domingo, 2 de agosto de 2020

PORSCHE TERAM PUNTERO (1958)

Terminada la Segunda Guerra Mundial, Porsche cargaba con el estigma de haber colaborado con el gobierno Nazi, por lo cual tenía vedado el acceso a financiación para resurgir de los escombros de la Alemania devastada. Sus instalaciones habían sido destruídas por las bombas y sus clientes ya no eran un nicho importante. Sin embargo los ingenieros Porsche (padre e hijo) eran reclamados por los franceses, que queían tener una versión propia del “coche del Pueblo” (el Beetle). Los industriales locales, encabezados por Peugeot, vieron en esa iniciativa un peligro para sus intereses, y mediante intrigas y conspiraciones lograron que Ferdinand Porsche, su hijo y su yerno terminaran en cárcel acusados de crímenes de guerra.



Sin juicio previo, ese encarcelamiento en los hechos fue prácticamente un secuestro extorsivo, ya que la fianza exigida era exorbitante. Ferry Porsche, hijo de Ferdinand, tenía que reunir el dinero de la manera que fuere, y se dedicó a producir motores para bombas de agua y tornos, invirtiendo los últimos ahorros de la familia. La necesidad de colocar la producción lo hizo cerrar tratos comerciales con distintas empresas y países.



De esa manera los motores Porsche llegaron a Argentina. Los empresarios locales Pedro Daverda y Federico De Bucourt por un lado, y Nilson Bongiovanni por el otro, que a poco fabricarían los modelos Teram Puntero y Zunder, con los tetracilíndricos bóxer alemanes como impulsores.



Los primeros motores Porsche, como ya hemos comentado en el blog, fueron montados en los Justicialista Sport. El arrebato de ego del presidente Perón terminó por traerle consecuencias. El modelo Justicialista fue dado de baja luego de la revolución de 1955.




El stock de partes mecánicas y de carrocería se vendieron al mejor postor, terminando siendo adquiridos por la empresa Teram. Se trataba en total de 144 chasis de Justicialista Gran Sport, cuyo nombre e imagen deberían cambiarse si se querían vender, ya que las fotos del ex líder a bordo del Justicialista Sport fotografiado en lso jardines de su residencia era algo que se quería evitar a toda costa.



Teram decidió reformular la trompa del coche, adaptándole una muy semejante a la del deportivo Porsche 356, el cual aún pese a las dificultades estaba adquiriendo un naciente prestigio en Alemania. La misma empresa Porsche supervisó los cambios y proveyó de elementos originales para realizar la transformación. Porsche también licenció la marca de manera que Teram pudo producir el primer Porsche auténtico fuera de Alemania. Es de destacar que algunos elementos de diseño presentes en el Teram luego fueron incorporados a los Porsche europeos, como por ejemplo los conjuntos pilotos delanteros con las pequeñas rejillas adosadas a los mismos. 



Se le hicieron a los chasis los cambios necesarios para alojar el motor en la parte trasera. Elementos como ópticas, butacas, instrumental, eran importados de Alemania. Los elementos de carrocería eran de fibra de vidrio, fabricados localmente. Los motores eran de 1.488 y 1.582cc, lo cual sumado al bajo peso del conjunto, le daban una excelente relación peso/potencia. Las 144 unidades se fabricaron y vendieron entre 1958 y 1963.



Se trataba de un coche atípico dentro de la incipiente industria local. Era construído artesanalmente y su calidad no difería de la de los mejores deportivos europeos contemporáneos.



La producción del modelo no tuvo continuidad luego de agotarse el stock de chasis disponibles. Hoy por hoy el coche es muy escaso y los pocos sobrevivientes son objeto de cuidado extremo por parte de sus propietarios, exhibidos solamente en raras oportunidades.



La miniatura es parte de la colección “Autos Inolvidables Argentinos”, es una aparición muy grata, ya que se complementa perfectamente con la del Justicialista Sport. En las fotos, se aprecian similitudes y diferencias entre ambos coches, y también se puede comparar con el referente europeo, Porsche 356.

CRUISER



10 comentarios:

  1. Lamentablemente, una de las contras con las que la industria, no solo automotriz, tiene que pelear acá, es el tema de la falta de continuidad, si lo empieza uno, para el otro es malo y viceversa. En el caso del Institec, se sumó el ego y la soberbia de perón, poniendo su nombre a todo lo que tocaba, dando como resultado, que todo con lo que se hizo autobombo, fuera destruido o minimizado, aún las iniciativas que, corrigiendo defectos, hubieran sido útiles. Mas lamentable aún, es que sigamos repitiendo los mismos errores, 70 años después. En cuanto a Teram, desconozco las razones por las cuales el proyecto no prosperó, falta de planificación?, rachas económicas? la realidad es que un producto de interés, con el aval de una empresa como Porsche no se logra todos los días, y nosotros teníamos dos, por lo que sea, ambas fueron absolutamente fugaces. Yendo a la miniatura, coincido con tu apreciación, y también festejo que aparezcan estos modelos, todos los que se puedan, ya que, de no ser por las miniaturas, muchos no conocerían a los pioneros de nuestra industria, y eso es muy valorable. Con mas virtudes que defectos, representa muy adecuadamente las líneas y sencillez de este extraño habitante de nuestra fauna automovilística. Saludos. Luis

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    1. Hola Luis. Habría que ve si la idea de la empresa iba más allá de solamente vender el stock de Justicialistas. Quizás sólo hayan apuntado a éso, la verdad no lo sé, supongo que no tenían en sus planes algún otro modelo.
      Saludos!

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  2. Coincido con Luis en su comentario y en su pregunta.
    Imagino que a Teram sólo le cerraban los números comprando componentes, chasis, y motores a precio de subasta.
    No debe haber sido fácil fabricar un auto de primera línea, sobre todo en un país como éste.
    El modelo es sencillo pero se ve muy bien hecho.

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    1. Es muy probable por éso, que sólo se hubieran propuesto terminar el stock de Justicialistas. Además no creo que hubiera sido un nicho muy demandado por aquellos años el de los deportivos de lujo.
      Saludos!

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  3. Muy linda miniatura, me gusto mucho. Nada que objetarle!

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    1. Es muy cumplidora y realmente una rareza que se agradece.
      Saludos!

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    2. Es muy cumplidora y realmente una rareza que se agradece.
      Saludos!

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  4. Un Porsche argentinizado muy bien logrado, coincido con Luis que esta colección muestra la realidad de la Industria Argentina de móviles, que muchos lograron hundirla. Saludos.

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  5. Coincido en lo expuesto en éste y otros foros: un vehículo que a pesar de su rareza, y de su clara influencia teutona, mantiene todo su carácter argentino, imprimiendo su propio criterio deportivo.
    La miniatura es cumplidora, y contra lo que pueda parecer, siempre es difícil reproducir esas líneas aparentemente sencillas, y no fallar en el intento. Los aditamentos, aunque parcos, están suficientemente reproducidos. Una bella y exótica curiosidad.
    Saludos.

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  6. Asombrosa la capacidad argentina para fabricar Lotus o Porsche auténticos, demostrando, antes que nada, su pasión por todo lo que lleve motor y ruedas. Y la miniatura da fe de ello, realzada con el apropiado color plata. Un descubrimiento más que no dejo de agradecer.
    La historia de los ingenieros Porsche ha dado lugar a muchos relatos. Hace muchos años leí que uno de ellos (no sé cuál) había compartido calabozo tras la SGM con Carlo Abarth. Los franceses le habrían obligado a diseñar el Renault 4 CV (llamado 4/4 en España), cuyas primeras unidades lucieron el color arena, de camuflaje, procedente de la pintura requisada al Afrika Korps de Rommel.
    Permite que recomiende un libro que encontré hace cuatro o cinco años en la Feria del Libro de Madrid: “Flechas de plata”, de Walter Kappacher, de la estupenda editorial argentina Adriana Hidalgo Editora. Es una novela muy interesante para conocer los entresijos de la industria alemana del automóvil durante el nazismo, pues trata de la vida del ingeniero jefe sucesor de Porsche en Auto Unión, al salir éste de la marca para encabezar Volkswagen.
    La rivalidad con Mercedes, los récords y el accidente de Rosemeyer, la reconversión de los ingenieros para el diseño y producción de armamento, destacando el proyecto de los misiles V1 y V2, la utilización de mano de obra esclava, etc. Todo ello sin ningún reparo moral, por supuesto, que ninguno de ellos era nazi convencido, qué va hombre, qué va. Sólo eran científicos.
    Saludos y perdón por la extensión.

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