sábado, 6 de mayo de 2017

RENAULT FUEGO GTO 2.2 (1981)

La coupé Fuego, derivada del Renault 18, comenzó a producirse en Francia en 1980. Venía a reemplazar a los modelos 15 y 17, que eran sendos deportivos construídos sobre la plataforma del Renault 12. Sus motores originalmente eran de 1,4, 1,6 y 2.0 litros. A poco de ser presentado con la conocida configuración de coupé de tres puertas (con su novedoso portón trasero construído a modo de burbuja acristalada) apareció una versión limitada con planteo mas convencional pero muy poco conocida, que era básicamente un tricuerpo con tapa de maletero, es decir que se trataba de un coupé de dos puertas al estilo más tradicional, conocida como “Fuego GTO”. 



Los trabajos habían sido llevados a cabo por la división Renault Sport. Se produjo en una serie limitada a 500 ejemplares numerados, todos ellos de color rojo. Si bien se la nombró “Renault Fuego GTO”, en ningún lugar el vehículo llevaba la inscripción “Fuego”, sino que solamente tenía el logo del rombo en la grilla, y dos calcos laterales en las partes bajas de las puertas, donde se leía “GTO”, de ahí que algunos historiadores identifiquen a este auto sólo con el nombre “Renault GTO”.  



La versión GTO era a la conocida GTX lo que el Renault 9 era al Renault 11, es decir básicamente el mismo planteo de diseño, pero uno era un bicuerpo y el otro un tricuerpo. Este experimento de marketing de 1982 fue limitado pero produjo el resultado esperado: la solución de las dos variantes se llevó luego a la producción en serie en el caso de los casi hermanos Renault 9 y Renault11, con buen suceso de ventas. 




El coche se fabricó con el objetivo principal de estrenar la motorización 2,2 litros, un tiempo antes de que esa planta impulsora de montara de serie en las versiones bicuerpo. Las diferencias externas no se limitaban al perfil, sino que además la edición limitada GTO presentaba llantas de diseño exclusivo de 17 pulgadas, notablemente mas grandes que las de 13 que utilizaban tanto el Renault 18 como la Fuego de serie. Se complementaban con neumáticos Michelin de bajo perfil y notable ancho, que favorecían las aptitudes pisteras de la máquina.



Los cambios no terminaban allí. Respecto a la original, la versión GTO poseía algunas partes de la carrocería construídas en fibra de carbono y aluminio. El nuevo impulsor, mediante una preparación especial alcanzaba los 132 HP. Las suspensiones también habían sido calibradas en base a recorridos cortos y mayor dureza, a fin de adaptarse a la velocidad y las pistas, que era el ámbito al que el auto apuntaba. 





Su performance en ciudad, lógicamente no era de lo más destacado en cuanto a confort de marcha. Debido a sus cortos recorridos, la suspensión era muy dura, copiando las imperfecciones del pavimento. Los frenos eran de discos ventilados en las cuatro ruedas y varias funciones poseían gestión electrónica. Puertas adentro no había casi diferencias con la versión de serie.



Las 500 unidades se vendieron, incluso algunas fueron exportadas a Estados Unidos, siendo ofrecidas en un puñado de concesionarios de la American Motors Company. Sin embargo, desde la cúpula directiva de Renault declinaron la posibilidad de continuar con la fabricación en grandes series, debido a que el costo de producción derivaba en un precio final muy elevado. El atractivo de la Fuego estándar bicuerpo era su buena relación precio/producto y el hecho de ser un deportivo al alcance de cualquier bolsillo. El modelo GTO no tenía esa buena relación, y su precio lo acercaba mucho a los deportivos alemanes “Premium”, y el público ante tal disyuntiva prefería gastar su dinero en Mercedes, Audi o BMW.



Aunque en ningún lugar del mundo –salvo Argentina- la Fuego ha trascendido demasiado, ni aún en Francia, en aquel país la versión GTO adquirió cierta fama de vehículo aspiracional, debido a su escaso número, y a lo radical de su propuesta. 




Al día de hoy no se conoce con exactitud el paradero de las unidades originales, se ignora si alguna de las 500 hubo sobrevivido al paso del tiempo y sobre todo a la corrosión. Cierto es que tuvo su grupo de admiradores incondicionales que lo convirtieron en coche “de culto”. Al punto de que hubo autopartistas que produjeron un kit de conversión, consistente en la luneta y una tapa de maletero de fibra de vidrio, con los cuales y con una serie de operaciones sencillas, se podía convertir –al menos visualmente- cualquier Fuego de serie en un clon de la admirada GTO, complementando la transformación con llantas, neumáticos equivalentes y calcos. Originalmente una GTO costaba prácticamente el doble que una GTX. Con el kit de transformación, por unos pocos francos había quienes aparentaban mayor estatus a bordo de sus Fuego transformadas.

Otro aditamento estaba disponible, era un alerón trasero a fin de mejorar las prestaciones del coche en curvas. El mismo no era provisto originalmente pero muchas unidades terminaron equipándolo por decisión de sus propietarios. 



En 1981 la Fuego de serie se presentó en Argentina, importada de Francia -poco después se construiría en la planta cordobesa de Santa Isabel- y para apoyar la campaña de lanzamiento, Renault Argentina importó al país una unidad GTO, que se había presentado en el país galo en esos mismos días, como estrategia promocional. No existen mayores datos sobre de qué manera el coche fue luego a parar a manos de un particular, porque nunca había sido homologado para circular en las calles argentinas. 




Las leyendas urbanas dicen que el auto terminó en el típico galpón “tapado de fardos” por muchos años hasta que alguien reparó en él a mediados de la década de los 90s. Aunque más de un entusiasta de la marca del Rombo hubiera deseado de que dupla compuesta por el Mago de Alta Gracia y el Flaco de Ramallo pusieran sus ojos y sus manos sobre aquella unidad para verla correr en TC 2000, lo cierto es que el reglamento de la por entonces máxima categoría del automovilismo argentino no admite prototipos ni ediciones limitadas, sino coches de serie.



Sin embargo, y sin que exista mayor información al respecto ni aún en la web, la GTO local estuvo lejos del glamour de las pistas europeas, y debido a la labor mancomunada del mecánico Oscar “Cacho” Castellini, de la localidad santafesina de Chañar Ladeado y al veterano piloto de Venado Tuerto Humberto Prestigiovanni, tuvo un fugaz paso por la modesta y heterogénea categoría “Stock Car Casildense”. 




Pocos son los testimonios que pude encontrar acerca de su performance en aquellas oscuras lides deportivas, que complementaban las presentaciones del ya de por sí humilde “TC Venadense”, pero hay uno que cuenta el triste final de la última carrera disputada por el noble auto.  



Dicen las confusas crónicas que en la final de Stock Car Casildense corrida en el óvalo de tierra de Elortondo en un domingo de setiembre de 1997, el GTO piloteado por Prestigiovanni tuvo que soportar la humillación de definir el sexto puesto llegando a la línea de meta virtualmente empatado con un infame Fiat 600 de Turismo Santafesino Estándar Mejorado. Por motivos justificados o quizás por la vergüenza propia de no admitir su magro desempeño y el ocaso de su opaca carrera deportiva, Prestigiovanni denunció al piloto del Fiat, Benjamín Bertoni, ante el comisario deportivo por maniobra antirreglamentaria en la curva final. 




Debido a las acusaciones y reproches cruzados, los incidentes derivaron en una gresca que no tardó en generalizarse, convirtiéndose en una “hecatombe, una debacle total” en la que intervinieron Prestigiovanni contra Bertoni y el mecánico Cacho Castellini, el comisario deportivo contra miembros de la Comisión Pro Circuito Pavimentado de Elortondo, directivos del Stock Car Casildense contra los del TC Venadense, los mecánicos contra los veedores, los vendedores de panchos contra los de choripán, miembros de la Comisión de Fomento contra el presidente comunal, el conductor de la ambulancia contra el conductor del camión regador de la pista, los cobradores de entradas contra el Juez de Paz, los banderilleros contra los paramédicos y algunas integrantes de la Comisión de Damas contra las promotoras, quienes debieron ser dispersados a golpes de cachiporra por los pocos agentes policiales destinados por el destacamento local, a fin de despejar la pista para disputar la final del TC Venadense.



No se supo oficialmente qué pasó con el coche luego de ese día, ya que nadie lo volvió a ver, aunque hay quien dice que al terminar en malos términos la sociedad entre el piloto Prestigiovanni y el mecánico Castellini por acusaciones mutuas de incompetencia, terminaron repartiendo la inversión original, para lo cual hubieron de desmantelar completamente el coche, dividiéndo en partes iguales, ruedas, tornillos, pistones, inclusive arandelas.



Como habrán advertido ya quienes se hayan tomado el trabajo de leer hasta aquí sin abandonar en el intento, esta historia es bastante extraña, no? Más que extraña, es un total invento! Jamás existió la publicidad de la primera foto, ni el coche, ni la accidentada carrera de Elortondo. Esta historia (la verídica) empieza con una Fuego de la colección “Autos Inolvidables Argentinos” de Salvat, la cual en el interior del blister venía con la luneta fisurada. Una fisura importante, que malograba totalmente la maqueta. Producto quizás del apuro para entregar las demandadas miniaturas, algún descuido en el control de calidad en China, o algún maltrato en el transporte. Habían opciones: desechar la maqueta,  pedir el improbable reemplazo al kiosco, o poner manos a la obra para inventar algo con la miniatura lastimada. Tapa de baúl hecha con metal y resina epoxi, nueva luneta, despintado y repintado completo, cambio de ruedas, detallado interior, calcos, una publicidad falsa….. y así surgió el cuento de la GTO. Que por lo demás, hubiera sido un interesante coche, no?

CRUISER



24 comentarios:

  1. yo recuerdo esa carrera,
    como si fuera hoy, recuerdo la avalancha y la batalla campal.
    aprovechando la confusiòn general me hice de un espejo lateral que guardè mucho tiempo en el cajòn de mi armario donde guardo los calzoncillos.
    cuando tuvimos que mudarnos, cambiamos el ropero por otro con cajones màs chicos y mi mujer tirò a la mierda el dichoso espejo.
    por suerte me queda la memoria.
    gracias por el recuerdo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uhh... tu esposa seguramente no sabía la historia de ese espejo!! Y a propósito de retrovisores, no sé si te fijaste, éstos no son los originales, los originales los saqué y el derecho fue a parar a la Fuego plateada de Ixo, que no los traía, sumado a las patentes de esta GTO, así que la Ixo quedó ahora "100% argenta". Próximamente voy a sacarle fotos y reemplazar las de la entrada correspondiente. 2 pájaros de un tiro.
      Saludos y gracias por el recuerdo de aquella jornada olvidable.

      Eliminar
  2. Venía creyéndome el cuentito y abriendo los ojos como el dos de oro, hasta que leí el párrafo en que mecánico y piloto se reparten el auto en partes iguales, eso me hizo ruido, pero bueno dije aquí todo es probable.
    Vos sabes que yo arruiné una luneta trasera de Fuego cuando la desarmé para hacerle algunos detallados, al cerrarla cuando estaba ajustando el tornillo de atras del chasis presioné con la mano por abajo y rajé la luneta, que dicho sea de paso es muy delgada y sumamente frágil, doy fe. Asi que la terminé publicando en FB al precio de tapa y enseguida la vendí, previo swap de ruedas con el R18 marrón de Ixo para convertirlo en GTX jaja.
    Muy original la idea, y muy prolijo el trabajo, con razón no tenía insignias de Fuego jaja se las llevó la repintada.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, porque no expliqué que las integrantes de la Comisión de damas se tomaron de los pelos con las promotoras acusándolas de gatos y robamaridos, si no habrías sospechado ahí mismo.
      Las insignias intenté salvarlas hasta el final, pero con el manoseo terminaron desapareciendo, pero mejor porque el GTO no las traía... ajajajaja!!
      Saludos!

      Eliminar
  3. Cuando leí el titulo: "Renault Fuego GTO" pensé: "Que joraca es esto?". Enseguida salí a buscar fotos e información en Google y no encontré nada.....así que ya me pareció sospechoso de entrada....jeje.

    Muy buena tu historia y la modificación que le hiciste, se nota que cada vez tenes mejor mano para los autitos. Yo la Fuego de Ixo no la quiero ni regalada (Estoy enamorado de la de Minichamps), la de Salvat solo la compre por las ruedas y se las pase el R18 de la colección Colombiana (que te pase fotos por WP). Le puse esas ruedas del 18 a la Fuego y la vendí al toque.

    Saludos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que casi no hay info en la red sogre la GTO.. jajaja!
      Acá me quedaron las 4 ruedas de la Fuego, pero no sé si ponérselas al 18 colombiano o esperar un GTX de los Inolvidables...
      Saludos!

      Eliminar
    2. Ponéselas al Colombiano....al parecer en la colección sale el GTX II, nada mas. Y es el próximo, osea el numero 18...(valga la redundancia)

      Eliminar
  4. Por suerte sólo hicieron 500, las formas de las fuego no aceptan baul, mejora bastante con el alerón aunque se lo nota excesivo si se tiene en cuenta la potencia deL auto.
    Brindó por su incursión literaria... Como dirían en los Martin Fierro "Aguante la ficción carajo!"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es como decir que las formas del Renault 11 no aceptan baúl y ahí tiene al 9, con su culo al aire....
      El alerón es exagerado, estamos de acuerdo, por eso lo puse como "bonus". La maqueta que quedó en definitiva en la repisa no lo tiene.
      Saludos!

      Eliminar
  5. La foto que usaste como del original es del amigo Impression, creo que uno de los mejores fotógrafos de miniaturas que jamás he visto (asiduo del foro español "Fororoches", del cual soy uno de los primeros miembros desde el lejano 2003).

    Acertaste plenamente al decir que el Fuego pasó sin pena ni gloria por Europa, le pesaba demasiado "el culo" y nunca destacó por prestaciones. En tu país sí hicieron carrera de él, por lo visto, y le metieron más "chicha". Seguro que le vino bien. Pero en la estética siempre me gustó, esa trasera de cúpula con tanto cristal era algo muy nuevo por aquellos años.

    Bien por tu historia, aunque demasiado local para alguien extranjero como para que la entendamos bien, pero se entendió más o menos. Seguro que disfrutaste como un enano al pensarla! Y también mi OK por el trabajo, aunque parece que algo le pasó al faro delantero del lado del conductor también, no?


    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si si, es netamente local la historia. El farol tenía un limpiafaros, el cual despinté (era pintura negra sobre acrílico transparente) pero debí haber pintado de plateado esa zona de la carrocería antes de volver a poner la pieza en su lugar, porque se alcanza a apreciar el color rojo debajo. Lo voy a corregir.l Gracias!
      Saludos!

      Eliminar
    2. Antonio, quizás el poco suceso de la fuego en España haya sido debido al motor chico que usaron.
      Acá entró con 2 litros y luego la subieron a 2,2., con todo el marketing poniéndola como top of the line.

      Eliminar
    3. El poco éxito se repitió por toda Europa. Más que nada, tuvimos productos más modernos para reemplazarlo pronto y más capaces.

      Se decía que era el coupé de los viejos y cosas por el estilo...

      Eliminar
  6. Don Diego, muy buena "tu" historia del la Fuego, esa parte de atrás, que es tan extraña, existe como norma en un Dong Feng 998 que es un Citröen tipo GS CLUB berline año 1980, que armaron los chinos. Es una maqueta ixo-altaya 1/43 "taxi de Beijing". Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Carlos, esa maqueta la puedes ver también aquí en la pestaña "Dong Feng". Saludos!

      Eliminar
  7. No está mal la historia del GTO. Me la he creído prácticamente hasta el final (¡pero cómo un renolero como yo sin saber nada de este modelo!) . Como espectador he vivido algunas peleas "memorables", como en el Motocross de Molina de Aragón a finales de los 80 , zurrándose dos equipos completos (pilotos, mecánicos, familiares, amigos, fuerzas del orden) o una pelea entre padres de pilotos de karting, que retrasó la salida de una manga cuyos competidores no llegaban a los 10 años de edad... Ya estaba yo pensando que en todas partes cuecen habas.
    Muy bueno la narración y la iniciativa de aprovechar el modelo estropeado para hacer un rato de Pininfarina.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias amigo! Aquí también son comunes las peleas en el ámbito del fútbol principalmente, y aún como dices, entre padres cuando se trata de fútbol infantil. Lo de "La hecatombe, la debacle total" era una frase utilizada en un programa cómico de la televisión donde se satirizaban esas situaciones. Saludos!

      Eliminar
  8. Excelente relato, excelente mano, para la pluma y la "chapa" genio y figura en ambos, cuando un amigo me dijo sobre lo q habías escrito, me dije este Diego,Se tomó el thinner puro, abro en el Bloc y estaba a punto de conficonfirmarlo hasta q leí la parte en q esa "una" había ido a parar a un preparador de Chañar ladrando, y ahí fuiste jajajajaa excelente momento pase con esa historia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! Es que Chañar Ladeado, Elortondo y Venado Tuerto son nombres de poblaciones de mi provincia cuyos nombres no dejan de ser pintorescos y/o graciosos. Aprovechando que no están muy lejos unos de otros, los integré en el relato. Jajajaj! Saludos!

      Eliminar
  9. Ciekawie wygląda w takiej odmianie :)
    Pozdrowienia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tak, dobrze może być to, że wersja, to jest interesujące.
      Pozdrowienia!

      Eliminar
  10. Y yo ya estaba buscando en Google fotos del auto real...
    Abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uhhh perdón! Me habrás puteado un rato.. jajaja!!
      Saludos!

      Eliminar
    2. No, pero me había ilusionado con las fotos del real...

      Eliminar