A partir de la
retirada de General Motors de Argentina en el año 1978, la camioneta insignia
de la marca sólo entró por medio de importadores particulares, en sus modelos
Custom, Cheyenne y Silverado principalmente.
Debido al vacío y a
la clientela potencial que la
C-10 seguía teniendo en el país, la empresa Sevel (fabricante
de Fiat y Peugeot en Argentina, comenzó los trámites para poder industrializar
el exitoso utilitario nuevamente en el país, logrando la licencia de GM en el
año 1984. Era la primera vez que la empresa norteamericana otorgaba una
licencia tal a un fabricante que no fuera su filial, en el resto del mundo.
Durante el año
siguiente se realizaron las obras de acondicionamiento en la planta fabril de
la localidad de Ferreyra, provincia de Córdoba, a fin de instalar las líneas de
montaje que el vehículo necesitaba. En pocos meses las obras se terminaron y a
finales de 1985 se presentó a la prensa la flamante C-10 de industria
argentina.
Se produjeron dos
versiones, Custom de Luxe y Silverado. Las líneas del nuevo modelo recordaban a
la popular “Brava” presentada en el país una década antes, y de hecho algunas
piezas eran aún comunes, como puertas, techo, vidrios. El motor también
compartía piezas con el viejo seis cilindros de la última versión local
producida en 1978. Pero su potencia ahora era de 130 CV. Seguía demandando
nafta común.
La caja tampoco había
variado demasiado. Seguía siendo de tres marchas con palanca al volante. Los
frenos eran a discos ventilados adelante y a tambor atrás. En las versiones
Silverado la dirección era hidráulica y en las Custom de Luxe ese elemento era
opcional. La suspensión delantera era independiente y la trasera de eje rígido
con elásticos.
La capacidad de carga
era de 750 kg ,
seguía superando a su rival F100 en ese rubro. La velocidad máxima que podía
alcanzar eran los 140 km/h .
El frente poseía una
rejilla cuadriculada con dos pares de ópticas superpuestos. Dentro de la grilla
se ubicaban embutidas las luces de giro. Dentro de los elementos de confort que
equipaban de serie a la
Silverado se contaban equipo de música con radio AM/FM y
pasacassette, con 4 parlantes. Aire acondicionado, vidrios tonalizados y
paragolpes trasero con estribo.
La miniatura es de la
serie “Autos Inolvidables Argentinos 80s/90s” de Salvat. Está bastante bien
lograda en general. Tiene el mismo defecto de la mayoría de las camionetas de
estas series, que es la caja de plástico y la cabina de metal. No sería mayor
problema si no fuera porque la pintura de ambas nunca coincide. O bien son
pintadas industrialmente en lugares diferentes y luego ensambladas, o les falta
un espesor extra de pintura ya que las cajas plásticas son originalmente
negras, y puede que el color de fondo altere la apariencia final si es que la
capa es igual de espesa que la de la cabina.
Otro problema que
tienen estas cajas, es que no son bien reproducidas las caras laterales
interiores de las mismas, seguramente es una dificultad grande hacer esos
detalles en los moldes. Pero no es muy agradables verlas con esas caras tan
lisas. A priori parecía carecer de los pilotos delanteros detrás de la parrilla pero en realidad los tiene, representados en piezas de acrílico rojizo, quizás demasiado oscuros y escondidos como para ser apreciables a primera vista.
Tiene retoques en
interiores y escape.
CRUISER
Modelo muy cumplidor, con la salvedad que mencionás del tema cromático. Tengo entendido que, aún en marcas caras de autos reales, unificar el color en piezas de distintos materiales, trajo bastantes dolores de cabeza, y no es infrecuente (o al menos no lo era) que se vieran pequeñas diferencias de color entre la carrocería y paragolpes o tapa de tanque de nafta /cuando esta era plástica) u otros elementos. Particularmente, la que cayó en mis manos, requirió un retoque en el paragolpes delantero, cuyo horizonte (visto desde el lateral) no conocía de niveles, apuntando para arriba y no derecho, pero fué apenas un toquecito y listo el pollo. Un saludo. Luis
ResponderEliminarMe gusta la chata aunque también le hubiera cambiado, y a tus motivos de compatiblidad le agrego otros: el color gris metalizado oculta los tampos pseudo cromados, tanto trabajo pasa casi inadvertido!
ResponderEliminarVaya, ahora me voy a sentir mal por tener este bonito modelo. En mi unidad yo no advierto ninguna diferencia cromática entre cabina y caja. Lo que sí parece "gitano" es la pintura que han empleado para simular los embellecedores de plástico. La han aplicado sin respetar las franquicias de la puerta y de la caja. Por lo demás una Silverado digna de tal nombre. Gracias por mostrarnos este magnífico modelo.
ResponderEliminarEsta muy buena, yo mas que la caja le pondría atención en el remate de las trompas de las chatas de Ixo: La mayoría terminan como "redondeadas" mirándolas de perfil.
ResponderEliminarEsta tiene ese defecto, lo mismo la Dodge D100, la F100 azul y alguna mas. También he visto algunos autos así como La Taunus SP5.
Desde mi punto de vista es un lindo modelo, lamentablemente la unidad que me tocó en suerte tiene muy mal delimitada la separación entre el blanco y el plata, lo que la hace desprolija, una pena. La tuya tuviste que retocarla Diego?
ResponderEliminarNo no, en el color exterior no, sólo le pinté interiores en tonos de gris.
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