jueves, 1 de octubre de 2015

TUK TUK (1980)

Dentro de la recordada colección “Taxis del mundo”, Altaya incluyó un par de curiosos especímenes, que de no ser por esa serie, nunca hubieran tenido un lugar en mis vitrinas.



Uno de ellos es el Tuk Tuk, un triciclo motorizado que se inventó en Bangkok hacia 1960. Se inspiraba en un vehículo de reparto de fabricación japonesa. Aunque sus raíces pueden rastrearse mucho mas atrás en el tiempo. En 1933 un comerciante chino que vivía en la provincia tailandesa de Pongsopon construyó una bicicleta con dos ruedas posteriores, carrozando un sector a fin de llevar pasajeros, llamado Samlor.



Los Samlor se utilizan aún en Tailandia, aunque en las ciudades con más caos de tránsito se han prohibido por contribuir a los embotellamientos. En 1960 forzozamente tuvieron que dejar de circular por las calles de Bangkok, y esa misma prohibición fue el germen del Tuk Tuk, que no era otra cosa que un Samlor motorizado.



Son muy parecidos a los triciclos motorizados que tienen al conductor adelante y una caja de carga trasera. Su nombre se debe a la onomatopeya del sonido que emiten. Los motores eran por lo general de origen japonés, de dos tiempos refrigerados por agua y 175cc. La construcción al principio fue artesanal, existiendo después pequeños talleres que producían las partes en serie, y posteriormente fueron totalmente productos fabriles terminados.   



En Tailandia y en otros lugares de Asia, se emplean como taxi económico que tiene la ventaja de ser ágil y sortear fácilmente los normales embotellamientos y caos de tráfico. Son un atractivo para los turistas occidentales que disfrutan de un pintoresco paseo sin “paredes” ni ventanas.



Como contrapartida, los gases de combustión tóxicos son inhalados por conductor y pasaje, lo que sumado al resto de los coches que pueblan las estrechas calles convierte al viaje en una experiencia asfixiante y poco saludable.




Recientemente se trató de alentar con normativas específicas, el uso de motores de cuatro tiempos, movidos a gas natural, y otros con impulsores eléctricos a fin de mantener la tradición y evitar la contaminación.



La miniatura es de origen Ixo para Altaya.

CRUISER

7 comentarios:

  1. Una Hermosura ! Una máquina rústica y sin pretensiones para que alguien se gane unos mangos para subsistir . Sobre la contaminación . . . mientras no tenga motor VW !
    A la miniatura , a pesar de que no es lo mío , también la miré con codicia . Es que está muy buena , quizás el tren delantero podría ser retocado , pero habría que verlo en la mano primero.

    Un abrazo!

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  2. Hola Pablo! Es tan chiquita la miniatura que afinar la horquilla a la altura del eje de la rueda haría que éste se termine saliendo o la horquilla quebrando. Lo que sí pude haberle hecho y no hice porque la vista ya no es la misma de ataño, es haberle pintado los manillares de negro.
    Saludos!

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  3. Curioso "chisme", perfecto para matarse por ahí en un descuido...
    No me gusta para nada pero la miniatura sí, aunque no soy muy partidario de adquirirla (más que nada por que antes tengo otras prioridades).

    Eso sí, colores tiene un montón!

    Saludos!

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  4. Curioso artefacto de riesgo para conducir dada su estabilidad que puede peligrar por momentos, se la ve muy bien


    Saludos

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  5. Hermoso! De haber seguido comprando los "Taxis del mundo", y no haberme dedicado a los coches de competición, estaría luciendo orgulloso en mi vitrina.
    Es muy lindo tener estas cositas "diferentes".
    Abrazo!

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  6. mi racismo chauvinista me impide maravillarme por los detalles y el colorido,
    pero no deja de sorprenderse por semejante presencia en tu colección.
    aunque, después del jeep rosado, creo que se puede esperar cualquier cosa.
    malditos coleccionables, siempre pervirtiendo a los coleccionistas indefensos

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  7. Otro taxi inmortal, inolvidable, que ha pasado a la historia y sigue en el presente. El ágil Tuk Tuk tailandés, que tuve el gusto de ver en Bangkok (en el mismo viaje en el que monté en el Hindustán de la India), pero, gran fallo, no me subí en ninguno. Hoy, más de 35 años después, sigue llenando de humo, ruido y color sus calles. Hasta James Bond lo utilizó para una de sus escenas de persecución, pero dudo que llegara a la maestría de los conductores locales. Una pequeña maravilla, otra más para tu colección.
    Saludos.

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