miércoles, 27 de mayo de 2015

FIAT PREMIO (1987)

En la segunda mitad de los años 80s crecía entre los brasileños al gusto por los coches de tres volúmenes. Fiat tomaba nota de esa tendencia, y ya había producido un tres volúmenes derivados del Fiat 147: el “Oggi”, que a pesar de no haber tenido el éxito de ventas esperado había inaugurado un nuevo segmento.



En 1985 se presentaba el “Premio”, otro tricuerpo que evolucionaba a partir del exitoso Fiat Uno. La transformación se hizo en el Centro de Estilo Fiat de Turín. La ventaja del Premio era su descomunal baúl, de 530 litros.



Dos años después de su lanzamiento, apareció la versión de cuatro puertas, según una tendencia del mercado que indicaba que el consumidor brasileño, afecto a los coches de dos puertas, iba cambiando sus preferencias.




Los motores del Premio también presentaba un nuevo motor de 1.297cc en reemplazo del 1.049cc que equipaba el Uno. También se ofreció con el 1.499cc fabricado en Argentina, que equipaba aquí al Uno y provenía del 128 Super Europa. La adaptación del “1500” al alcohol que se utilizaba en Brasil debió incluír también una modificación en el sistema de admisión, que se aprovechaba de los gases de escape, pero el resultado era un ruido muy particular, que los brasileños llamaban “efecto farfalla” y que hizo que ese motor no fuera aceptado por el consumidor brasileño.



El motor “1500” además era bastante pesado, por lo que el tren delantero debió ser reforzado con barras tensoras. El gran brío de ese motor también producía en el arranque una convergencia de las ruedas delanteras que producían un desgaste prematuro de los neumáticos.



Una característica del Premio era un rodar diferente debido a su configuración tricuerpo. Sus casi 40 cm más de longitud respecto al Uno y su volumen trasero le conferían. Hay una explicación para ello, que se llama “momento polar de inercia” y se relaciona con la distancia entre el eje trasero y el extremo del coche. A mayor distancia, mejor comportamiento. El centro de gravedad también se trasladaba un poco mas atrás, haciéndolo más maniobrable.



El Premio de cuatro puertas se exportó a Italia, con la marca Duna, como la que se utilizaba en Argentina. Para el mercado de exportación los niveles de terminación y equipamiento eran mayores. La motorización también era diferente: 1.116 y 1.301 cc. Entrada la década de los 90s otra vez la gama fue equipada con motores argentinos, los 1,6 supercuadrados de 84CV. Su desempeño mejoró, era un motor mas moderno y llevó la velocidad máxima a 177 km/h. Fiat llegó a alcanzar una importante participación en el mercado en base a este confiable producto, y aprovechando la circunstancia de que la unión Ford-Volkswagen y sus lanzamientos de “híbridos” no fue bien recibida por el público. Ante esa coyuntura Fiat se mantenía por sí misma, ofreciendo productos de buena calidad y dando imagen empresarial de solidez.



Desde 1994, y debido a la integración del Mercosur, el Premio regional dejó de producirse en Brasil, y todo lo que se vendía provenía de Argentina. A partir de 1997 el coche era fabricado por Fiat Argentina, en lugar de las primeras unidades, producidas por Sevel, las cuales tenían serios y conocidos problemas de calidad, en especial en el rubro corrosión. Aunque en Argentina se siguió fabricando y vendiendo, en Brasil se retiró de la oferta en 1996.

La miniatura es de la colección “Carros Inesqueciveis do Brasil”, con los consabidos retoques.

CRUISER


4 comentarios:

  1. Esta muy bueno y tambien lo tengo, pero tiene un defecto en el molde y es en el remate del baul, parece como que tiene una "pestaña" hacia arriba. En la foto de atras se aprecia bien.

    Para qiuen no tiene un Duna en 1/43 es una opcion mas que buena, pero al Duna de Norev hasta ahora no hay con que darle: es perfecto.

    Saludos!

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  2. mira tú el duna coupé!
    he visto algunos en la calle y me sigue sonando como un injerto.
    el trabajo de ixo se ve bien, zafa.

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  3. Linda miniatura, es un de los tantos (casi todos che...) autos que, en mi vida, ni fu ni fa...
    Abrazo!

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  4. Me resulta muy interesante y más en cuanto que no tengo ningún Palio, Duna, o FIAT Uno (deseo éste en versión turbo sobremanera).
    Coincido con Mauro, la trasera es poco convincente. Y el molde se ve con cierto sobreexceso de pintura, pero esto ya es esperable.

    En todo caso es muy interesante para nosostros los "arqueólogos" de los modelos ochenteros (y en vuestro caso, incluso noventeros).

    Saludos

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