Desde hacía
una temporada, el reglamento del TC había cambiado de una manera tal que para
muchos puristas, ya la categoría no sería más la misma. Ninguna pieza mecánica
era original de las marcas a los que los coches pretendían representar.
Si embargo
las partes plásticas de las carrocerías seguían simulando las viejas líneas y
el grueso de la afición seguía colmando los escenarios en cada presentación,
movidos por la vieja pasión.
Ni siquiera
los viejos chasis existían ya. Se reemplazaron por estructuras tubulares.
Tampoco existen las autopartes de chapa. Artesanos especializados construyen
piezas que emulan las líneas de los autos que se quieren representar, para
“vestir” a los bólidos con trajes nuevos que copian las líneas (o algunas al
menos) de los viejos.
Las tapas
de cilindros ya no eran más las originales de las marcas desde hacía unos años,
sino que una empresa de Tandil proveía las tapas ciegas hechas a partir de
réplicas ciegas hechas con moldes tomados de las originales, a las que luego
los preparadores hacían las perforaciones según sus criterio, capacidades y
experiencia.
En el nuevo
reglamento, las tapas de cilindro eran todas iguales, Diseñadas por Oreste
Berta las mismas poseían 24 válvulas y daban al motor una cilindrada de 3.202cc.
Entre las marcas no había diferencia de cilindrada sino de potencia, conseguida
con distintas relaciones de compresión, regulaciones de admisión y escape, y
demás ajustes técnicos que sobrepasan el afán de este blog.
El caso es
que el motor de los Falcon, que llegaba a su rendimiento ideal entre las 8.500
y 8600 vueltas, tenía unos 25 a
30CV mas que un Chevy, por ejemplo, ya que la aerodinamia favorecía más a los
Dodge y Chevy, y perjudicaba a los Torino y Falcon en ese orden.
En
definitiva, el motor del Falcon en 2015 tenía 3.202cc, y una potencia cercana a
los 450HP. Para algunos, convertido en monomarca, el TC intentaba así renovarse
de una manera poco ortodoxa.
En ese año de
cambios profundos, el entrerriano Omar Martínez dominó el campeonato y su
Falcon ganó en cuatro oportunidades, obteniendo también puntos importantes en
varias competencias mas, lo que le permitió alzarse con la copa.
La
miniatura es de la colección TC de la editorial Plantea-DeAgostini.
CRUISER
Me gusta mucho el colorido de este "Falcon"; el amarillo resalta en todo momento. es uno de los pocos modelos modernos que tengo, por ahora, de esta colección. Ya llegarán más.
ResponderEliminarAbrazo!
Muy buen informe, se entiende ahora por qué los puristas reniegan de la categoría.
ResponderEliminarEn lo personal, no me disgusta una categoría con prototipos que emulen autos vintage y con motores (casi) modernos.
Prefiero esta ensalada monomarca y no que anden serruchando clásicos para hacer ruido en una pista.
El modelo está fuera de discusión, al menos para mis parámetros.
Coincido con el comentario anterior del gaucho respecto a qué sean autos de moldes y no masacren más la historia de nuestros autos, el modelo es genial lo tengo en mí vitrina, ojalá saquen modelos emblemáticos como comenté en su momento y no tantas chevys, Falcon, dodges y cupecitas con distintas vestimentas, el post es genial como nos tenés acostumbrados y si el Falcon es el del máximo ídolo de Ford de los últimos 30 años mejor todavía, fenomenal Diego.
ResponderEliminarŚwietny! Ja właśnie czekam na zbliżony model z 1999, który też pewnie masz :)
ResponderEliminarPozdrowienia
Hay que decir que este campeonato quedó desdibujado cuando al año siguiente le descubrieron el motor fuera de reglamento: con controles técnicos muy laxos (controlaban sólo el segundo cilindro porque era el más cómodo para revisar) estaba pasado de cilindrada en cinco de los seis cilindros, salvo el segundo. Así que no hubo pruebas pero tampoco dudas de que el trofeo obtenido fue gracias a este truco, por lo cual lo suspendieron durante seis meses.
ResponderEliminarUna explicación más detallada en este video https://youtu.be/PTnc3tjjQuQ
Lindo modelo, de todos modos
Saludos.