La firma autopartista IES fue la
continuadora de la historia de Citroën en nuestro país, produciendo los modelos
3CV, América, Super America, Gringa y Safari. En 1989 produjo un utilitario
derivado del modelo Gringa, que tenía la apariencia de un jeep carrozado, con
capacidad para 4 ocupantes, sobre la misma plataforma de aquélla.
Eduardo Sal-Lari llamó “Gringo” a este
vehículo en homenaje a su hijo, apodado así.
Se trataba de un modelo de doble tracción
que se anticipaba en varios años a la moda mundial de los SUVs que un par de
décadas después desplazaría casi por completo a los tradicionales automóviles
de turismo de prácticamente todas las calles del mundo.
La carrocería era de plástico reforzado
con perfiles de acero, era 31 cm mas corta que la de la pickup, y se producía
en Uruguay. Presentaba líneas rectas y amplia superficie acristalada. Tenía un
portón trasero de apertura lateral y de él colgaba la rueda de auxilio, en otro
anticipo de la moda de un par de décadas después.
Las ópticas eran idénticas a las que
montaba el modelo Super America, complementadas con las luces de posición en la
misma curiosa disposición que en la pickup.
El interior era espartano y también
compartía elementos con los demás modelos de la marca. Tenía también tarjeta de
arranque antirrobo. El motor era el conocido bicilíndrico bóxer de 635cc que
rendía 37CV. La tracción integral se habilitaba mediante un comando colocado
delante de la palanca de cambios. Dos barras portaequipajes eran de serie en el
techo, lo que confirmaba su direccionamiento al nicho de los vehículos
recreativos.
Tenía suspensiones independientes en las cuatro ruedas, esquema heredado del Super America, y frenos delanteros a
discos. La velocidad máxima declarada por fábrica era de 115 km/h.
Alrededor de una decena de estos
utilitarios fueron producidos cuasi artesanalmente por IES antes de que la
crisis hiperinflacionaria terminara con la empresa. Lamentablemente para todos,
porque sin dudas el Gringo hubiera sido un éxito asegurado en el contexto
local, al ser un vehículo novedoso, sin competencia en su nicho, económico y
anticipado en muchos años a la moda venidera.
La maqueta es otra de las excelentes
novedades de la serie “Autos Inolvidables Argentinos”, y tiene retoques de
color en interiores.
CRUISER
Feliz llegada la del gringo a la colección, último intento del Ing Sal-Lari de salir a flote, que, lamentablemente no logró su cometido. La miniatura, de mas que correcta confección, y, con tus toques, mejor aún. Saludos. Luis
ResponderEliminarNo sé si decir que era una belleza, pero seguramente la historia no hubiera sido igual si esta industria hubiera seguido creciendo con tanto entusiasmo.
ResponderEliminarEl modelo se ve prolijo, pero creo que las ruedas deberían ser un talle menor.
No leí críticas de la época (si es que las hubo), pero me pregunto cómo haría para mover la 4x4 con el motor del Citroen, que ya andaba justo para lo que fue concebido. La miniatura esta muy buena, y coincido en que las ruedas están algo grandes.
ResponderEliminarQué bueno. Tracción total al estilo Mehari , carrocería de plástico, bicilíndrico subido a 635 cc...
ResponderEliminarMe gusta su estética, especialmente los faros delanteros al estilo del Lada Niva (siempre vigente, activo y en fabricación).
Como ya comentamos en otra entrega que publicaste sobre IES, es una pena que iniciativas técnicas y comerciales como ésta se queden en agua de borrajas. Ojalá se conserve alguno. Hay que felicitar a los artífices de la serie por su inclusión y a los coleccionistas que lo compran, mejoran y divulgan.
Saludos.
miniatura de esas que no esperas, pero cuando aparecen, se hacen desear, y al comprarla, te enteras de su historia y la pasión y el esfuerzo de su creador para realizar sus sueños
ResponderEliminarrealmente me encanto, esta bien hecha, y es fiel resultado, de su historia, en este país de idas y vueltas
lindo te salió
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