Con este Ford V8 Oscar Alfredo Gálvez debutó en el
automovilismo grande de la
Argentina en 1937. Su carrera deportiva fue un éxito,
alzándose con cinco campeonatos de Turismo de Carretera, los de 1947, 1948,
1953, 1954 y 1961. Con su hermano Juan, dominaron y se repartieron los torneos
mas memorable de la romántica era de las “cupecitas”.
En aquellos años los coches de carreras no se
cambiaban a menudo, sino que contínuamente se mejoraban y perfeccionaban, aún
después de sufrir percances y accidentes, como los 16 vuelcos que sufrió Oscar
en su historia deportiva.
El coche que usó en su incursión en el TC fue siempre
el mismo, el que fue adaptando sin pausa. Se trataba de una coupé modelo 37 con
motor V8 a 90 grados de 3.622cc (221 pulgadas cúbicas). La potencia era de 85HP
a 3.800 RPM.
El motor era de tres bancadas, la relación de
compresión de 6.15 a
1, el carburador era Chandler/Groves de 2 bocas interiores. El sistema de
refrigeración era de 20,8
litros y el eléctrico de 6 voltios.
El embrague era monodisco en seco, y los frenos tanto
delanteros como traseros de tambor con accionamiento hidráulico en ambos
trenes.
La suspensión frontal era de eje rígido en “L” con
tensor longitudinal en forma de “A” anclado al chasis con un esférico detrás de
la caja de velocidades, para soportar las tensiones longitudinales y
torsionales del eje. Una ballesta transversal suspendida por delante era el elemento
elástico que además soportaba las tensiones transversales.
La suspensión trasera era de ballestas. Un tubo
estructural que envolvía la barra de mando también aportaba resistencia
anclándose con esférico a la caja de cambios, reforzado con dos tiros metálicos
convergentes. Las ballestas también soportaban las tensiones transversales.
Ambos trenes tenían además dobles amortiguadores hidráulicos a brazos.
La miniatura es de la colección TC de Planeta de
Agostini. Tiene muy buena resolución, salvo la extraña grilla delantera que
tenía ese coche en ese año, que era de una trama transparente difícil de
materializar en esta escala, y no termina de representar con fidelidad la parrilla real. Por el resto, es una maqueta muy bien
lograda.
CRUISER
Punto a favor de la enciclopedia y del chino, aunque siguen sin gustarme los cinturones de los capots. Si no quieren hacerlos insertos, al menos que les den más identidad de cuero (me pregunto si un chino podrá entender el concepto de "cuero").
ResponderEliminarVaya por delante que me parece toda una hazaña, por muchas modificaciones que se practicara sobre un vehículo original del año 37, que este coche pudiera triunfar aún hasta 1961. Eso dice mucho del piloto (y del mecánico).
ResponderEliminarLa miniatura está llena de buenos detalles, salvo los limpiaparabrisas que son gruesos. Pero en todo lo demás, es soberbia.
Hola,
ResponderEliminarese auto tenía una trompa realmente particular, aparentemente hecha con algún tipo de malla fina.
Es dificil reproducirla en escala pero creo que hay dos posibles soluciones para mejorarla:
1ra - hacer una pasada de pintura negro mate bien diluida y retirar con un trapo para quitarla del relieve y que quden oscurecidos únicamente los bajos.
2da - algún intrépido dotado de habilidad podría rehacer la trompa con una malla fina , de un colador, por ejemplo.
Coincido con el comentario sobre los limpiaparabrisas excesivamente toscos, también lo son los soportes de los faros auxiliares.
Esos detalles no son tan difíciles de mejorar.
Saludos
Mario
Otro Ford V8 del TC para enmarcar. Acabarán por gustarme los Ford, a mí que soy más de Chevrolet. Que un auto aguantara tantos años, incluyendo modificaciones a nivel mecánico y el trabajo de chasis y carrocería incluyendo accidentes, dice mucho de la base inicial y el gran trabajo efectuado por estos entusiastas.
ResponderEliminarMis padres, que vivieron de 1950 a 1960 en la Argentina, siempre hablaban del TC como la escuela de campeones que asombró al mundo en los años cincuenta. Mi hijo pequeño, nacido en 1998, se asombra y comparte esta pasión. Cuánto se puede aprender del automovilismo argentino, de calle y de competición.
Saludos.
Una de las réplicas más esperadas de la historia del TC, y quedó bien lograda como en general casi todas las de esta colección, siendo su única oveja negra la coupe Chevrolet turquesa de Fangio que salió en los primeros números, verdaderamente deforme e incorregible.
ResponderEliminarMe extraña que no le hayas hecho el tratamiento de sombreado al mascarón de malla frontal, como bien dijo Mario en el anterior comentario, creo que esto le mejoraría mucho el aspecto.
Saludos!
Hermoso modelo, de a poco voy consiguiendo los de esta Colección TC, de los cuales ya tengo 29 y 2 en camino.
ResponderEliminarDiego, creo que deberías darle, como te comentan Mario y Julián, una retocada al radiador. Ahora, la malla sería de color aluminio? Si es así, una mano de pintura negra mezclada con agua para que penetre y el fondo quede oscuro lo cambiará mucho.
Abrazo!
Todas estas cupecitas de TC esta mortales, una mas linda que otra!
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