El Talbot Lago
T26C compitió en carreras de Preguerra y Posguerra. Se desempeñó también en
Fórmula 1 (en version monoposto) y en version Sport ganó las 24 horas de Le
Mans de 1950.
El italiano Antony
Lago se hizo cargo de la marca inglesa Sunbeam-Talbot-Darracq a mediados de la
década del 30, luego del colapso financiero de la empresa, y reflotó la fábrica
Talbot de Suresnes. Las premisas mecánicas de los nuevos autos que usarían la
marca Talbot eran suspension delantera independiente y motor de seis cilindros
en línea. El ingeniero encargado de los diseños era Walter Becchia, que
provenía de la division deportiva de FIAT.
Los nuevos Talbot
pronto se comenzaron a adjudicar laureles en las competencias. Luego de la
Segunda Guerra ya apareció lo que sería el antecesor del coche que nos ocupa,
adaptando y reformulando componentes existentes debido a la escasez provocada
por la conflagración mundial. Una de las innovaciones que incorporaba era una
caja de velocidades Wilson con el cardan a un lado, de manera asimétrica, a los
efectos de bajar el centro de gravedad, ubicando más cerca del suelo el puesto
del conductor.
Los éxitos deportivos no se hicieron esperar, pero aún así el coche fue evolucionando. Para 1948 el reglamento admitía motores aspirados de 4,5 litros o con compresor de 1,5. Ya su nombre había tornado a “Talbot-Lago”.
El motor de seis cilindros en línea tenía árbol de levas a la cabeza Los frenos eran a tambor Lockheed de 16 pulgadas. En 1950 de adoptaron carburadores horizontales Zenith. Dos unidades nuevas se hicieron desde cero en ese año. En el debut logró el Segundo puesto en el Gran Premio de Suiza.
Los Talbot-Lago corrieron hasta 1952, logrando cinco Grandes Premios, nueve otras victorias en carreras convencionales y una en Le Mans. Los coches preparados para esta competencia tienen un particular encanto. Las luces, faros auxiliaries y guardabarros adaptados a un coche biplaza de formula crean un conjunto muy vistoso, y no deja de recordarnos al Lotus Seven, que por supuesto apareció décadas después.
Uno de esto
ejemplares partició en las 500 millas de Rafaela condicido por Juan Manuel
Fangio. En esa ocasion se presentaron tres ejemplares, corridos además por
Froilán Gonzáles y Rosier. Con el número
2 en su carrocería, el coche conducido por el Quíntuple Campeón fue el ganador
de aquella carrera.
La miniatura es de
la colección “Museo Fangio”.
CRUISER
Como gustan estos modelos, así en monoplaza y tan antiguo gana adeptos por doquier
ResponderEliminarSaludos
Algo que me llama la atención de esta colección es la disparidad entre modelos en lo que respecta a las llantas de rayos, en casos como éste o los Mercedes W134 con los mismos muy gruesos y en otros como las Maserati con una definición más acorde a lo actual en calidad de coleccionables de kiosko, hasta me dieron ganas de comprar algunos baratos como donantes y cambiárselas porque realmente desmerecen mucho el aspecto, una lástima.
ResponderEliminarSaludos
Amo este auto, quizás por esa imagen de antecesor del Lotus Seven.
ResponderEliminarY con un techito redondeado, aeronautico, parabrisas en V, sería magnífico!
Hermoso modelo, en este caso el ejemplar que Juan Manuel Fangio y Louis Rosier corrieron en las 24 Horas de Le Mans de 1951.
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