Pocos autos
han sido más extraños y extravagantes que el Stutz Blackhawk, fabricado entre
1971 y 1987.
Extraño en
sus líneas y en su historia. Esta se inicia en 1968 cuando el banquero James
O`Donnell se asocia con el diseñador de Chrysler Virgil Exner, que a la sazón
ya estaba jubilado, con el objetivo de reflotar la vieja Stutz Motor Company,
que había fabricado coches de lujo en el período de entreguerras.
El diseño
de Exner era neoclásico, con suaves curvas laterales descendentes rememorando los guardabarros de los años 30, parabrisas
plano partido en dos piezas, un neumático de repuesto que sobresalía a través
de la cajuela, una parrilla central y los faros independientes de la calandra.
La mayoría de los Stutz fueron coupés como el de la miniatura
de Premium X, pero también los hubo convertibles, y algunos pocos sedanes de
cuatro puertas.
El Blackhawk fue construído artesanalmente por Ghia en Italia
según el diseño de Exner y sobre una plataforma de General Motors,
correspondiente al Pontiac Grand Prix. Se presentó al público en 1970 en el
Waldorf Astoria de Nueva York. Su precio era notablemente alto y muchas
celebridades se anotaron con uno.
Tenía un motor Pontiac V8 de 7,5 litros preparado
para rendir 425 caballos de fuerza. Consumía 30 litros de gasolina
cada 100 kilómetros .
Llegaba a una máxima de 210
km/h .
Mas tarde también utilizó motores de origen Chevrolet,
Cadillac y Ford.
Para 1976 se habían vendido 205 Stutz Blackhawk, construídos
en Italia y enviados a los Estados Unidos. Para el fin de su producción, en
1987, un total de aproximadamente 600 vehículos habían sido fabricados.
Algunas de sus características más extravagantes –además de
su diseño- eran que tenía entre 18
a 22 capas de pintura aplicadas a mano, que demoraban
seis semanas en completar. El interior incluía piezas de oro 24 kilates, y
apliques de arce, nogal o secoya. Alfombras de piel de visón, un bar en el
asiento trasero, faros con sensor crepuscular, climatizador automático de dos
vías, amortiguadores de aire ajustables, teléfono móvil, techo solar eléctrico,
control de crucero, equipo de sonido cuadrafónico y neumáticos “run flat”,
muchos de estos adelantos son aún hoy novedad en coches Premium.
Algunas de las personalidades que tuvieron un Stutz Blackhawk
fueron Elvis Presley (adquirió el primero puesto a la venta y luego compró dos
mas), Frank Sinatra, Dick Martin, Sammy Davis Jr, Johnny Cash, Jerry Lewis,
Liberace, Muhammad Ali, George Foreman, Billy Joel, Elton John, Paul Mc
Cartney, Tom Jones, Al Pacino, y el Sha de Irán supuestamente poseía una docena
de ellos.
CRUISER
Vi en un reportaje los que tuvo Elvis y además gustaba de regalarlos a sus amistades. Personalmente, solo veo este coche como una excentricidad y una "horterada", sin que haya aportado algo sustancial a la historia del automóvil.
ResponderEliminarEn cuanto a la miniatura, es de buena calidad y se nota su orígen (me gusta mucho Premium X).
Gracias por mostrarla! y un saludo
Era sin dudas una excentricidad, y no fue seguramente un coche que estableciera un "antes y un después" en la historia del automovilismo, para nada.
EliminarSaludos!
Opino igual que Antonio, no se le ve que haya aportado mucho a la historia, y que mocho menos llame la atención, por su excencitricidad, pero no por ello hace llamativa la miniatura.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por mostrarla.
Puede gustar el diseño o no, pero que son llamativos tanto el coche como la miniatura, lo son.
EliminarSaludos!!
yo podría decir que tiene personalidad propia,
ResponderEliminarque es original e inconfundible,
pero la verdad es que me resulta feo.
por donde se lo mire.
en cuanto a la elaboración del modelo, me parece que cumple,
aunque considerando que es premium x, yo esperaría algo más.
Lo primero que has dicho es verdad, lo segundo (si es lindo o feo) es muy subjetivo. Además habría que ponerse en contexto en la sociedad norteamericana de entonces, muy afín a lo "kitsch". Seguramente si uno tuviera esa plata hoy en día elegiría algo menos estrafalario e igual de elitista.
EliminarSaludos!
Me gusta Diego, más allá que haya sido un auto excéntrico ("farolero" le hubiéramos dicho hace tres décadas), y para pocos, muy pocos...
ResponderEliminarAl menos si el Shá Mohammad Reza Pahlevi tenía una docena de ellos, Ruhollah Khomeini y sus seguidores seguro los usaron de taxi.
La miniatura, se nota muy bien hecha.
Abrazos!
http://juanhracingteam.blogspot.com.ar/
Es un buen cuestionamiento ése... qué habrá sido de estos coches después de la Revolución Islámica de Khomeini? O quizás Pahlevi no los haya tenido todos en Irán, a lo mejor tenía algunos en Europa, ya que no sólo coleccionaba Stutz sino todo tipo de automóviles de lujo.
EliminarSaludos!
Realmente no conocía este auto, gracias por la info y la data!
ResponderEliminarLa replica esta muy buena, bien por Premium X que viene a ser la "competencia" de Neo Scale Models.
Saludos!
Yo lo conocía de haberlo visto en una enciclopedia de clásicos americanos, pero no sospechaba que sería parte de la última "horneada" de Premium X. Me alegró enterarme de la existencia de esta reproduccío, que dicho sea de paso también viene en color negro, en versión techo de lona y abierta.
EliminarSaludos!
No voy a entrar en valorizaciones estéticas, de ser un auto deseable ya estaríamos inundados de réplicas del mismo y de seguro todos habríamos escuchado de él, no obstante derrocha glamour, coche de estrellas y gente pudiente... (O en el caso de Argentina también de Diabéticos hasta el nuevo mandato).
ResponderEliminarResulta tentador pero para disfrutar del lujo interior no tanto del exterior... siempre quise viajar en un asiento trasero con bar, pero la verdad es que ni el colectivo de larga distancia me dan un alfajor siquiera.
Cuando leí que en el interior tenía apliques de secoya, pensé que también le hubiera venido bien -para completarla- asientos forrados en piel de osos panda en extinción... el colmo de la lujuria, el estilo Mr. Burns...
EliminarMe gustó lo de los diabéticos argentinos movilizándose en Stutz... jajaja!!
Saludos!!
Excelente pieza Cruiser!!!!
ResponderEliminarNo solo por la calidad de la miniatura, sino por el modelo real. Creo que todos ya han opinado sobre su belleza, o que no ha dejado nada para la industria automotriz, pero es un modelo que no pasa desapercibido.
Ya sea por lo barroco u obsceno, el Stutz ocupó un nicho que ninguna marca estaba explotando. Seguro que no fue un éxito comercial, pero es un auto que debía existir.
Saludos!!!!!!
Great Pics. I' ve thought that second pic shows real car on real street. Great
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