Ya nos
hemos referido al NSU Prinz alemán en este blog, nos remitiremos en esta
entrada a la historia del pequeño deportivo teutón en Argentina.
Mientras el
coche brillaba en Europa siendo de los microcoupés mas celebrados por sus
prestaciones, la firma local Autoar celebraba un convenio con la alemana NSU
Motorwerke AG para la producción del Prinz en Argentina. Se
constituyó de esa manera en uno de los primeros modelos en construirse en
Argentina, que copiaba a un par europeo o norteamericano. Entre 1959 y 1963 se
construyeron localmente 2.432 unidades.
Su
estructura era muy fuerte, ligera y compacta, con poco espacio para la mecánica
y mucho para el habitáculo, en relación con el tamaño limitado del coche. Aunque
las plazas traseras eran mínimas, en las delanteras se viajaba cómodo y con
todos los controles a mano, aún para conductores de gran talla.
El Prinz
era un vehículo muy ágil y divertido para conducir. Su peso apenas pasaba los 500 kg ., por lo cual los 34
caballos que erogaba el pequeño bicilíndrico de 583cc eran mas que suficiente
para moverlo y convertirlo en un autito “picante” gracias a una excelente
relación peso/potencia.
El motor
estaba asociado a una caja manual de cuatro marchas. El baúl, ubicado al
frente, llevaba además el tanque de nafta y la rueda de auxilio. El motor
estaba ubicado en el sector trasero y su tracción también era posterior.
Las
suspensiones delanteras eran independientes y los frenos mostraban gran
eficiencia. La velocidad máxima era de 120 km/h , el tanque de nafta cargaba 25 litros . Medía 3,14 metros de largo,
1,42 de ancho y 1,35 de altura. La distancia entre ejes era de 2 metros .
La
miniatura de la colección “Autos Inolvidables Argentinos” de Salvat, es de
buena factura. Comparado con el referente en esta escala, que es el modelo de
Norev que se aprecia en las fotos (de color verde oscuro) no sólo que no queda
en desventaja sino que toma la delantera en detalles como los apliques cromados
del frontal, bagueta y rejillas, que en el caso del Norev son realizados con
pintura color aluminio. A
diferencia del producto de la marca francesa, las luces de giro delanteras son
protuberancias en la carrocería pintadas, no son piezas independientes de
acrílico. Como plus de interés para el coleccionista, este Prinz argentino
La
miniatura tiene varios retoques artesanales, como la pintura blanca en llantas
y techo, para convertirlo en una versión bicolor, y pintura en escape e
interiores.
CRUISER
Tengo esta pieza y realmente es muy buena, con los retoques aun mejor.
ResponderEliminarA parte me trae recuerdos de haber andado en uno que tenía un amigo.
saludos!
Es un modelo que te "compra" con los detalles e insertos. Lo conseguí apenas salió y es encantador, lástima que le pifiaron en el techo: les quedó corto del parante central para atrás y la zona de la luneta tiene una inclinación excesiva.
ResponderEliminarSupe tener uno de verdad, que hubo que vender por falta de recursos para terminarlo (no sólo es dinero, que te pedalee el chapista por ejemplo también es desgastante). Quién sabe cuándo, me gustaría volver a tener uno (ya terminado, no me vuelvo nunca más a clavar con una restauración)
Saludos.
Me pasó igual, independientemente de la fidelidad del techo (que no noté porque no conozco tanto al modelo real): ver tantos insertos en un autito tan pequeño emociona y hace pensar que existe un mundo mejor.
EliminarMuy lindos retoques, este auto me gusta mucho pero aún no lo compré.
ResponderEliminarUno de los modelos de la colección de inolvidables que justamente no tengo, o mejor dicho que "volé"....no me gusto para nada, lo veo bastante errado, una lastima.
ResponderEliminarTambién influye el hecho de que no me gustan este tipo de autos.
Mucho mejor el de Norev, Geniales tus retoques como siempre.