En la historia del automóvil mundial
existen sinnúmero de rarezas, pero el caso del Rastrojero Conosur debe ser
único. Si bien muchas camionetas se han derivado de autos de calle, no debe
existir otro caso de un sedán derivado de una camioneta, al menos no uno
anterior en el tiempo.
El éxito del utilitario Rastrojero lo
había llevado a ocupar varios nichos de mercado. Se ofrecía como camioneta con
caja de madera, con caja metálica, furgón, y con cabina frontal. También hacía
las veces de rural o furgón complementado con cúpulas al efecto. Estaba
faltando incursionar en el rubro de sedán convencional.
Una industria carrocera ubicada en Quilmes
llamada Bernamental encaró el trabajo de convertir en sedanes las camionetas
Rastrojero que llegaban desde las instalaciones de IAME (luego IME), en
Córdoba. Se utilizaba el mismo frontal, parabrisas y puertas delanteras, pero
se adaptaba la continuación del techo, se agregaban puertas traseras y un
tercer volumen dedicado al baúl.
Mantenía la mecánica Diesel Indenor de
1.946cc con inyección indirecta Bosch. Consumía un litro de gas oil cada 10
kilómetros recorridos. Pesaba 1.150 kilos en vacío, medía 4,39 metros de largo,
1,73 de ancho y 1,63 de alto, con una generosa distancia entre ejes de 2,68
metros. Ambos ejes contaban con frenos a tambor. La suspensión delantera se
armaba con paralelogramo deformable, y la trasera era de eje rígido con
ballestas longitudinales.
Para la realización de las carrocerías, se
echó mano de autopartes existentes en el mercado. El Conosur tuvo dos generaciones,
y en la primera de ellas, de 1974, las ópticas traseras se inscribían en el
final de dos especies de “tailfins” al estilo de los Peugeot 404 o Morris, y
precisamente de este último provenían los acrílicos verticales de los pilotos
traseros. En 1977 se rediseñó la saga para modernizarla, tomando elementos de
diseño del Torino, compartiendo incluso con aquel modelo la tapa del baúl. Se
decía que se aprovechaban tales autopartes que eran desechadas por Lutteral
cuando construía sus deportivos Comahue.
El Conosur era lo que se dice “un auto feo con ganas”… pero la apariencia no era un factor a tener muy en cuenta por quienes los adquirían. De mediados a fines de los 70s era muy común verlos cumpliendo sus funciones de taxi en las grandes ciudades argentinas. Si alguna vez hubo un taxi netamente local –salvando las distancias, a la manera de los Austin londinenses-, ése fue el Rastrojero Conosur. Con sus sillones corridos delanteros y traseros era capaz de transportar seis pasajeros en su interior.
También fue utilizado por flotas de reparticiones oficiales, como el que estamos viendo, que reproduce un ejemplar expuesto en el Museo de la Industria de Córdoba, y perteneció a la Secretaría de Deportes de la provincia mediterránea.
La miniatura está bastante bien
resuelta, aunque puesto lado a lado difiere con las versiones pickup del modelo
en puertas delanteras, parabrisas y techos, cuando en la realidad tales piezas
debieron ser las mismas exactamente. De todas maneras es una muy agradable
sorpresa de la colección, y un molde que se agradece enormemente ya que el
interés que conlleva para cualquier aficionado a la “fauna” automotriz local es
enorme.
CRUISER
impecable, como todos los Rastrojeros que sacaron. En mi caso (y te lo comenté en su momento) le saqué los tampos, detallé los interiores, pinté las llantas y paragolpes de plateado y demás, para ser transformado en un Conosur civil 100%.
ResponderEliminarSi si, me acuerdo del tuyo. En este caso lo quise dejar tal cual está porque los calcos son muy insignificante, no alteran la visión del conjunto, y es idéntico al que se conserva en el museo de Córdoba, que tuve la oportunidad de ver y fotografiar. Así como está, con llantas e interiores negros, no luce mucho pero es una reproducción exacta.
EliminarSaludos!
Tan raro como feo, pero muy peculiar y significativo para la industria automotriz argentina.
ResponderEliminarSaludos
Efectivamente Mariano, reflejo de una época en donde no se compraba lo que se quería sino lo que había, en épocas de restricciones a las importaciones y de "arregláte con lo que se fabrica acá".
EliminarSaludos!
Un verdadero Frankenstein surgido de la creatividad antelas diversas circunstancias. Chasis aguantador, motor indestructible, y feo como patada en las partes, eso sí, había que tener fuertes los dientes y los riñones. Linda la miniatura, y muy adecuada su incorporación a los inolvidables, quizás haya sido mas visto como taxi, pero ya habían varios modelos con dicha representación, así que, desde mi punto de vista, muy oportuna la copia del expuesto en el museo, en Córdoba. Saludos. Luis
ResponderEliminarCoincido en que un taxi hubiera sido lo ideal, Luis, pero esta reproducción del que se encuentra en el museo también es acertada, principalmente porque los colores claros favorecen la apreciación de los detalles del molde por lo general.
EliminarSaludos!
No entendí a qué te referías con eso de "feo con ganas".
ResponderEliminarEl Conosur tenía belleza intrínseca, me sorprende que no la vieras!
belleza exótica, que le dicen
EliminarO como esos amigos que te presentan a sus novias medio fuleras te preguntan qué te pareció. Y vos decís "me parece muy buena persona".
EliminarSaludos!