El DS 21
Presidencial fue diseñado por la oficina de estilo de Citroën y construído por
la carrocera de Henri Chapron para el general De Gaulle, siendo luego utilizado
por el presidente Georges Pompidou.
El mismísimo Maybach
podría esconderse dentro de él. El Présidentielle tenía una anchura de 2,13 metros .
Tenía espacio de
sobra en las plazas traseras para tomarse una copa como en el bar o acomodar los
pies en una alfombra que le llegaba hasta los tobillos.
Sin embargo, De
Gaulle decía no sentirse cómodo en este coche: un grueso cristal le separaba
del conductor y le impedía charlar con su privilegiado chofer. ¿O era el motor
lo que realmente le molestaba? La berlina de 2,7 toneladas llevaba un cuatro
cilindros de 2,2 litros
y desarrollaba unos escuálidos 104 CV.
Es verdad que rendía fuerza más que
suficiente para pasearse durante la fiesta nacional, pero era una motorización
ridícula si se compara con la del Mercedes 600 que utilizó el canciller alemán
Kurt Georg Kiesinger en su visita de 1968: un impresionante V8 de 6,3 litros con 250 CV.
La maqueta es realmente
grande, mide 15,5 cm .
de largo.
En las fotos que
siguen hago una comparativa con un DS “normal”, con el que sólo compartía el
“aire de familia”, ya que no tenían ningún elemento de la carrocería en común. Hasta resulta bastanta incoherente la parte trasera respecto a la delantera desde el punto de vista del diseño, no se ven como partes del mismo auto. Pero Citroën tenía una larga tradición en la provisión de coches presidenciales (hasta el día de hoy) y siendo el DS un orgullo nacional, no había forma de que otro vehículo ocupara su lugar, por más conflictiva que resultara su transformación de coche futurista a limusina de representación.
La miniatura es
marca Norev.
CRUISER
es verdad que es grandote, tanta opulencia contrasta con el espíritu de citroen.
ResponderEliminarpero más me sorprendió el peso,
se ve que estaba bien blindado.
y tenés razón con el diseño.
este chaprón era un pata dura.
Hay una variedad enorme de carrozados sobre el DS, existiendo una colección temática sobre él pero este Chapron no deriva del DS a pesar de su aire de familia como bien dijiste. DeGaulle (a quien tuvo la suerte de conocer mi padre en 1970) se salvó de un atentado gracias a la pericia y a un DS, escena recreada en la película "Chacal". Pero por lo visto no disfrutó mucho del Chapron...
ResponderEliminarSaludos!
¡"El día del chacal"! Espectacular película de 1973, con Edward Fox, basada en el libro del mismo nombre de Frederick Forsythe ("Odessa", "Los perros de la guerra", "El cuarto protocolo", "La alternativa del diablo", etc, etc). Nada que ver la nueva película de 1997 con Bruce Willis y Richard Gere... ¡porquería!
EliminarHola Cruiser!!!!
ResponderEliminarLo bueno de esta versión, es saber como se vería un DS con baúl. Y la verdad es que sería muy feo...
Y el motor, servía solo para dar una vuelta a la manzana, ya que la aceleración sería más que paupérrima con esa potencia.
Pero la miniatura se ve excelente, con ese tamaño que mete miedo.
Saludos!!!!!!
No me gusta, entiendo que haya sido un auto presidencial pero me parece un "mastodonte", prefiero mil veces el DS que pusiste en la ultima foto.
ResponderEliminarSaludos!
Estoy asombrado, no imaginaba un Citroen de esas proporciones y no lo conocía. Me parece que pudieran haberlo hecho un poco mas estético conservando las proporciones y sin perder lo presidencial. El modelo está de maravillas e impresionante.
ResponderEliminarSaludos !!
Curiosamente no comparten nada de la carrocería, pero sí la distancia entre ejes, lo que hace que el alargamiento sea en base a puro voladizo tanto delantero como trasero (éste en mayor medida), más allá de las formas angulosas de la zaga que no se corresponden con las redondeces del frente, en resumen un lindo cambalache que no sorprende sabiendo que se trata de un Citroen, marca que siempre se destacó y hasta el dia de hoy con diseños jugados y fuera de los cliches habituales.
ResponderEliminarLa miniatura me gustó, es infaltable en cualquier colección de grandes limusinas de representación.
Saludos
Viendo las distintas opiniones de los colegas, pienso que si un diseño Citroën no despierta amores y odios a la vez no es un buen diseño Citroën. Lo peor que le puede pasar a un modelo de la marca es tener un diseño convencional que guste a todos o al menos que no disguste a nadie, y es lo que le pasó en los años 90s cuando se "apeugeotizó" demasiado y perdió bastante identidad. Seguramente no habrá en el mundo otra limusina que se precie de la originalidad que tenía este Presidentielle.
ResponderEliminarSaludos!
Hermoso vehículo, me gusta mucho.
ResponderEliminarLo más bello es esa larga cooola...
Gran miniatura Diego, te debe ocupar una hilera y media más en tu vitrina.
Abrazos!
desconocía el modelo, interesante y buena la comparación, me imagino tal vehículo la imponencia del mismo, con lo que me gustan los vehículos grandes, de hecho tengo un aspen del 79......saludos..DICHATO.
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