ENIAK ANTIQUE (1984)

 

En el año 1984, una empresa que producía componentes electrónicos (Eniak S.A.) a través de su propietario Luis Gaggino, se involucró en el proyecto y la construcción de un automóvil deportivo de diseño totalmente inédito aunque con aires de biplaza clásico inglés.

 

El coche llevaría elementos que proveía la industria autopartista local, con un diseño que era obra de Pedro Campo, creador de coches memorables como los Chelco o Trueno Naranja. El producto fue un roadster biplaza pequeño, con capota de lona plegable, largo morro, y una imagen propia aunque tuviera ciertas semejanzas con algún Morgan o Lotus de los años 50s.

 

No se trataba de una réplica ni de un kit para armar, sino de un auto terminado producido en serie, con todos los adelantos mecánicos y técnicos que la industria de mediados de los 80s podía proporcionar. Su estilo clásico estaba pensado para evitar restylings periódicos, manteniendo su imagen independientemente del paso del tiempo. 

 

El primer prototipo lo produjo el constructor de autos de carreras Alain Baudena, de los talleres Baufer (Baudena/Febrer), en chapa y guardabarros de aluminio. Luego los autos de serie fueron hechos completamente en plástico reforzado con fibra de vidrio para bajar el peso y mejorar las prestaciones. La fábrica estaba en el barrio de Mataderos, en la ciudad de Buenos Aires, y allí se produjeron un total de 104 automóviles, siendo exportada una unidad a Italia, dos a Japón y dos a Estados Unidos.

 

Para completar su espíritu inglés, el motor elegido fue el que equipaba al Dodge/Volkswagen 1500, un cuatro cilindros de origen Hillman que había sido llevado a los 1,8 litros de cubicaje por la casa alemana, y que equipaba también a los VW Gacel. En algunas unidades se montó el seis cilindros 3.6 del Falcon Sprint como alternativa más potente, aunque fueron sólo tres antes del cese de producción. Los motores eran puestos a punto por Rafael Balestrini, de reconocida trayectoria en el automovilismo deportivo. 

 

El Antique fue un muy buen producto, a la altura de los deportivos de raza del mundo. Lograba una velocidad final de 165 km/h con una aceleración de 0 a 100 en 9,4 segundos. Sus suepensiones eran desarrollo propio y no provenían de ningún otro vehículo. Hasta el sonido de su motor, emitido por el caño de escapa Silens era único y particular, distinto al que producía el mismo motor en los coches de VW. La tracción era trasera, y llevaba una rueda auxiliar de repuesto colgada en el exterior del sector trasero. Se había logrado una distribución óptia de peso, de 50% y 50% en cada eje, lo que lo hacía extremadamente estable y divertido de conducir. 

 

En el año 1986 la empresa incorporó otro producto a su oferta, se trataba de la pickup Durango 4x4, a la que le dedicaremos espacio en el blogo oportunamente. Como muchos de los emprendimientos de este tipo, la empresa debió sufrir los estructurales problemas económicos de este país, imprevisibilidad, ausencia de reglas claras a largo plazo, y demás, lo que la llevó a finalizar la vida comercial de sus productos antes de lo pensado.

 

La miniatura es de la colección “Autos Inolvidables Argentinos 80s-90s” y es de una factura casi perfecta. Sólo tiene detallado extra del instrumental del tablero y coloreado de caño de escape.

 

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