lunes, 23 de septiembre de 2019

NSU PRINZ 30 (1959)

Ya nos hemos referido al NSU Prinz alemán en este blog, nos remitiremos en esta entrada a la historia del pequeño deportivo teutón en Argentina.



Mientras el coche brillaba en Europa siendo de los microcoupés mas celebrados por sus prestaciones, la firma local Autoar celebraba un convenio con la alemana NSU Motorwerke AG para la producción del Prinz en Argentina. Se constituyó de esa manera en uno de los primeros modelos en construirse en Argentina, que copiaba a un par europeo o norteamericano. Entre 1959 y 1963 se construyeron localmente 2.432 unidades. 



Su estructura era muy fuerte, ligera y compacta, con poco espacio para la mecánica y mucho para el habitáculo, en relación con el tamaño limitado del coche. Aunque las plazas traseras eran mínimas, en las delanteras se viajaba cómodo y con todos los controles a mano, aún para conductores de gran talla.



El Prinz era un vehículo muy ágil y divertido para conducir. Su peso apenas pasaba los 500 kg., por lo cual los 34 caballos que erogaba el pequeño bicilíndrico de 583cc eran mas que suficiente para moverlo y convertirlo en un autito “picante” gracias a una excelente relación peso/potencia.



El motor estaba asociado a una caja manual de cuatro marchas. El baúl, ubicado al frente, llevaba además el tanque de nafta y la rueda de auxilio. El motor estaba ubicado en el sector trasero y su tracción también era posterior.



Las suspensiones delanteras eran independientes y los frenos mostraban gran eficiencia. La velocidad máxima era de 120 km/h, el tanque de nafta cargaba 25 litros. Medía 3,14 metros de largo, 1,42 de ancho y 1,35 de altura. La distancia entre ejes era de 2 metros.



La miniatura de la colección “Autos Inolvidables Argentinos” de Salvat, es de buena factura. Comparado con el referente en esta escala, que es el modelo de Norev que se aprecia en las fotos (de color verde oscuro) no sólo que no queda en desventaja sino que toma la delantera en detalles como los apliques cromados del frontal, bagueta y rejillas, que en el caso del Norev son realizados con pintura color aluminio. A diferencia del producto de la marca francesa, las luces de giro delanteras son protuberancias en la carrocería pintadas, no son piezas independientes de acrílico. Como plus de interés para el coleccionista, este Prinz argentino



La miniatura tiene varios retoques artesanales, como la pintura blanca en llantas y techo, para convertirlo en una versión bicolor, y pintura en escape e interiores.

CRUISER





5 comentarios:

  1. Tengo esta pieza y realmente es muy buena, con los retoques aun mejor.
    A parte me trae recuerdos de haber andado en uno que tenía un amigo.

    saludos!

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  2. Es un modelo que te "compra" con los detalles e insertos. Lo conseguí apenas salió y es encantador, lástima que le pifiaron en el techo: les quedó corto del parante central para atrás y la zona de la luneta tiene una inclinación excesiva.
    Supe tener uno de verdad, que hubo que vender por falta de recursos para terminarlo (no sólo es dinero, que te pedalee el chapista por ejemplo también es desgastante). Quién sabe cuándo, me gustaría volver a tener uno (ya terminado, no me vuelvo nunca más a clavar con una restauración)
    Saludos.

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    1. Me pasó igual, independientemente de la fidelidad del techo (que no noté porque no conozco tanto al modelo real): ver tantos insertos en un autito tan pequeño emociona y hace pensar que existe un mundo mejor.

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  3. Muy lindos retoques, este auto me gusta mucho pero aún no lo compré.

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  4. Uno de los modelos de la colección de inolvidables que justamente no tengo, o mejor dicho que "volé"....no me gusto para nada, lo veo bastante errado, una lastima.
    También influye el hecho de que no me gustan este tipo de autos.

    Mucho mejor el de Norev, Geniales tus retoques como siempre.

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