LLOYD 600 ALEXANDER (1959)

La empresa Norddeusche Automobil und Motoren GMBH fue creada en 1908 como una divisiòn de la empresa naviera Norddeutsche Lloyd. La factoría estaba en Bremen y varios de sus productos fueron comercializados con la nomenclatura Lloyd, aunque no tuvo nunca ninguna relación con la marca inglesa del mismo nombre.

En 1950 dio comienzo la fabricación de automóviles y utilitarios livianos, pasándose la empresa a llamar Lloyd Motoren Werke GmbH. Los Lloyd 300 y 400, que ya hemos visto en este blog, fueron sus primeros productos.

Era la época de la reconstrucción alemana, y los microcoches de baja cilindrada y bajo precio eran los que poblaban las calles, con el objetivo de volver a motorizar a las clases medias que pugnaban por resurgir de los escombros de la Guerra.

Merced a estos productos, la marca llegó a alcanzar el tercer puesto a nivel nacional en cuanto a ventas, detrás de Volkswagen y Opel, durante gran parte de la década de los 50s. Sin embargo, los poseedores de un Lloyd no eran precisamente gente que quisiera acceder a algún puesto social de prestigio.

Los cochecitos, además de su sencillez y falta de glamour, eran inseguros. Un dicho de la época rezaba "Wer den Tod nicht scheut, fährt Lloyd"  (“El que no teme a la muerte, conduce un Lloyd”). Sin embargo, eran una buena opción para quienes quisieran pasar de las dos a las cuatro ruedas sin sucumbir financieramente en el intento.

El Lloyd 600 apareció en 1958, y a diferencia de modelos anteriores, ya no tenía estructura de madera y revestimiento símil cuero, sino que su carrocería era de acero. Tenía un motor bicilíndrico de 596cc, y pesaba sólo 540 kilos. Llegaba a los 95 km/h consumiendo 5,5 litros de nafta cada 100 kilómetros.

Posteriormente el modelo fue mejorado pasando a llamarse “Lloyd Alexander”, y las novedades incluían tapa de maletero (en las versiones anteriores se accedía a él desde el habitáculo) y levantavidrios (antes corredizos). Posteriormente la versión “Alexander TS” incrementaba su potencia a 25 caballos, convirtiéndose en el Lloyd mas potente de todos. 

La miniatura es de la marca Schuco, dice representar un Lloyd 600, pero se trata de un Alexander, por la puerta con bisagras del baúl y los vidrios levadizos. Tiene unos cuantos años de antigüedad, y le he realizado retoques artesanales, que incluyeron el pintado de interiores y volante, detallado de pilotos delanteros y traseros, y unas líneas en el frente a las que he pintado de plateado según las fotos de los modelos originales. El molde es bueno, con base metálica, y puertas operables, lo que no agrega mucho a la miniatura, y sí la desmerece en el caso de no quedar correctamente cerradas, por lo que opté por pegarlas a la carrocería.

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