miércoles, 4 de enero de 2023

DODGE/OPEL COUPE 1800 PROTOTIPO (1975)

Otra de las olvidadas aventuras mecánicas de los años 70s fue la llevada a cabo por el carrocero Alejandro Venerande y el preparador mecánico Eduardo Felizzie tomando como base al modelo "1500" de Dodge. Este pequeño coche de estilo europeo fue una de las primeras apuestas de las compañías argentinas de origen norteamericano para reemplazar sus veteranos y gastadores productos por otros más al alcance de los flacos bolsillos de la clase media, que se había vuelto forzozamente más exigente a la hora de cuidar el consumo de combustible. 


Del tablero de dibujo de Venerande surgió un modelo que básicamente partía de la base del sedán "1500" pero con algunas modificaciones funcionales y estéticas. Se le eliminaban las puertas traseras, soldando los paños a la carrocería, aprovechando la circunstancia para darle más rigidez al vehículo. La estructura se iba a complementar con una jaula antivuelcos interior a fin de garantizar la seguridad del piloto. Los pasarruedas traseros también se agrandaron, al estilo de los primeros Torino deportivos, a los efectos de poder alojar neumáticos de mayor ancho, para que con esa trocha ensanchada fuera más veloz en las curvas.



El preparador mecánico Felizzie, también recordado como "el Mago de Alta Quilmes" se abocó a preparar la planta motriz. Mientras se encontraba trabajando sobre la potenciación del 1,5 de Chrysler, sucedió algo inesperado: GM presentó en el país su producto "Opel K180", un competidor para el Dodge 1500, que tenía un picante impulsor de 1,8 litros que enseguida llamó la atención de Felizzie, y no tardó en imaginarlo en el prototipo en el que venía trabajando. 


Con pocas modificaciones técnicas logró crear los anclajes para que el nuevo impulsor tomara su lugar debajo del capó del prototipo. Los resultados en el banco de pruebas fueron muy alentadores. La relación peso/potencia del producto era óptima, y su desempeño dinámico era  notable. Las primeras pruebas, gracias a las buenas gestiones del cordobés Fernando Bustis, se realizaron en las cercanías del circuito Oscar Cabalén de Alta Gracia, Córdoba.  Digo en las cercanías y no en el circuito porque jamás consiguieron permiso para rodar sobre el mismo. Los encargados de la pista al ver al prototipo opinaron que era un "desclasado", un coche con problemas de personalidad, sin una identidad definida, y "ni chicha ni limonada" por lo cual no quisieron que se entremezcle en la pista con tanto coche de alcurnia que utilizaba por entonces el circuito para sus pruebas. La insistencia de aquellos entusiastas logró colar el coche tirando abajo un alambrado y tratando de ponerlo a girar de prepo en el circuito, pero los auxiliares de pista mas algunos agentes de seguridad y algunos curiosos lograron evitar que el intento se lleve a cabo. Una vieja foto de la época, que es la que encabeza este post, documenta el momento en el que los auxiliares se abalanzan sobre el prototipo para obligarlo a volver a salir por donde había entrado. Testigos de aquél momento refieren la reprobación de algunos presentes a los gritos de "qué querés probar, bobo? Andá payá!". Debido a ésto, y lejos de bajar los brazos, decidieron ponerlo a prueba clandestinamente en las rutas, en los alrededores del circuito, siempre tratando de no dejarse ver por la temible Policía Caminera de Córdoba.



El prototipo estaba pintado en una combinación de colores azul y plata. Idéntica paleta de tonalidades presentaba en sus interiores, tablero y tapizados. Tenía unas ópticas traseras envolventes, las delanteras ocultas tras la parrilla y su suspensión se había rebajado para perder recorrido y ganar en dureza y aerodinamia. El logo de Opel en su frontal anunciaba de qué estaba hecho el corazón mecánico del prototipo. Era la única identificación exterior que tenía el modelo, ya que sólo estaba en etapa de prueba cuando sucedió la consabida desgracia que ya estamos anticipando.

Entusiasmados por las bondades dinámicas y pisteras del producto que tenían entre manos, y convencidos de sus potencialidades en un mercado que demandaba deportivos medianos, ya que las automotrices no ofrecían coupés de este tipo, decidieron tratar de conseguir los fondos necesarios para producirlo a una escala limitada. La idea era fabricar una docena de unidades anuales, su precio lógicamente estaría por encima de la media del mercado pero también estaban seguros de ofrecer un producto único en un nicho inexistente. 



Esos y otros argumentos utilizaron para el momento de intentar convencer al acaudalado empresario Hernan Radozonski, cuyo entusiasmo y mecenazgo sobre otros proyectos similares era conocido. Radozonski ya había tenido malas experiencias con financiaciones anteriores que habían afectado seriamente sus finanzas, por lo cual no se mostró demasiado predispuesto a arriesgar más capital en otro proyecto, conociendo además los dudosos antecedentes de todos los personajes que estaban involucrados en el mismo. Por lo tanto no aceptó la idea de financiar la producción seriada, pero sí se ofreció a adquirir el único prototipo en carácter de exclusividad con la condición de que no se fabricara ninguno mas y su valor se potenciara con los años, a fin de tomarse revancha de algunas deudas que los responsables del coche tenían con él por experimentos fallidos anteriores. 


Los emprendedores estaban entre la espada en la pared, con un buen producto pero sin forma de conseguir el capital para su construcción, por lo cual aplicaron el viejo refrán de "mas vale pájaro en mano que 100 volando". Vendieron el coche a Radozonski en la nada modesta cifra de 43.500 pesos ley 18.188 y se les ocurrió la genial idea de poner el dinero en plazo fijo pensando en el futuro. El flamante ministro de economía Celestino Rodrigo les inspiraba mucha confianza y pensaban que al fin Argentina de encaminaría a su destino de Potencia. En una reunión al efecto de tomar aquella decisión se anotó en el libro de actas de la sociedad la expresión "Ya se puede vivir sin trabajar, gracias al maravilloso invento del Plazo Fijo. Que otros se dediquen a construir autos, nosotros nos dedicaremos ahora a la Bicicleta... A la Bicicleta Financiera".



Huelga decir qué pasó con el plazo fijo de estos emprendedores. Cuando pudieron rescatarlo, el producto de tanto ingenio y esfuerzo se pudo traducir en un Dodge 1500 de la marca Duravit como compra simbólica y paradojal, y un par de sobrecitos de "Topolín con sorpresa" de vuelto. Radozonski por su parte disfrutó del modelo en sus "vueltas del perro" por el barrio de Belgrano, en Capital Federal, donde se había radicado, siendo además habitué de cuanta exposición hubiera a mano. En una de ellas unos ejecutivos de Chrysler se acercaron con curiosidad a inspeccionar el modelo y luego de algunas pruebas de manejo decidieron aumentar la potencia del "1500" de calle, derivando aquello en el impulsor 1,8 que adoptó el último "milqui" producido por la empresa, ya en sus días postreros, como parte del Grupo VW.

De esta manera otra genial idea quedó truncada por las circunstancias económicas omnipresentes que modelaron este país Justo, Libre, Soberano, Nacional, Popular y Antiimperialista... 



Hacemos nuevamente la innecesaria salvedad de que estamos ante otra historia totalmente ficticia, ilustrada con un modelo artesanal hecho a partir del VW 1500 aparecido en la colección de Salvat "Autos Inolvidables Argentinos"    

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6 comentarios:

  1. No....ma qué ficticia!!!! Si yo lo tuve...

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    1. A propósito, lo vendiste o seguiste especulando con el aumento de valor? Hoy ese incunable debe valer una fortuna!!

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  2. No tuve el gusto de ver este vehículo andando por la calle, pero si puedo asegurar que la gente de General Motors Quilmes estaba muy enojada porque el tal Felizzie les había llevado un motor Opel, asegurando que era el primero de una serie importante, y no se los había pagado nunca.
    Es una lástima porque el proyecto pintaba interesante.

    El modelo es una belleza, considerando la poca documentación disponible, el modelista hizo un excelente trabajo!

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  3. Pasa que el modelista no es menos chanta que los demás protagonistas de estas historias. Hace tiempo descubrió que es mucho más fácil y cómodo primero crear el modelo y después escribir un cuento que agarrar los libros, investigar, reunir el poco material gráfico y reconstruir un modelo histórico. Esa es la diferencia entre un gauchomódel y un tessamódel, la fiaca que hay por detrás del laburo... en el caso mío.

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    1. no lo pongas en esos términos que suena muy mal.
      el trabajo es indiscutible, en cualquier caso!

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  4. ya que le soldaste las puertas traseras, estaba listo, listo, para enfilar al tc 2000, el policromático del Yoyo, quedaba apenas a un paso.
    A seguir jugando se ha dicho

    Saludos

    Luis

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