LADA NIVA (1976)

El Lada Niva es un vehículo de 1976 que no ha perdido vigencia aún a pesar de los años transcurridos. De nuevo su origen tenemos que atribuirselo al gobierno ruso. En su ansia de producir coches baratos para el pueblo, y tras el éxito de los Lada 2101 y 2102 tuvieron en cuenta de que una buena parte de la población rusa era rural.

Este sector necesitaba un coche más duro que los modelos anteriores, que soportase las bacheadas carreteras siberianas o el campo a través allí donde no había ni carreteras.

Así nace la idea de un 4x4 producido en Rusia, en esta ocasión no se podía comprar un modelo de la FIAT como el 124 (base de los sedanes Lada) ya que la marca no lo tenía. Los ingenieros rusos tenían que inventar un chasis y un sistema de tracción permanente al que poder adaptar un motor de la marca italiana así como todas las piezas posibles para abaratar los costos.

Dotada de una mecánica 1.6 también de origen FIAT pero más evolucionada, la Niva está vigente desde hace mas de 30 años y le permiten sobrevivir hoy gracias al chasis autoportante, la configuración de la suspensión y el sistema de tracción permantente.

En el año 1973 se prueba el modelo en Uzbekistan, con la ayuda de ingenieros de UAZ. Los test son positivos y se continua la evolución del modelo hasta 1976, cuando la primera unidad sale de la gigantesca fábrica rusa, producción ininterrumpida hasta el día de hoy con un ritmo de 90.000 unidades al año en su época de mayor esplendor.

El responsable del proyecto Niva fue Vladimir Sergeevich Solovev y el del diseño de la carrocería Valery Pavlovich Semushkin, al menos oficialmente porque rumores (no demostrados) dicen que BMW encargó una carrocería a un famoso diseñador italiano para un todoterreno, por motivos de índole desconocida la marca bávara desestimó el proyecto y el gobierno ruso compró el diseño, adaptándolo al Niva.

Finalmente en 1976 se comercializó el Niva. El vehículo tuvo una gran acogida, tanto en Rusia como fuera de sus fronteras. Su asequible precio y sus características técnicas lo hacían un serio competidor para los 4x4 más occidentales y sustancialmente más caros. De hecho en aquellos años sólo el Niva, el Range Rover y algún modelo más de gama alta ofrecían la tracción permanente a las cuatro ruedas, suspensión por muelles y diferencial central bloqueable. Además la configuración en chasis monocasco del Niva con suspensión independiente adelante y eje rígido detrás supuso toda una novedad, a la postre seguida por la gran mayoría de las marcas para sus modelos estrella.

En poco tiempo el Niva se ganó la reputación de coche sólido y tremendamente eficaz fuera del asfalto. Así lo demostraban los modelos vendidos en la dura Siberia, hasta tal punto que los Canadienses (que tienen un clima similar) decidieron probar el coche, quedando tan encantados con el que Canadá se convirtió en la segunda patria del Niva.


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