lunes, 15 de marzo de 2021

PRESENTACIONES ESPECIALES: DODGE TC

 En el comparativo de hoy entre los clásicos del TC vemos la versión de calle del  Polara coupé y la última encarnación deportiva, en este caso el coche de Jonatan Castellano con el que corrió la temporada 2016.

 


Desde los 3/4 delanteros advertimos que la afilada trompa del coche de calle fue reemplazada desde el inicio de su incursión deportiva por un frente enterizo de plástico, una pieza curva y aerodinámica que evitaba los originales capó, grilla delantera y guardabarros. Esa trompa sencilla de los primeros años dió lugar a la que vemos en el coche de Castellano, mucho mas compleja desde el punto de vista del diseño, y a la vez mas ancha, ya que tiene que respetar las líneas de los pontones laterales y el ensanchamiento de las trochas.

 

 

El sector trasero del coche de competición está muy simplificado y casi no respeta el diseño original de fábrica. Un generoso alerón remata el conjunto. La luneta conserva las mismas proporciones y medidas del coche de serie. Advertimos tamién que el auto de carreras es considerablemente más bajo y pegado al piso. 


 

No existe nada de "chapa" entre la parte superior de las ruedas y el límite superior del carenado plástico frontal. La trompa aerodinámica prácticamente rodea las ruedas y luego baja hacia el centro, posibilitada por la ubicación muy baja del motor, el cual prácticamente despega pocos centímetros del piso, mejorando así el centro de gravedad del coche de competición. Los orificios de ventilaciones (dos para los frenos y uno para el radiador), se mentienen en sus lugares desde los inicios mismos de la década de los 70s, aunque nuevos y generosos agujeros en la carrocería se ubican en las partes traseras de los guardabarros para extraer el aire que completó esos circuitos. 

 

 

En la vista de 3/4 trasera se aprecia el alerón horizontal posterior y las dos aletas verticales, destinadas a mejorar la tenida en curvas, que era el punto débil de los Dodges anteriores a esta incorporación reglamentaria. A diferencia de Falcon y Torino,  los Dodge y Chevy carecían de deflectores adicionales en la parte posterior del techo; sus largas colas suplían esa necesidad. La pérdida de altura general se observa en los pilares C de la carrocería, donde en el coche deportivo la rueda se aproxima bastante a los mismos, a diferencia del modelo de calle.  


 

Los pontones defensivos que recorren el coche lateralmente reducen el alto útil de las puertas. El volumen de la cola, materializado también con acero estructural tubular recubierto con planchas de fibra de vidrio, difiere ligeramente con los pliegues de las matrices de fábrica del Dodge. Las llantas de competición sin también de mayor diámetro. 


 

Si bien poco queda de las líneas de origen, el último Dodge de TC es un auto hermoso, equilibrado y con una presencia dinámica de las mejores de la categoría, junto con el Chevy. Se trata de un bólido imponente, de grandes dimensiones tanto en largo como en ancho, que le permiten desempeñarse satisfctoriamente especialmente en largas rectas.



En la vista aérea apreciamos que a las ya de por sí gigantescas dimensiones de  un GTX original, los agregados aerodinámicos suman varios centimetros mas, tanto en ancho como en largo. Los techos son idénticos, pero en la maqueta de los Inolvidables Argentinos de Salvat existe un error en esa parte, lo que lo hace aparecer mas chico en la comparativa, pero deberían ser iguales. 

 

CRUISER


6 comentarios:

  1. No entiendo nada de TC, no miro ni voy a carreras, me resultan una ruidosa forma de perder tiempo, pero me encanta la conformación de estos TC.
    Aunque vengan los tradicionalistas a quejarse que ya no tienen nada que ver con los autos originales, a mi me gustan estas bestias, me enloquecen, los veo mucho más agresivos que los desabridos Nascar.
    De todos modos, me gustaría ver este Dodge TC con otra decoración más amigable a sus formas.

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    1. Tampoco fui jamás a una carrera de TC. Ir al óvalo de Rafaela efue siempre una materia pendiente, aunque con esta monomarca de motores idénticos me parece poco atractivo, de todas maneras el circo ése es digno de verse, y los autos para mí están mas lindos que nunca desde que aparecieron estos compactos.
      También se me pasó por la cabeza "customizar" estos bólidos secándoles todos esos calcos y pintándolos de un color uniforme, creo que ahí se notarían mucho mas las formas, que como bien decís, cuesta distinguirlas debajo de tanto carnaval de colores.
      Saludos!

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  2. Me encantan estas presentaciones relacionando el coche original y la versión TC, para conocer y aprender de las dos facetas del motor argentino.
    En este caso el Dodge manifiesta una imagen de poderío total, con las aletas laterales traseras rematando la fiereza del conjunto. La decoración, tan enrevesada, no ayuda a la imagen final del modelo.
    El auto de calle es destacable. Me ha recordado el estilo y elegancia del Mercury Cougar.
    Saludos.

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    1. Gracias amigo, nos falta ver sólo el torni, lo haremos en una entrada próxima. Puestos lado a lado, el Dodge GTX es bastante más grande que el Mercury Cougar, el Cougar era más del tamaño del Mustang, éste es un número mas grande.
      Saludos!

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  3. Pues yo parto mi lanza por el colorado. Me suena de haberlo visto campando por estas latitudes, aunque con alguna puerta de más. El "otro" no sé quién es, no sé qué esconde debajo de sus pinturas de guerra y de todas esas modificaciones. Por desconocimiento, tampoco sé cuál es su trayectoria, ni si puede ser interesante. ¿Y están emparentados entre sí? Nadie lo diría, dada la diferencia de edad, pues entre uno y otro han transcurrido treinta años. Quizás, como dice el refrán, más vale malo conocido, que bueno por conocer, solo para los muy fans…

    Si existen limitaciones reglamentarias para el aspecto mecánico y técnico, debería haberlas también para el número de patrocinios, pero… ...hay que ganarse la vida. Lo malo es que con tanto cartel publicitario, es casi imposible seguir e imaginar las líneas del bólido. Sé que estoy diciendo tonterías, pero me recuerda a los fabricantes de la automoción que disfrazan los prototipos con mil decoraciones inverosímiles para ocultarlos del espionaje industrial, en sus traslados de pruebas de circuito en circuito.

    Con todo ello, hay que reconocer el meritorio esfuerzo por querer reproducir todos y cada uno de los colores, insignias, publicidades, etc...

    Un saludo.

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    1. Claro, la versión cuatro puertas del Dodge anduvo por España con el apellido Barreiros. No sólo que hay relación entre ambos (de carrera y de competición) sino que se trata del mismo coche, con el mismo diseño original, ya que el Dodge GTX no tuvo sucesores. Se corre con los mismos coches que se dejaron de producir antes del final de la década de los 70s. En cuando al tema de las publicidades, coincido contigo. Qué bien le hubiera quedado a estos autos una publicidad dominante, con sus propios colores, al estilo de los Fórmula 1, ejemplo "negro JPS" o "Rojo y blanco Marlboro". Pero bueno, estamos en Argentina y tiene que aparecer la publicidad del Taller del Cacho.
      Saludos!

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