Chevelle
fue una de las series de más éxito de Chevrolet. La primera generación fue
presentada en 1964, la segunda en 1968 y la tercera, que ahora nos ocupa, vio
la luz en 1973. Utilizaba la plataforma A de General Motors y se ubicaba en un
nicho intermedio entre los mas pequeños Nova y los Impala de tamaño completo.
Las
carrocerías incluían sedanes, coupés, descapotables, familiares y la piick up
“El Camino”. La tercera generación, que apareció en 1977 presentaba un rediseño
total respecto de la anterior.
Las coupés
presentaron una novedosa silueta, muy distinta de la de la generación
precedente. El pilar B tenía el llamado “Estilo columnata”. Eran muy gruesos,
siendo mucho mas fino el pilar “C”. Los vidrios laterales traseros eran fijos.
En el frente se instalaron los parachoques reglamentarios, capaces de absorber
sin deformarse los golpes a cinco millas por hora, exigidos por el gobierno.
Los
Chevelle SS tenían dos opciones de motores V8, de 350 o 454 pulgadas cúbicas,
con potencias de 175 y 245 caballos respectivamente. Las cajas de velocidades
estándar eran de tres marchas automática de serie o manual de cuatro opcional.
El paquete
SS incluía parrilla negra, espejos retrovisores deportivos dobles, biseles de
luces traseras en negro, instrumental interior redondos con bordes negros,
barras estabilizadoras delanteras y traseras, e insignias identificatorias en
Guardabarros, panel trasero, volante y contrapuertas internas.
La versión
SS del Chevelle de 1973 fue la última en llevar tan ilustres siglas. Su nicho
lo ocupó la serie “Laguna” a partir de 1974. Con la desaparición de los SS,
Chevelle también abandonó el nicho de los “Muscle Cars”, ya muy devaluados para
esos años debido a las regulaciones de consumo, emisiones y seguridad.
El Chevelle
SS de 1973 fue el canto del cisne de un modelo emblemático. Se vendieron ese
año un total de 28.647 unidades, unas 4.000 mas que en 1972. Los aficionados y
coleccionistas se enfocan a los modelos de ese año y anteriores, perdiendo
interés por los que vinieron posteriormente. En 1978 la
tercera generación del Chevelle salió de producción y con él se terminó de
utilizar su nombre, reemplazándolo por el de "Malibu”.
La
miniatura pertenece a la serie “Grandes Autos Memorables” de México, y tiene
pintura de color en sus interiores.
CRUISER
Me encanta este modelo, lo tengo visto del listado de la colección, es de estos coches de transición de fines de los 70s que todavía conservan buenas formas.
ResponderEliminarEs increíble que las condiciones sociales y económicas de un país hayan desembocado en un engendro como éste.
ResponderEliminarGrande, feo, gastador y seguramente poco práctico a la hora de manejar, desplazarse y -sobre todo- estacionar.
De todos modos, en ese loco 1973 se exploraban nuevas tendencias y hay que señalar esos pilares tan finos que luego se generalizaron en toda la industria (me refiero al marco de la ventana de chapa y no de un perfil metálico como se hacía anteriormente).
También, mirando con los ojos entrecerrados, en la trasera, advivino un family feeling con la cola de Corvette de esos años.
Se ve raro con esas ventanillas laterales, y ese baúl, pero me gustan los coches grandes americanos, asi que le subo el pulgar jaja.
ResponderEliminarSiempre digo lo mismo, pero que buena que esta esta colección y que dificultoso es por ahora sumar modelos de la misma.
saludos!
Hermoso modelo, siempre relacioné a Chevelle con Brasil.
ResponderEliminar¿Será que se fabricó también ahí?
Dicho sea de paso, en Brasil deberían fabricar ahora el Colón (jeje).
Abrazo!
Muy buen auto, en casa tuvimos dos 1974 y un 1973 S-3 LAGUNA, esta miniatura se ve con buenos acabados a pesar de la escala pequeña, saludos!
ResponderEliminarLo tienes en venta me urge conseguir uno asi
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