En una
excepción justificada por tratarse de la última serie del auto más emblemático
de la historia, este Volkswagen fabricado en el Siglo XXI es el único coche de mi colección que no pertenece al Siglo XX.
En 1971, la
producción mundial anual de Escarabajos llegó al récord nunca igualado de 1,3
millones de ejemplares. En 2003 sólo se produjeron 30.000, siendo la fábrica
mexicana de Puebla el único lugar donde el modelo se seguía haciendo.
65 años
después de su lanzamiento y con el récord de 21,5 millones de ejemplares
vendidos, la demanda venía bajando, y en mayo de 2003 Volkswagen anunció el fin
de la producción del venerable modelo.
Para ello
se produjo una edición limitada de 3.000 ejemplares, denominada “Ultima
Edición”, que presentaba estas características: Colores azul acuario y beige
luna (sólo uno fue rojo, y se hizo para un ejecutivo de la firma). Neumáticos
de banda blanca, llantas de acero con el color de la carrocería, radio con
reproductor de CD y antena, habitáculo totalmente alfombrado y con aislaciones
especiales contra el ruido, manillares cromados y emblema en la tapa de la
guantera con una placa conmemorativa
El 30 de
julio de 2003 sale de fábrica el último ejemplar, que fue inmediatamente
enviado al museo Volkswagen en Autostadt, Wolfsburg. El penúltimo (Ultima
Edición número 2.999) quedó en el Museo y Club del Automóvil de Puebla.
Una
publicidad de la edición especial mostraba un espacio pequeño para estacionarse
y algunos grandes autos que trataban en vano de ocuparlo, entonces una frase
aparecía diciendo “Es increíble que un auto tan pequeño deje un vacío tan
grande.
La miniatura
es Schuco y reproduce con fidelidad las características de aquella Ultima
Edición. Tiene detalles de terminación en cantidad y calidad inusuales, es el Escarabajo que más me gusta de mi colección y uno de los mejores que he visto jamás en 1/43. No podía ser más apropiado para cerrar esta saga referida al auto más famoso de todos los tiempos.
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