directo.
EliminarY bueno, es lo que hay.
Saludos!
Quedó muy bueno, bien valió la pena tanto laburo, el resultado es elocuente. Felicitaciones.
ResponderEliminarGracias Julián. Y el arreglo de las ópticas delanteras vino a cuento de una observación hecha por vos, en un rubro al que todavía no había llegado, pero tampoco tengo la seguridad de que lo habría de descubrir a tiempo. Realmente con ese cambio el frente cambió mucho y se nos hizo más familiar viéndolo así con los aros cromados embutidos.
EliminarSaludos!
impresionante trabajo
ResponderEliminartenés un torino único,
seguramente el mejor de la camada
Gracias, viendo las fotos encuentro defectos todavía, así que es probable que lo siga laburando un poco, ahora era mucha la ansiedad por hacer la entrada, porque vino muy demorado.
EliminarSaldos!
Que buen laburo!!!! Es evidente que cuando la pasion y las habilidades (con una gran fuerza de voluntad) se unen, todo se puede mejorar. La expectativa por ver tu toro fue satisfecha con creces. Flores y laureles para vos!!!!!
ResponderEliminarGracias amigo! Un poco exagerado de tu parte, pero me quedo con los laureles, las flores me dan como cosita... jajajaja!
EliminarSaludos!
¡Hecho a medida! Y menos mal que el zamac es blando , porque esos trabajos hay que hacerlos a mano .
ResponderEliminarExcelente decisión la de dejarlo con los vidrios bajos , porque permite apreciar las reformas del interior , muy importante en el aspecto de este auto.
Es un trabajo enorme el que venís haciendo con estos modelos , pero está pagando con creces .
¡Felicitaciones!
Viniendo de quien viene, un elogio muy apreciado. Siempre que veo el modelo terminado me preocupan mas los detalles mejorables que los que han quedado bien, ése es el problema de los perfeccionistas. Pero bueno, se aprende haciendo.
EliminarSaludos!
Cuantas noches de debate!!! Aquí están los frutos y la buena mano deL propietario!
ResponderEliminarCierto Cabo, todas esas charlas fuero productivas porque ayudaron a hacer las correcciones a la maqueta, por eso las destaqué en el comentario. En este caso, como una docena de ojos vieron mas que dos.
EliminarSaludos!
Hola, quisiera saber cómo construiste la luneta trasera, ya que en algún momento me gustaría hacer algo similar. La verdad impresionante como quedó, ¡te felicito!
ResponderEliminarHola Pepe. Gracias por pasar y comentar. La luneta es una de las cosas mas difíciles de hacer. Por lo general son piezas de coches donantes. En un tiempo apareció una colección de Altaya de coches de Rally, y como eran mis primeros años de coleccionista y mi temática no estaba aún definida, empecé a comprarlos. Eran baratos, y compré unos cuantos. Hasta que me incliné definitivamente por autos de calle del siglo pasado. Todos aquellos quedaron de donantes. Así que es cuestión de buscar una luneta o un parabrisas cuya curvatura coincida con la que querés reproducir o reemplazar. Después se va limando lo que sobra con cuidado de no pasarte para que no queden espacios abiertos. Otra alternativa es buscar una botella plástica tipo PET, ésas tienen curvaturas en todos lados, y fijarte qué parte de la botella coincide con el radio de curvatura necesario, cortar un pedazo de la forma aproximada y empezar a darle forma a lija. Siempre lijando y probando. Otro método, cuando las lunetas no son tan curvas, es usar el mismo plástico del blister de los coches. Si necesita una pequeña curvatura, se logra apoyándolo sobre una superficie plana caliente. Enseguida se dobla un poco la cara expuesta y éso además de facilitar el trabajo le da mas rigidez. Es cuestión de prueba y error, y exige un poco de paciencia nada mas.
EliminarSaludos!
Excelente transformación, que además te permite observar los interiores. Aunque te haya costado, seguro que has disfrutado de lo lindo cambiando opiniones y consejos con los amigos especialistas. Yo he aprendido unas cuantas cosas del Torino, un coche que tuve como fondo de pantalla en mi primer ordenador de casa, y que mis hijos conocen como paradigma de la automoción argentina.
ResponderEliminarSaludos.
Don Diego tuve que ir personalmente a BAIRES para adquirir un Falcón y un Torino pero lo comparo con el Torino de Bubby,este es mucho mejor terminado.
ResponderEliminarEres un verdadero CIRUJANO PLÁSTICO,porque tienes otros modelos los convertistes en exclusivas piezas de colección. Mil felicitaciones.
Muy buen laburo, la verdad es que hay que tener ganas y pasión para hacer todas esas reformas. El mío recibirá sólo un trabajo de calcas.
ResponderEliminarAbrazo!
No quedó feo, pero el error más grosero que trae la carrocería del modelo de Salvat no lo corregiste, la línea superior al zócalo debe seguir hasta cortar el pasarruedas trasero y no cortarse antes. Esa es una característica de los primeros cascos, como el de la maqueta que es 67.
ResponderEliminarSlds.
Jorge
P.D: ningún Torino trajo motor Tornado Superpower, todos se denominan Interceptor.