En el año 1951, y en el marco del impulso
que el Estado argentino quería darle a la producción local de automóviles, se
creó la IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) en reemplazo del
Instituto Aerotécnico. El objetivo de IAME era nuclear la Fábrica Militar de
Aviones y la proyectada producción de automóviles, motocicletas y tractores.
Los primeros automóviles que se diseñaron
y construyeron en IAME recibieron el nombre de Institec, acrónimo de Instituto
Técnico, antigua denominación de la empresa.
Prontamente el partido político gobernante
bautizó a los coches con su propio nombre, “Justicialista”. El objetivo era
producir cinco mil unidades de ese vehículo en el primer año de fabricación.
El diseño del modelo Institec/Justicialista
sugería inspiración en las líneas del Chevrolet 1949, aunque su aspecto no
difería de varios más, ya que por entonces esas líneas eran universalmente
utilizadas.
Se produjeron tres siluetas: sedán, rural
y pickup. Mas tarde se agregaron unidades coupé y convertible. La que nos ocupa
en esta entrada es la camioneta, que hasta el pilar B compartía diseño con las
otras dos versiones. La producción de este utilitario se dio en paralelo con la
del exitoso Rastrojero, que luego sobreviviría largamente a los modelos
Institec.
En las instalaciones de IAME se producían
las pickups en su totalidad. En lugar de una cadena de montaje, los motores se
armaban sobre una mesa de dos metros de ancho por treinta de largo, en la cual
se movilizaban carritos que recorrían los distintos sectores de ensamblaje.
Sistemas similares se encargaban de otras partes mecánicas como dirección,
suspensiones y cajas de velocidades. En las 20 manzanas del complejo fabril se
construían hasta los tornillos que se utilizaban en los vehículos.
Las instalaciones contaban con una
carpintería donde se producían las cajas de madera. Los impulsores eran
tricilíndricos de dos tiempos y 690cc de cubicaje. Rendía modestos 24CV. La
carrocería era montada sobre chasis, por lo que se podían realizar tantas
opciones de la misma con más facilidad.
Las suspensiones eran independientes y la
caja de cambios tenía tres velocidades. La tracción era delantera y
dinámicamente los utilitarios se comportaban muy bien, aunque se decía que una
caja de cuatro marchas hubiera mejorado el rendimiento del pequeño motor
especialmente en caminos de montaña.
Las cajas de madera eran equipo corriente
tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Aún así, además de esa
opción, la Justicialista se podía adquirir con cajas metálicas abiertas o
cerradas tipo furgón. A las cajas de madera se les solía complementar con arcos
metálicos para soportar cubiertas de lona para proteger la carga.
La capacidad de carga era de media
tonelada. La camioneta se produjo por cinco años a partir de 1952. La idea del
peronismo de bautizar a esta línea con el nombre de su partido (de clara
inspiración en el fascismo italiano en sus orígenes) no demostró ser una buena
estrategia de marketing. Quienes no simpatizaban con esas ideas, jamás
comprarían un vehículo con tal nombre. Por lo tanto su suerte comercial fue muy
distinta a la del laborioso Rastrojero, que se convirtió en un éxito comercial
absoluto, despojado de ideología política en su nomenclatura. En período comparativo
idéntico, se vendieron 2.659 pickups Justicialista contra más de 30.000
Rastojero.
A partir de 1955 y del golpe militar que
derrocó al peronismo, la fábrica incorporó el motor Wartburg de 901cc y 37CV.
Los vehículos de la gama pasaron a llamarse “Graciela”. Con el nuevo impulsor,
el rendimiento era de 13 kilómetros por litro de nafta, y la velocidad máxima
alcanzaba los 110 km/h.
En esta entrada vemos dos unidades, una
aparecida en la versión original de Autos Inolvidables Argentinos y la otra en
la serie de Servicios también editada por Salvat. En ambas se aprecian niveles
diferentes de terminación. En la versión comercial, de color celeste, se
distinguen piezas cromadas como tazas, paracolpes y parrillas, mientras que la
de color verde es aparentemente mas básica, con todas esas piezas pintadas con
pintura común de carrocería.
A pesar de tener un buen molde,
inexplicablemente las cajas de madera no presentan un agujero en la zona de los
guardabarros traseros, que hubiera permitido dejar los mismos a la vista y
apreciar la cara interna de los mismos, como ocurría en la realidad, por ello
realicé un cambio en esas partes. En la versión comercial de gomina “Brancato”
pinté esos abultamientos en color carrocería, ya que los mismos son poco
visibles debajo de la lona.
En cambio en la versión de caja abierta,
opté por perforar esos “buches” a los efectos de dejar visibles los
guardabarros originales, que me parece que hubiera sido la forma correcta de
matrizar la pieza que simula la caja de madera. También "ensucié" un poco con pintura la caja de madera a fin de darle apariencia más real, y alejarla de la imagen "juguetosa" que presentaba la pieza apenas sale del blister.
CRUISER
Bella estampa la de este Pikup con su caja de madera, me gusta el resultado que le deja, pese a parecer algo tosca en lo que la cabina se refiere, pero supongo que el real, sería así
ResponderEliminarSaludos
Era un vehículo muy tosco. Lo tuve que retocar un poco para que no pareciera tan de juguete la miniatura.
EliminarSaludos!
Yo estaba haciendo un Sedan Graciela 1/43, gracias Salvat!
ResponderEliminarDecís que no saldrá? También me tenté a hacer el sedan, injertando la parte trasera de un VW escarabajo. Pero todavía tengo fe que aparezca el sedán en algún momento.
EliminarSaludos!
Gran verdad tu mención sobre el uso político, y su denominación ad hoc, lamentablemente, selló la (mala) suerte de toda la producción (tal cual lo expresás, medio país no compraría jamás ese nombre y ese escudo en la trompa, como si compraron al rastrojo) que, quizás, hubiera podido ser mas extensa, tal como el Rastrojero, pero, en historia, el si...hipotético, siempre queda como incógnita. Solamente tengo la de R y S, a la que, inevitablemente, me estás obligando a retocar, cosas que no le di ni 5 de bolilla, y, ahora, ya las veo como corregibles, es el problema de leer a alguien que mejora lo que toca. Por lo demás, son pocos los detalles que veo corregibles, siendo que, la única que ví alguna vez en vivo, me guio por las fotos. Personalmente, trataría de cambiar el espejo retrovisor por un palito con un espejo circular (el que se ve en la foto de entrada), probablemente, intentaría afinar el divisor central del parabrisas y el filete vertical de los ventiletes (estas últimas dos cosas, bien de caprichoso), por lo demás, pareciera responder probadamente a la real, tanto en su versión lujosa (...?) como en la "base". A mi gusto, linda réplica. Un saludo grande. Luis
ResponderEliminarHola Luis. Eso pasa cuando los megalómanos meten mano en negocios en los que en otras partes del mundo civilizado intervienen solo las empresas privadas, que arriesgan capitales propios y no de los contribuyentes.
EliminarSaludos!
Gran verdad la tuya, como mencioné antes, el sí hipotético siempre será una incógnita, por ahí, como puntapié inicial, podría haber funcionado, como propaganda política (y como bien decís, con el uso de indiscriminados fondos públicos), corta vida. Saludos
EliminarMuy buena crónica, entiendo que como modelo puede ser interesante para los coleccionistas, personalmente pasé totalmente de largo porque sólo compro los modelos que me gustan y/o me simpatizan, claramente no es este el caso...
ResponderEliminarHola Carlos. Ciertamente tiene interés histórico, si fuera por lindo me pasaría lo mismo que a vos.
EliminarSaludos!
Muy bien logradas y proporcionadas las dos (Porque no habrán hecho así los Torinos...?)
ResponderEliminarEn mi caso, ya tenia la de Brancato la cual despinte y transforme en "civil".
Tengo mis dudas Mauro, no sé si están tan bien proporcionados, creo que la trompa está muy grande en relación al habitáculo, y las ventanillas laterales muy chicas en relación a las puertas. Pero igual, para ver uno de verdad tengo que ir a un desarmadero de Coronda dónde hay un ejemplar descansando hace al menos 4 décadas.
EliminarSaludos.