El modelo
de 1977 del Pontiac Firebird Trans Am, tenía tres configuraciones, la coupé
tradicional que estamos viendo en esta entrada, la semitarga que vimos en otraentrada del blog, y la convertible.
Las líneas
del Trans Am del 77, caracterizadas por su frontal inclinado y sus cuatro faros
triangulares inscriptos en dos tomas de aire separadas, fueron mantenidas con
modificaciones leves hasta 1981.
El Trans Am tenía una presencia imponente, si bien ya estaba lejos de ser el coche
musculoso y super potente de sus primeras versiones. La serie del 77 ya padecía
las restricciones reglamentarias gubernamentales para evitar que estas máquinas
siguieran siendo las armas mortales que supieron ser en base a sus excesivas
potencias y escasos elementos de seguridad.
Las
versiones del 77 traían dos opciones de motores V8, de 185 y 200 HP, asociados
ambos con cajas de cambio manuales de cuatro velocidades. La dirección era
asistida hidráulicamente pero los frenos a discos sólo estaban disponibles en
las ruedas delanteras.
En todas
sus versiones, fueron fabricados 68.745 unidades del Trans Am 1977. Hubo
algunas ediciones especiales, como era común en esta línea de Pontiac, pero el denominador común de todas ellas era el famoso dibujo del “Screaming Eagle”
de la mitología indígena norteamericana.
En este
caso estamos viendo una miniatura de la marca Motormax, la cual he ponderado
muchas veces aquí en función a sus buenos moldes, aunque falle en las
terminaciones y de hecho sean poco mas que juguetes. Pero el caso es que
disfruto de transformar esos cuasi juguetes en miniaturas un poco más ambiciosas y
que puedan compartir vitrinas con sus parientes de precisión.
En este
caso es mucho lo que he tenido que hacer, y el resultado no es el que esperaba,
en parte por mi vista cada vez más ineficiente (los años no vienen solos!) y también por un defecto notable de la matricería en el sector frontal. El plástico
negro con el que se materializó la parrilla doble tiene un reborde que
originalmente viene pintado de color plata, pero que no representa de manera
feliz el filete del auto original, que estaba bien pegado a la carrocería. En
el caso de la maqueta, el encastre no tan delicado entre el plástico y el metal
hace que esa línea aparezca divorciada de la "chapa". Tuve que despintarla y
representarla con fibrón plata indeleble en el borde de la carrocería, como
debiera haber sido de fábrica.
Lamentablemente
de esa manera las parrillas quedaron sobredimensionadas y las ópticas muy
separadas de la parte de metal, cuando debieran estar mucho mas cerca. Respecto
de las ópticas, no vienen pintadas de fábrica, sino moldeadas en el plástico
negro. Hube de realizarlas con pintura plateada y barniz transparente sobre la
misma.
Los
interiores eran negros, procedí a pintarlos en base a fotos de Trans Am de
color naranja. La maqueta tiene un filete perimetral de color oro, que no he
podido encontrar en ninguna foto de Pontiacs originales del 77. No quise
borrarla porque está muy bien hecha en la maqueta y no descarto que realmente
hayan existido unidades con ese aditamento, ya que la cantidad de series
limitadas y especiales del modelo ha sido muy grande.
Las ruedas
de la miniatura reproducen muy bien en sus formas a las “snowflake” que
equipaban originalmente al modelo, pero vienen pintadas de cromado brillante,
lo que las desmerece mucho. Procedí a repintarlas con una combinación de color
aluminio y bronce, como las verdaderas. Recorté también los ejes, un par de milímetros en cada trocha, ya que las ruedas sobresalían mucho y no quedaban en una posición constante, sino que iban de un lado al otro por el exceso de "juego" entre las llantas y la base plástica. Retoqué algunas hendiduras, como la que
rodea la toma de aire del capó, y le dí color a los pilotos laterales traseros,
que eran de carecían de otra pintura más que la de la carrocería.
Los apenas
incipientes escapes superpuestos laterales también recibieron pintura plateada.
Otro problema de la miniatura es la pieza trasera que representa las ópticas,
realizadas en un acrílico rojo enterizo. Allí tuve que hacer el
trabajo más complicado que era pintarla de color carrocería y dejar a la vista
sólo las líneas horizontales de las pequeñas y alargadas ópticas del modelo
verdadero. Una placa portapatentes negra completa el trabajo.
Las últimas
fotos son de la miniatura tal como sale de su caja. Es bueno tener en cuenta
que en Argentina estos Motormax son de las pocas miniaturas importadas que se
consiguen fácilmente, y que su precio es la mitad del de los coleccionables de
kiosco de Salvat o
DeAgostini.
Dedico esta
entrada al amigo Ale Venerando, argentino radicado en Italia, gran fanático de
estos “pajaritos” como él los llama, y experto en el tema, a quien recurrí para informarme a la hora de hacer los retoques.
CRUISER
Me imagine al ver la primera foto que se trataba de una miniatura "low cost". Tu trabajo lo "levanto" muchísimo, sobre todo en el interior. El molde es bastante correcto, pero tiene sus defectos en el frontal, tal cual menciones.
ResponderEliminarPasale un poco de fibra plateada a las llantas en los bordes, y acomoda la llanta delantera derecha, y te queda jamón del medio, jaja!
Saludos!
Hola Mauro! Ese problema de las llantas también responde a la "berreticidad" del modelito. Las llantas no quedan perfectamente cubieras por las gomas,sobresalen y se nota ese borde, que no debería verse. Lo que sí hice, que olvidé contarlo en la reseña, es que le recorté los ejes, fijáte que en la miniatura original las ruedas sobresalen bastante para afuera, y tienen mucho "juego, así que cuando dejas el autito en el piso las rueditas sobresalían para uno un otro lado. Al acortarlas quedaron en su lugar y mejor adecuadas al auto real.
EliminarSaludos!
Qué buen trabajo, Diego! Un verdadero restaurador...de miniaturas, no como don Juan Manuel. Realmente quedó muy buen. Felicitaciones!
ResponderEliminarHola Hernán! Podría haber quedado mejor, si no fuera por los problemitas que comenté, pero vos viste lo que era el autito, lo tuviste en tu mano, y lo que es ahora. La idea era mejorarlo y mejoró. Gracias por haberme ayudado a que esta miniatura llegue a mi domicilio.
EliminarSaludos!
Con todo lo que le tuviste que hacer ya me cansè sin haber hecho nada..
ResponderEliminarSi le consiguiere por aquì dudo poder dejarle igual de corregido.
Creo que es mas difìcil y complicado mejorar uno de escala 43 que uno de 24 o 18. Te felicito.
Y làstima que a estos autos les restaran tanta potencia, casi la mitad.
Quiero imaginar lo que habrìan sido con 350 hp o mas, como sus padres los muscle cars.
Saludos !
Hola Eddie, sí, era una pena que estos fueran sólo en apariencia los monstruos que solían ser. Pero de todas maneras eran coches lindísimos, y creo que no hubo otra generación de autos con tanta personalidad como aquéllos.
EliminarSaludos!
Me atrevo a decir que este humilde autito es una prueba de la grieta del diecast,
ResponderEliminaren el sentido que los yankis son afectos a la escala no coleccionan 1/64 y los europeos gustan de la 1/43.
Si bien ahora hay colecciones que transgreden este límite (la misma Ixo está produciendo autos yankis para los inolvidables de Mexico, o algunas excepciones como Neo o Solido hace varios años o la mismísima Motormax).
El diecast tiene una gran deuda con los muscle cars.
Sé que buscando, se encuentran algunos (tu blog es una prueba de ello), pero comparando con la cantidad de escarabajos o Minis, mi teoría se reafirma.
El modelo está lindo, aunque me cuesta reconocerlo en ese color tan poco hollywoodense, como siempre tus retoques realzan detalles y lo ponen en valor.
La 1/43 se está metiendo en la temática norteamericana, Gaucho. Quizás no tanto por el mercado de allá sino por el del resto del mundo donde estamos los aficionados a la temática, porque el mercado de "cabotaje" de USA seguramente aún está dominado por otras escalas como bien dijiste. Una de las temáticas que siempre quise abordar cuando me inicié en el hobby era la de los Muscle Cars, y por entonces (casi 15 años atrás) era un nicho desierto. Ahora por suerte se está poblando.
EliminarSaludos!
El coche real ya parece jugueteril, más allá de lo hecho por Motormax.
ResponderEliminarEntre la crisis petrolera y las normas de seguridad de los 70, el diseño americano ha sufrido un revés que aun hoy no ha podido superar. La prueba es que hayan estirado esta generación de F-body más de una década con retoques más bien leves; comparado con lo que sufrió el Mustang, el Camaro y el Firebird son una obra de arte.
Saludos.
Si, es cierto que el real parece un juguete grande. Y coincido también que los Camaro y Firebird supieron mantener en sus diseños el espíritu de los Muscle Cars, que se perdió prontamente en los Mustang.
EliminarSaludos!
Que buen motormax para retocar y dejarlo fino, lindo modelo Diego.
ResponderEliminarSi, tiene mucha potencialidad el modelito, como todos los de esa marca.
EliminarSaludos!