Oscar Gálvez, apodado “El Aguilucho” se coronó campeón del TC en 1060 a pesar de haber cosechado sólo tres victorias en aquel año.
Oscar era un excelente mecánico además de hábil piloto, en la época en la que los corredores debían al mismo tiempo ser entendidos en cuestiones de motores, ya que la categoría era lo más parecido a un Rally actual, y transitaba caminos solitarios y desérticos, en los que piloto y copiloto muchas veces debían ingeniárselas por sus propios medios y con las herramientas que llevaban en el auto para salir de apuros mecánicos.
Oscar Gálvez fue también el primer piloto de automovilismo local en pintar publicidades en sus coches, práctica que pocos años después fue habitual y corriente no sólo aquí sino en todo el mundo.
El coupé Ford que Oscar utilizó en aquella temporada de 1960 era un modelo de 1939, bastante pesado, al que había equipado convenientemente para soportar los rigores de los “Grandes Premios” en caminos de montaña.
Justamente la victoria más importande de Oscar aquella temporada, y la que le permitió campeonar era la del Gran Premio “General Mosconi”, que constaba de 4.617 kilómetros y unía las ciudades de Buenos Aires, Carlos Paz, San Juan, Catamarca, Tucumán y Córdoba. En aquel trayecto tuvieron que cambiar en ruta cuatro cubiertas pinchadas y además reemplazar bielas y pistones.
A pesar de representar cabalmente la época romántica de la categoría, la de pilotos-mecánicos y sus intrépidas “cupecitas”, Oscar Gálvez estuvo activo en la categoría hasta 1964, año en el que se despidió corriendo con Ford Falcon.
La miniatura es de la colección “TC” editada por Planeta/DeAgostini.
CRUISER
Un precursor, sin duda, no me imagino a los actuales corredores de rally desarmando un motor a contratiempo y con las herramientas que tienen en el auto.
ResponderEliminarEl modelo es testimonio, un recuerdo del futuro.
Totalmente. Ahora son todos metrosexuales!
EliminarSaludos!
El Autódromo de la ciudad de Buenos Aires tiene el nombre "Autódromo Oscar y Juan Gálvez" desde 1989. Juan Gálvez falleció en el único accidente que tuvo la Prueba de Olavarría el 3 de Marzo de 1963 a los 47 años. Oscar siguió corriendo hasta los 51 años en la Vuelta de Junín en 1964. Declarado "Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires antes de fallecer en Diciembre de 1989. (76 años). Saludos.
ResponderEliminarAsí es Carlos.
EliminarSaludos!
Qué bueno. Con su vidrios partidos delante y detrás, los guardabarros abiertos y la pintura bicolor. Y ese motor V8, tan bien cuidado, debía tener un sonido particular, para avisar de su llegada en las rutas perdidas de las pruebas argentinas. Con un piloto y mecánico también bregado en los circuitos. Cómo no iba a ser el TC una especialidad de masas entre los tuercas argentinos.
ResponderEliminarEl Turismo de Carretera creó estilo y escuela.
Saludos.
Exactamente Bernardo. Y aquellos coches de Entreguerra tuvieron mucha longevidad en la categoría, ganando campeonatos hasta los albores de los 70s.
EliminarSaludos!
Remarcar una vez más, el hecho de competir con vehículos con más de veinte años de antigüedad. Con una base barata pero confiable, puede hacerse un chiste fácil con lo de "Ford Armando". Pero lo importante son todos esos héroes que hacían de piloto, mecánico, publicista... ...de lo que hiciera falta.
ResponderEliminarLa miniatura no es ningún primor, es sencilla (como el TC origina)l, pero me gustan y mucho esos carteles publicitarios casi artesanales, claros y directos, sin complicaciones. Esa correa fijando el capó, y (no se aprecia bien) la escudería representada por un ¿jaguar o un puma? a punto de saltar.
Muy interesantes todas estas historias ...
Un saludo.
Tampoco sé si se trata de un jaguar o puma, Luis, no se ve muy bien en realidad, ni siquiera aquí en las fotos. En la miniatura ni te digo.
EliminarSaludos!