Si bien el perfil del coche seguía siendo el de un coche orientado al gran público, el cabrio le brindaba un toque de personalidad y exclusividad.
Según el equipamiento y la versión, el VW Cabrio podía costar el doble que su versión sedán estándar. El mercado de este coche principalmente estaba del otro lado del Atlántico.
En Estados Unidos se puede decir que el Beetle produjo una impensada revolución. Las fábricas respondieron con los famosos "compactos" surgidos a principios de los 60s: Falcon, Valiant y Corvair.
Así y todo las ventas del Escarabajo en Estados Unidos eran imparables. Aparecieron a fines de los 60s los llamados "subcompactos", para intentar parar al invasor alemán; Ford Pinto y Chevrolet Vega, ambos mucho más efímeros y menos exitosos que imbatible Beetle.
A principios de los 70s la Crisis del Petróleo le dió un nuevo espaldarazo a las ventas del Beetle en Estados Unidos. Mientras los grandes botes americanos hacían filas en las estaciones de servicio donde se racionaba el combustible, el pequeño Beetle hacía gala de su autonomía y bajo consumo, provocando la envidia de más de un conductor.
La miniatura es marca Minichamps.
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