lunes, 26 de marzo de 2018

ROSENGART ARIETTE CONVERTIBLE (1953)

En el Salón del Automóvil de París de 1951, se presenta un pequeño coche de dos plazas y arquitectura moderna, que a la postre sería el último Rosengart de la historia.



El pequeño coche estaba diseñado por Philippe Charbonneaux. Su apariencia captó la atención, pero no pudo contra el anémico rendimiento del conjunto. El antiguo motor de 747cc se había mostrado relativamente adecuado cuando se mostró por primera vez, equipando al Austin 7 en 1922.



Sus 21 caballos de fuerza eran algunos mas que en el momento en que la marca utilizó el motor por primera vez en uno de sus productos, en 1927. La caja de cuatro cambios y el escaso peso del cochecito (720 kg) había mejorado la potencia. Pero un impulsor tan viejo y superado en un coche que se publicitaba como moderno no era la mejor carta de presentación.



Pero como solía ocurrir en estos minicoches de producción no masiva, la potencia no era al único problema. Invariablemente el precio era el otro. La instalación de una nueva planta fabril de la compañía en Neuilly hizo que esos costos se prorratearan en el precio del producto, pero los 668.500 francos que costaba no justificaban lo que ofrecía a cambio, más cuando la versión menos equipada del Renault 4CV arrancaba en los 399.000 francos.



El Ariette estaba disponible en versiones coupé de techo duro, convertible, pick up y furgón. Conscientes del alto precio del Ariette, Rosengart ofreció a principios de 1953 una versión básica llamada Artisane. Prescindía de adornos cromados y tapacubos. Estaba disponible sólo en color gis, con los parachoques pintados del mismo color. Hasta se había eliminado el asiento trasero. Aún así, el costo sólo se reducía en un 10% y seguía estando lejos del precio del 4CV.



La suerte de la marca ya estaba echada. Lucien Rosengart había vendido la fábrica y la marca a tiempo, en 1936. A sus 72 años retiró a vivir al sur. Los nuevos dueños, Societé Industrielle de l´Ouest Parisien (SIOP) se declaró en quiebra. Cerró sus fábricas dejando en la calle a los 1.700 empleados. Luego de negociaciones con sus acreedores la planta reabrió, produciendo 4 ejemplares diarios de Ariette, pero el problema del precio elevado del producto subyacía, y cerró sus puertas en el verano de 1955, en plena etapa de desarrollo de un nuevo modelo, el Sagaie, que nunca llegó a ver la luz.



Sin embargo, aunque la marca Rosengart desapareció para siempre, la historia del Ariette no terminó allí. El fabricante Panhard tomó la posta y lo siguió produciendo, pero esa es una historia que conoceremos en la próxima entrada. 








La miniatura es del coleccionable francés de antiguos clásicos locales, y de origen Ixo.

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10 comentarios:

  1. Auto to zupełnie nie moje klimaty, ale sam model wygląda bardzo dobrze :)
    Pozdrowienia

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    1. To dobra miniaturka mało znanego samochodu. W następnym wpisie kontynuuje historię tego samochodu, który nie został zakończony wraz z marką Rosengart ...
      Pozdrowienia!

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  2. he trabajado para la industria durante casi treinta años,
    de los cuales once fueron para autopartes, conozco muy bien los sacrificios y esfuerzos que demanda crear y poner en movimiento una industria,
    me produce mucha tristeza este tipo de historias.

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    1. ...y de éstas está plagada la historia del automóvil. Ocurre que en sus principios muchos fabricantes vieron en el novísimo automóvil una oportunidad para proyectarse en ese nicho, lamentablemente las corporaciones hicieron todo para crear oligopolios, hasta el día de hoy, y muchas marcas y muchas ideas locas quedaron en el camino. Esa es una de las causas por las que me apasiono por coleccionar autos del siglo pasado y no del actual.
      Saludos!

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  3. Lástima por Rosengart que cerró sus puertas, y por sus obreros que quedaron en la calle. Esperamos ver como siguió la historia del Ariette.
    El convertible me gustó mucho.
    Abrazo!

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  4. Precioso, lástima que una aparrnte humildad que reflejaba no se verificó en su precio.

    Ahora sin duda debe ser más caro aún, me refiero a los pocos ejemplares que quedarán vivos...

    Y cuantos fabricantes europeos desaparecieron en el siglo XX!

    Saludos y gracias por mostrarlo, lo desconocía.

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    1. Sin dudas. La historia le tendría reservada una segunda vida al cochecito, que lo mejoró muchísimo. Pero ni así cambió su suerte, como todas las de las marcas francesas que no fueran Renault, Citroën y Peugeot.
      Saludos!

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  5. Muy buena la histoeia, aunque con final triste, una lastima. El auto me encanta, lastima que la compañía no supo haccer bien las cosas, aunque al final decis que se sugio haciendo, veremos. ..

    saludos!

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