A
principios de los años 90s la
ACTC actualizó el reglamento e incluyó una mejora para los
modelos Ford Falcon y Chevrolet Chevy. El mismo consistía en aumentar la
compresión de sus motores a fin de hacerlos mas competitivos en relación con
los Dodge que habían dominado la categoría en los años 80s gracias a su
aerodinamia y su mayor distancia entre ejes, lo que les permitía una mejor
performance tanto en largas rectas como en sectores trabados.
Según Alberto
Juárez, un periodista deportivo de la época, llegar a los 240 km/h en una recta le
demandaba a Dodge 25CV menos que a los Falcon y 15CV menos que a los Chevy. Con
las modificaciones al reglamento se logró emparejar nuevamente la categoría,
pero lamentablemente Dodge quedó relegado al punto de que no volvería a tener
éxitos notables por casi una década, con lo cual la marca quedó a punto de
desaparecer de la categoría.
Anteriores modificaciones al reglamento permitían ensanchar las trochas en 100mm respecto a las originales de fábrica. Eso había permitido a los Falcon ganar en estabilidad, ya que de por sí sus carrocerías son mas estrechas que las de Chevys y Dodges. Se eliminaron los elásticos en las suspensiones traseras y se permitieron esquemas similares a los de Torino. Con todo ésto los autos ya no tenían la apariencia de coches de calle con trompa afilada sino que se iban convirtiendo en autos de carrera. Los Falcon
rápidamente capitalizaron esas ventajas reglamentarias y se alzaron con los campeonatos
de 1991 y 1992, ambos a manos del piloto Oscar “Puma” Aventín. Aventín había debutado
en TC el 1 de mayo de 1977. Logró 24 victorias, las 8 primeras con Dodge y las
restantes con Ford, y dos coronas en la categoría.
1991 fue el
año en el cual el Falcon dejó de producirse en el país. Hasta ese momento era
el único de los autos de la categoría que aún se fabricaba.
Los otros, como
Chevy, Dodge RT y Torino hacía ya mas de una década que habían salido de las
líneas de montaje. Con ésto, el TC pasó definitivamente a ser una categoría de
“autos viejos” tal cual lo había sido desde casi sus inicios, cuando utilizaba
las viejas “cupecitas” de los años 40s, con excepción de los años 70s, década
en la cual los coches eran modelos recientes de la industria local.
Los Falcon
TC quedaron hasta el día de hoy con la “imagen” de aquella última generación
del coche, el cual tenía sus aletas traseras menos redondeadas que en las
primeras series, y un sector posterior plano y rectangular.
El reglamento era
más flexible en cuando a la carrocería, y permitía reformular los guardabarros
traseros de los coches de carreras, a fin de permitir el paso de los neumáticos
y las trochas que eran más anchas que en las dos décadas anteriores en las que
el auto había participado. Esa modificación también benefició a los Falcon principalmente, que eran los únicos cuyos pasarruedas traseros originales no dejaban ver la rueda completamente.
Un
abultamiento en los guardabarros traseros contribuían a intentar la de por sí
pobre aerodinamia del Falcon, en una época en la que aún ni pontones laterales
ni alerones estaban autorizados.
En el
campeonato de 1992 aún se alternaban competencias en autódromos y rutas,
habiéndose llevado a cabo un total de 7 en esta última modalidad, las que
serían totalmente prohibidas a partir de 1998.
La
miniatura es del coleccionable TC editado en Argentina por Planeta/DeAgostini.
CRUISER
Interesante la cronología sobre motores, suspensión y aerodinámica, la verdad es que en todo eso toco de oído y de cuando en cuando es bueno leer y aprender un poco.
ResponderEliminarEl modelo es lindo (excelentemente hecho, hay que decirlo) y me imagino que hará las delicias de la hinchada de Ford o de Aventín.
A mi me genera una sensación de "uno más y no demasiado diferente de los otros".
A mí lo mismo, por eso estoy salteando varios de esta colección, con un modelo de cada marca y época me alcanza, y ya Falcon así viejito salió un par de veces más..
EliminarEs el mismo criterio que tengo yo, un integrante de cada serie, sin repetir modelos iguales. Y justamente este Falcon es especial por ser el primero con recorte semicircular en los guardabarros traseros, y esos abultamientos. Cuenta como único en su tipo, y a otro muy parecido a éste lo dejé pasar.
EliminarSaludos!
Época un tanto tumultuosa: ya empezaban a ser autos de carrera hechos y derechos, aunque todavía sin el profesionalismo que trajo Traverso un par de años después. Y eso sin contar los accidentes de Mouras y Morresi.
ResponderEliminarSobre el molde, no queda nada que agregar: cola corta y excesivamente cuadrada (más de lo que ya era), el techo budinera, parabrisas demasiado recto, etc. Al menos, si no lo mejoraron, no lo empeoraron: se adivina que la base es el Falcon de Gradassi; por eso resulta incomprensible la Chevy de Ledesma con parabrisas de Falcon y techo de GTX, cuando podrían haber reciclado la de Traverso o Satriano que tampoco son una maravilla.
Saludos.
Hola Américo. Coincido en que este molde tiene falencias, y hasta ahora no hubo un Falcon en la colección que no las tuviera. Como bien decís, ese Chevy de Ledesma es un horror.
EliminarSaludos!
Este modelo lo mejoraron cln respecto al de gradassi es mas morrigieron la tapa de baul con tamaño exacto.
EliminarLindo, otro de los que voy a terminar comprando.
ResponderEliminarAlgún lejano día...
Abrazo!
que falencias tiene el molde? las medidas con correctas en este o en el de inolvidables? porque el polara de inolvidables ...deja mucho que desear es mucho mejor el de tc .
ResponderEliminarel dogde polara de inolvidables el parabrisas parace un paredon de lo recto ....el falcon 62 muchos errores tambien ...comparo con que este molde tiene errores? alguien uso el escalimetro? para mi el molde rinde . y la calidad de los de tc en terminacion es superior a inolvidables donde los vidrios son un azco ...aberturas de mm...la pintura con granito a veces ahy que lidar...en fin es lo que hay .
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